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JungKook suspiró, cerrando sus ojos y negando lentamente.

-¿Qué sucede JungKook? -habló, riendo con elegancia-. ¿No te gusto? Porque tu cuerpo dijo otra cosa

JungKook no podía articular palabra alguna, su rostro estaba totalmente rojo, y sus ojos, brillaban a causa de la vergüenza de admitir que aquello le había gustado.

-¿Qué te hace pensar que con eso fijarás una victoria? -murmuro apenas audible, dándole la espalda

Como decía mi abuela «A tiempos desesperados, medidas desesperadas»; pensó JungKook.

¿Cuántos no habían vencido con el poder de la seducción? Ya había avanzado hasta ahí, no podía simplemente salir corriendo.

-No, no puedo -movió sus labios, sin emitir un solo sonido-. Lo haré

Sonrió, mirando la calle abandonada, a causa de la hora, después de reojo le observó morder una manzana.

La manzana de la discordia; pensó JungKook.

Él ya había fijado el campo de juego, el arte de la satisfacción carnal, ahora, quedaba vencerle en su propio juego.

-Oh honey -habló, mirándole

Él le miro incrédulo, mientras JungKook se acercaba, decidido y sin titubeos.

-¿Qué?

-Te ves jodidamente bien con esa manzana -arqueó una ceja-. Pero, lo dejaremos para después

TaeHyung sonrió, JungKook lo hizo en sus adentros. Ninguno se confiaba del otro, pero sabían que, en juego, había más que solo orgullo. Aunque, como malos perdedores y buenos orgullosos, no iban a admitirlo.

JungKook, se sentó sobre sus piernas, conectando con aquellos ojos grises con tonalidades doradas, acariciando su cabello, detallando cada facción que le ofrecía a causa de su tacto en el contrario.

Sonrió, para acercarse a besarle, al principió este no le correspondió, pero a medida que le insistía en abrir sus labios, accedió, jalándolo firmemente hacia él, haciéndole saber cómo lo tenía, totalmente duro.

JungKook gimió al sentir su miembro bajo su trasero, separándose ligeramente de él.

-Joder -susurró, separándose ligeramente de sus labios, estaba nervioso, pero no iba a dejar que aquello le entorpeciera, limitándole en su propia jugada

Alzó ligeramente las caderas, para dejarse caer sobre el miembro erecto de su contrincante, haciéndole gemir.

Pensó en retarle, pero en lugar de hacerlo, repitió su movimiento. Una y otra vez, perdiendo en el éxtasis a su enemigo, sonrió victorioso, volviendo a atrapar sus labios con los de él, TaeHyung apretaba sus caderas, mientras JungKook movía su trasero sobre su erección, enloqueciendo al rey de las pesadillas.

Un duelo de lenguas se llevaba a cabo en sus bocas, peleando por vencer el uno al otro, las manos de JungKook estaban firmes en su cabello, acariciándolo, las de su oponente, en sus caderas, firmes, disfrutando del movimiento que estas ejercían en su erección.

Sus bocas estaban entrelazadas, pero no se besaban, su atención estaba concentrada en ese movimiento tan firme, certero sobre sus intimidades, y sus gemidos morían en la boca del contrario. JungKook fue el primero en detenerse, mirándole a aquellos orbes, fijamente, con la cara roja, su cabello desaliñado, TaeHyung le miraba sonriente, pero su respiración le delataba, sus pechos iban al mismo ritmo, buscando regular sus respiraciones.

JungKook enarcó una ceja, dispuesto a recriminar algo, pero sus palabras no lograban ser articuladas, morían en un suspiro.

-No tienes que decir nada memorable -habló, acariciando su brazo descubierto-. Ya hiciste algo memorable -sonrió burlesco, encarándole-. Me gusta que tomes la iniciativa, es bueno ver que en ocasiones... no hay necesidad de someterte a mi voluntad

JungKook se puso rojo, pero no a causa de vergüenza, todo lo contrario, estaba molesto. Él creía que lo tenía bajo su dominio, y estaba dispuesto a demostrarle que no era así.

