Capítulo 7

19 5 0
                                    

Este es el camino más fácil.


3 años después...

— ¡Uno!, ¡Dos!, ¡Uno!, ¡Dos!— Me gritaba mi entrenador— ¡Arriba! ¡Vamos! ¡Tú puto atacante no te dará un maldito segundo, así que arriba! ¡Golpe a la izquierda! ¡Patada! ¡Uno!, ¡dos!

Estaba agitada, mi respiración fuera de descontrol, mi pecho ardía pero yo seguía firme en mi entrenamiento de defensa personal. 

— Vamos...— dije agitada— solo dame un segundo—. Me tiré al suelo casi desmayada— En una hora tengo entrenamiento de tiro. Necesito una ducha.

— Como quieras, pero recuerda que esto no es un puto Spa y acá no vienes a relajarte—. Yo solo asentí y cerré los ojos intentando que mis chacras se relajen.

Marlon, no era el mejor oso de peluche pero si era el mejor entrenador del mundo. En los últimos dos años me había enseñado tanto a defenderme que era increíble todo lo que había crecido en esto. Me ha enseñado a usar armas, cada unas de ellas y es que no me cabe la dicha para expresar todo lo que esto me transmite.

— ¿Para eso querías que le pagara a, Marlon? Te la pasas durmiendo siempre.

— No seas imbécil, que no recuerdo la última vez que dormí como una reina. 

— Levántate y pelea maldita cuerpo sin vida.

— No peleare contigo. Solo déjame en paz—. Aún mantenía los ojos cerrados.

—¿Tienes miedo?—. Me tiró unos guantes de boxeo—. Anda muévete, cobarde.

— Tú lo pediste, hijo de puta—. Me puse de pies y escupí a un lado colocando los guantes sin apartar la mirada de él.

Su riza sínica de medio lado y su cabello desordenado me demostraba que le gustaba molestarme. Estaba sin camisa dejando al aire libre sus buenos (muy buenos) atributos, su tatuaje de León en su pecho en la parte izquierda.

— ¿Qué me vez? ¿Lo guapo que soy?— Golpeó sus guantes antes de cuadrarse  y esperar que yo atacará primero.

— Sí, estoy recordando cada facción porque será lo que verás cada mañana antes de que te destruya el rostro.

Él, solo soltó una risita ronca por lo bajo.

— Vamos, nena—. Me hizo seña para que me acercara.

Empecé a moverme de un lado a otro y luego en círculos con él, buscando ese punto débil. Él, era bueno en el ring pero no era mejor que yo así que cuando encontré su mínimo descuido le di un derechazo en la cien. Fui rápida pero él igual devolviendo un golpe al instante que hizo que perdiera algo del equilibrio. Me incliné un poco intentando de recuperar algo de estabilidad, mientras que él se acercaba.

— ¿Lastime a su majestad?—. Observe  su abdomen ya que era lo que veía desde esta posición.

— ¿No te han dicho que no puedes bajar la retaguardia?—. Diciendo eso le di un fuerte golpe desde la parte baja de su barbilla haciéndolo caer al suelo.

— Joder, Hanna—. Dijo tocando su barbilla mientras yo me quitaba los guantes.

— ¿Lastime a su majestad?—. Use sus palabras esbozando una sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 10, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Después del Dolor[En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora