Exile y Hoax (Traducción)

E1 - Hogar

Esta historia no es mía, es una traducción de la historia 'Exile' de Aswellingstorm en la plataforma Ao3, conseguí su permiso para publicar la historia en español, un poco adaptada para que pueda entenderse en nuestro idioma.

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El tiempo se había parado hacía mucho para Micah, pero esto no fue por falta de intentos.

Al ser exiliado a la Isla de las bestias, la fría e indiferente mirada que Light Spinner, no, Shadow Weaver, le había dado mientras era arrastrado al deslizador por algunos soldados de la Horda estaba incrustada de manera permanente en el fondo de su mente, ella lo miró como si quisiera reírse de su miseria, su antiguo pupilo, crecido y despojado de todo, de su poder, de su esposa y de su familia.

La forma en la que murmuro "Adiós, Micah", con la suficiente fuerza para que solo él la escuchara, era menos una despedida y más una burla, un mensaje lleno de desprecio, uno que le decía que podría haber evitado ese destino si la hubiera escuchado, si no le hubiera fallado.

Pero él no le falló, ella lo manipulo, él era solo un niño, y ella lo exploto por un beneficio egoísta, Micah tenía que recordarse a sí mismo eso son regularidad.

Él era consciente, muy consciente, que cualquier tipo de amor que ella le había entregado no era real, era falso, injusto y deshonesto, él pudo ser su pupilo estrella, pero sobre todo él era su marioneta, Shadow Weaver solo buscaba poder y, como el hechicero más prometedor en entrenamiento, Micah podía ayudarla a conseguirlo.

Así que ella lo usó, ella lo alabo, lo puso por sobre sus otros compañeros e incluso formo parte de algunas de sus bromas, todo con el objetivo de engañarlo para hacerle creer que ella se preocupaba por él, para conseguir que él la viera como una especie de figura paterna.

Y aunque siempre podía contar con Castapella, fue Angela quien le mostro que tan real y desinteresado era el amor, ella lo amaba completa y libremente, ella no analizo su afecto en base a cumplir o no un estándar tácito.

Pero fue Glimmer quien le enseño la profundidad con la que Shadow Weaver lo había dañado, cuando ella nació, él supo que no había nada en el mundo que no haría por ella, su amor y cuidado por Glimmer eran incondicionales, era algo tan seguro como la existencia del sol, él sabía que nada de lo que ella pudiera hacer la haría amarla menos.

Nunca podría imaginar el lastimarla o privarla de ese amor, en el momento en el que se dio cuenta de lo llena de amor que estaba su vida, fue cuando el dolor que Shadow Weaver le infringió empezó a aclararse, él nunca podría imaginarse el tratar a alguien de la manera en que ella lo trato, siempre obligándolo a competir por un pedazo de aprobación.

Es por eso por lo que, al llegar a la Isla de las bestias, Micah había decidido hacer todo lo posible para volver con su familia, la que había trabajado tan duro por crear, la que amaba con todo su corazón y la que lo había sanado en lugares que no sabía que estaba roto.

Mantuvo la cuenta de los días en una roca junto a la orilla, usando una piedra afilada, aprendió los secretos de la isla, que frutas estaban maduras y cuales debía evitar.

Los Chippits eran los menos agradables para comer, pero tienen mucha más proteína que los Scruffers o los Razor-fins, los Pookas viajaban en manadas y eran fácilmente distinguibles por una tenue luz azul que emana desde el exterior de su caparazón, él podía evitar ser detectado si era lo suficientemente rápido como para evadir su rango de visión, o si se acostaba tan quieto que no podían detectar si quiera su respiración, y la monstruo serpiente que vivía en el centro de la isla rara vez paseaba tan lejos del centro como para ser considerada una amenaza.