No actúes en un arrebato de ira, JungKook, tranquilo; pensó.

-Es más interesante si ambas partes están comprometidas en el juego -comentó, bajando de su regazo, dándole la espalda, volviendo a mirar por la ventana-. Sí solo uno juega a tener el control, ya no es divertido

TaeHyung sonrió, JungKook le miró de reojo.

-Supongo que tienes que ir a... hacer lo que tú haces, así que, hasta otra dulce pesadilla -sonrió, pasando a su lado, mirando de reojo su erección

-¿Piensas irte sin más? -cuestionó, sin moverse más, solo alzando la voz, mirando de reojo el bulto de los pantalones de JungKook

-La partida terminó, podemos dejarlo en tablas, mañana podríamos jugar una revancha -JungKook ni si quiera se giró a verle, ignorando su mirada

-¿Aún sigues creyendo que tienes el control de la situación? -agravó su voz, levantándose escandalosamente de la silla, caminando hacía él

-¿Y qué hay de ti? -gritó JungKook, encarándolo-. ¿Crees que me puedes someter como cuando era una niño?

-No solamente lo creo, lo hago

JungKook rio divertido, sin dejar de mirarlo a los ojos, que comenzaban a reflejar molestia.

-Yo no podría decir lo mismo -JungKook le desafió con una mirada, lleno de firmeza, seguridad y con un atisbo de tranquilidad-. Ahora, ¿quieres jugar? Bien, atente a mis condiciones

-Eso no es lo que deberías decir...-acarició su mejilla-. Lo sabes JungKook, puedo darte vuelta en este juego

-Y eso, es lo que sigues creyendo -JungKook se giró, avanzando-. Acéptalo, puedo hacerlo mejor que tú, rey de las pesadillas

TaeHyung lo alcanzó a medio pasillo, acorralándolo en la pared, con un movimiento rápido, encerrándolo entre sus brazos, agachándose un poco para quedar a la altura de su cara. Su mirada reflejaba dureza e intolerancia al comportamiento de JungKook.

-JungKook, pequeño Kook -sonrió, sin perder la conexión de sus ojos con los de él-. No tienes el control, lo sabes, te duele admitir que no, pero sabes que es así, sabes que no puedes vencerme, a pesar de que creas que es así, simplemente no puedes hacerlo

-¿Por qué te aferras al pequeño Kook? -espetó, alzando una ceja-. ¿Solo puedes ganarle al pequeño Kook? Cariño, sabes que puedo jugar mejor que tú, en este juego. Lo sabes, por eso te aferras a la idea de tener el control, pero sabes que lo pierdes a cada paso que doy -JungKook se acercó a sus labios, mirándolos con deseo, sin besarlo-, sabes que puedo vencerte y eso, cariño, te enloquece -susurro con sensualidad, mirándole con ojos traviesos, atrapando sus labios en un beso apasionado

El contrario le siguió aquel beso, cargado de deseo, lujuria y morbo. TaeHyung bajo sus manos a su trasero, cosa que JungKook aprovecho para aferrar sus piernas a sus caderas, quedando trepado en TaeHyung.

Lo beso como jamás lo volvería hacer con alguien, de eso estaba seguro, aquel hombre, denominando rey de las pesadillas, ponía todos sus sentidos alerta, clamando por ser atendidos, toda la adrenalina que liberaba para seguirle el paso, lo hacía enloquecer, su cuerpo quemaba a cada toque, a cada roce de sus labios con los de él, los chasquidos que besarse provocaba, cada minúsculo detalle, sabía que jamás lo repetiría, y aunque le asustaba, los correspondía y los disfrutaba.

Porque, ¿qué es un juego, si no se disfruta?

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-Imagine

𝑆𝑜𝑚𝑛𝑢𝑚 𝐸𝑥𝑡𝑒𝑟𝑟𝑒𝑟𝑖 | 𝑇𝑎𝑒𝐾𝑜𝑜𝑘 [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora