«Él no es más que un hombre cualquiera, con una historia que contar, desde su propia perspectiva.
Cuando el vino a mí pidió ser escuchado, quería ser quién hablara por sí mismo, porque tal como él dijo, todos somos el villano en una historia mal contada.
Y sí, me dijo, podré ser el villano de esa historia, pero, me gustaría que conocieran la mía, y no, no para recibir compasión, mucho menos para justificar mis acciones, si no para comprenderlas.
Si yo existo, es porque tengo una razón para ello.»
Las manos de TaeHyung bajaron rápidamente al trasero de JungKook, masajeándolo suavemente, con las puntas de sus dedos, delicadamente, pero con necesidad.
JungKook intentaba procesar sus palabras, sus labios no correspondían a los contrarios, su mente, seguía intentando alcanzar y razonar un significado lógico para esas palabras.
¿Realmente hablaba en serio?
No, no. Lo sabes, tiene que hacerte creer que le importas, pero no es así, eres un medio para sus fines, necesita comprarte con cualquier método, y, lo está logrando; razonó JungKook.
—TaeHyung... —gimió bajo, estaba dispuesto a jugar sus cartas
Sus manos se colaron en aquel perfecto peinado, acariciándolo, siguiéndolo en aquel duelo de besos, sus manos comenzaron a bajar a sus hombros, sosteniéndose de ellos, y sus caderas, comenzaron a marcar un ritmo sobre el regazo del rey de las pesadillas, quién comenzaba a flaquear en sus besos, debido a los movimientos que se realizaban sobre su entrepierna.
—JungKook... —intentó hablar, aunque salió apenas en un ligero suspiro
—N-no digas nada —respondió, jadeando, poniendo un dedo sobre sus labios, acercándose para besarlo nuevamente
Sus caderas buscaban el mínimo contacto de roce, aún sobre sus prendas, buscaban acercarse cada vez más, tratando de romper lo que les separaba, mientras los chasquidos, producto de aquellos besos necesitados, inundaban la sala de aquella casa.
Las manos de TaeHyung se aventuraron con rapidez bajo la playera holgada de JungKook, robándole suspiros, quién no perdió tiempo para tratar de igualarle, buscando colar sus manos.
—Sabes... —gimió JungKook—, n-no necesitamos hacer esto —jadeo, tratando de regular su respiración
—Quizás, es —besó su mejilla, con delicadeza, y un beso ligeramente audible— la —repitió su acción— única manera, de sentirme querido —beso su hombro, para mirarlo a los ojos
—¿Por qué necesitarías cariño? —susurró JungKook, reposando sus manos en sus hombros, deteniendo sus movimientos
—¿Y por qué no? —rio con elegancia
—No parece ser una necesidad para ti —respondió JungKook, bajando de su regazo—. No tendría sentido que quisieras, ya sabes, "sentirte querido" —enfatizó con comillas
—No necesitas comprenderme —susurró con un tono demandante, incluso más grueso de su tono normal—, no ahora, pero, quizás lo hagas después, aunque —lo abrazó por detrás, dejando a JungKook en shock—, tampoco necesito que lo hagas —susurro en su oído, causándole escalofríos a JungKook, para después dejar un beso en el arco de su cuello y hombro
Sus manos lo cargaron con facilidad, subiéndolo en la encimera de la cocina, para reanudar un duelo de besos, que, JungKook no tardó en corresponder.
Ambos buscaban ganar, dominar el uno al otro, lo sabían; necesitaban saber que podían ejercer poder el uno sobre el otro, y era cuestión de orgullo, necesitaban reafirmarse a sí mismos que, podían dominar, al contrario.
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𝑆𝑜𝑚𝑛𝑢𝑚 𝐸𝑥𝑡𝑒𝑟𝑟𝑒𝑟𝑖 | 𝑇𝑎𝑒𝐾𝑜𝑜𝑘 [Finalizada]
Hayran Kurgu«Si no puedes con el enemigo, siempre está la opción de unírtele.» JungKook llevaba presente esa frase desde que el rey de las pesadillas le atormentaba de pequeño, cada noche que le atormentaba, juraba volverse fuerte y un día de tantos, lo enfrent...