Beso y sorpresa

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La vida está llena de sorpresa, pero también de expectativas que muchas veces pueden convertirse en un peso difícil de cargar. No importa si son deseos de progenitores o si son tus propios deseos de evolución, mientras creen la sensación de presión y tensión dejan de ser simples anhelos para volver responsabilidades. Sí, todos debemos hacernos cargos de algo, eso es ley de vida, pero las compromisos que cargamos jamás deben hacer que nuestra vida sea demasiado complicada para cargar con ella. Tus sueños no deben ser una carga, eso solo te pesa en la espalda a lo largo del camino, transforma las responsabilidades en sueños porque solo de ese modo serán las alas que te llevan hasta la meta.

Cary estaba emocionada aquella noche, no podía creer que estaba haciendo aquello. Ella era una mujer con responsabilidades, tenía un niño pequeño de cuatro años al que cuidar, no podía escaparse a un club con sus amigas solo para pasar la noche en vela y sin embargo, eso era justo lo que estaba haciendo. Se había dejado convencer por Lena, con una excelente excusa sobre Ale y Benjamin para poder reencontrarlos de alguna manera. Habían estado hablando de los hombres y lo mucho que los querían en sus vidas. Incluso ella, que había tenido bastantes malas experiencias para una sola vida.

Se había dejado llevar, había dejado a Ezra con sus padres, que se habían alegrado cuando les contó que pretendía salir con sus amigas. Ellos tenían años insistiendo en que debía volver a vivir su vida, pero ella no se había sentido preparada luego de lo mucho que había sufrido con Lucas, por eso ahora era el momento de hacerlo. Se habían arreglado bastante esa noche, con vestidos bastante cortos junto a tacones que probablemente no la dejarían caminar, Lena la había maquillado junto a Ale y habían llegado al club justo en el momento en que los hombres estaban cómodos.

Para Cary había sido una sorpresa encontrarse con Cristian aquella noche, sabía que Alonso estaría allí y por supuesto que Benjamin tenía que estarlo, era el punto de toda la noche, pero pensaba que bailaría con alguien simplemente hasta que las dos parejas decidieran irse y luego regresaría a su casa para dormir. Esos habían sido sus planes iniciales, habían cambiado desde el segundo en que lo vio allí sentado junto a Benjamin. Sus ojos conectaron de inmediato y él la sedujo con la mirada, todo su cuerpo respondió con tanta fuerza que ella misma se sorprendió. Nunca había sentido aquel tipo de atracción, ni siquiera con Lucas, algo tan visceral.

Al inicio solo se acercó para conversar, por supuesto que se habían visto antes en la compañía, pero ninguno de los dos le había prestado demasiada atención al otro. En ese momento se miraban con atención, ella lo sentía admirarla, tentarla y eso le gustaba. Entre tragos la conversación se hizo cada vez más intensa hasta que Lena las invitó a bailar y ella fue encantada, lucirse en la pista siempre había sido uno de sus fuertes luego de perder la timidez con el alcohol, no demasiado sano, pero definitivamente divertido.

-Sabemos lo que queremos- les gritó Lena -no dejan pasar las oportunidades ahora, vinimos con un objetivo, todas lo conocemos. Esta es tu oportunidad Ale, no la desperdicies y tú, Cary, hay alguien interesado en ti. Aprovecha esta oportunidad y diviértete, cariño.

-Ya lo hago- admitió ella con una sonrisa pícara.

-Lo haré- aceptó Ale riendo.

Ellas asintieron antes de seguir bailando unos minutos más. Disfrutaba la pista como no lo había hecho desde que salía con Lucas. La intensidad de una mirada la hizo voltear sus ojos y fue cuando encontró a Cristian mirándola desde los asientos VIP junto a Benjamin y Alonso. Ella sonrió seductora antes de moverse con lentitud, su cuerpo distrayendo todas las miradas, algunos hombres intentaron acercarse, pero ellas los rechazaron con rapidez. Ale y Lena disfrutaban tanto como ellas, por lo que cuando estuvieron sedientas fue que regresaron junto a los hombres, una mirada y un asentimiento fue todo lo que se necesitó. Ella caminó hasta el final de las escaleras, Cristian estaba sentado de nuevo.

El jefe que anheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora