[ III ] Negocie su salida del problema

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Notas del autor

Nuestros dos líderes de secta tienen una conversación y descubren que pueden tener más en común de lo que pensaban.

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Está bien, mantén la calma. Has estado en peores situaciones antes. Jiang Cheng piensa en lo que sabe del otro hombre. ZeWu-Jun tiene la reputación de ser gentil y amable, lento para la ira e indulgente cuando esta finalmente llega. Todas cosas buenas, pero recuerda a Wei WuXian diciéndole que Lan XiChen una vez se había enojado con él. Las palabras exactas de su hermano adoptivo habían sido: "fue una de las cosas más espantosas que me han pasado ".

El hombre lleva casi un año viviendo como ermitaño. Quién sabe qué le ha hecho eso a su temple.

Sin embargo, Jiang Cheng no es un cobarde. No reconstruyó su secta desde cero para convertirse en uno de los más poderosos del mundo huyendo de la confrontación.

Deja que su expresión se convierta en una de cortés desafección y hace una reverencia superficial. Son iguales aquí.

—ZeWu-Jun. Buen día. Pido disculpas por entrometerme en su recinto privado —

El otro hombre inclina la cabeza y Jiang Cheng lo ve bien por primera vez. Lan XiChen, aunque luce tan similar a su hermano menor Lan WangJi, al punto que muchos tienen dificultades distinguiendo entre los dos, ha ocupado el primer lugar en la lista de cultivadores publicada cada año por más de una década. Su apariencia no ha disminuido en absoluto, incluso después de un año de estar encerrado lejos del resto del mundo.

Todavía está vestido con el característico uniforme blanco y azul claro de la secta Gusu Lan, pero su cabello negro está recogido solo en una cola de caballo suelta. La cinta distintiva de la frente descansa sobre sus cejas, aunque el nudo que lo mantiene en su lugar es mucho menos elaborado que el que su hermano usa.

Claramente, no está vestido para recibir visitas, pero si se sorprende al ver a Jiang Cheng, lo oculta bien. La sonrisa en su rostro es genial como siempre, aunque no parece llegar a sus ojos. De hecho, hay un aire de melancolía en él que no estaba allí hace un año, y a Jiang Cheng lo golpea por primera vez que esta podría ser la razón por la que Lan XiChen ya no se mezcla en sociedad.

—Líder de la secta Jiang, — responde el otro hombre. —Un placer inesperado encontrarle aquí—.

Jiang Cheng busca en la expresión de Lan XiChen indicios de sarcasmo y no encuentra ninguno. Extraño, pero también ha cultivado la reputación de ser genuinamente amable. Él y HanGuang-Jun pueden parecer similares, pero el mayor de los dos es casi infinitamente más agradable.

Empuja sus pensamientos en ese momento, dándose cuenta de que será mejor que dé una explicación para estar en este lugar claramente prohibido sin permiso. Sería el colmo de mala educación no hacerlo, y aunque no es conocido por ser el epítome de los modales, para comportarse de manera tal manera se reflejaría mal en su secta.

Sosteniendo al conejo, fuerza una sonrisa de disculpa. —Es una historia bastante larga, me temo, pero es suficiente decir que accidentalmente asumí la tutela temporal de uno de los conejos de HanGuang-Jun. Eso­... bueno, mejor dicho, se me escapó —.

Para su sorpresa, Lan XiChen realmente se ríe. Es un sonido agradable, profundo y melódico, y aligera tristeza que se le pega como una nube.

Jiang Cheng siente que las puntas de sus orejas se sonrojan un poco por la vergüenza. El supone que es divertido, hasta cierto punto, aunque humillante. Se supone que los líderes de secta deben ser dignos, y la idea de alguien persiguiendo un conejo por todo el recinto de enseñanza definitivamente no lo es.

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