Era de esos días en los que te levantas con un sentimiento diferente, de esos días en los que sabes que algo va a pasar, y que no estás muy seguro si será bueno o será desastrozo. Algo así sintió Zayn esta mañana.
Caminó hacia la cocina en ropa interior, porque el calor de Marzo era simplemente insoportable en las noches, y el aire acondicionado de su departamento había dejado de funcionar porque la vida odiaba a Zayn, estaba convencido.
Se preparó su café americano, sin azúcar y una tostada con mermelada de frambuesa. Le dio solamente una mordida cuando sintió esos nervios en el estómago que hacía meses que no sentía. ¿Qué estaba pasando? Lo ignoró. Era sábado y quería salir. No necesariamente con amigos, aunque solamente tenía un amigo, quería estar solo, con un libro y una cajetilla de cigarros. Nada más.
Así que eso hizo. Vació su café en un termo, se cambió a algo cómodo, agarró sus cigarros, las llaves de su pick-up y salió de su departamento, cerrando con llave.
Estacionó la camioneta frente a un parque. Frente a ese parque donde había sido su primera cita con Niall, y suspiró. Dejó que el aire fresco y el olor a primavera llenaran sus pulmones y entró por las puertas del gran parque. Se fijó en los perros corrieteandose entre ellos y sonrió.
Se sentó en una de las bancas del parque, abrió uno de los dos libros que traía y después de darle un trago a su café y encender un cigarro, comenzó a leer.
Zayn escuchaba a las personas pasando frente a el, escuchaba a los perros ladrar y las risas de los niños jugando. Escuchaba el sonido de las bicicletas pasar e inhalaba más de su cigarro. Suspiró aburrido. No sabía ni por qué había comprado este libro. La gente siempre decía que no había que juzgar por las portadas, y Zayn, por hacerlo, se terminaba comprando novelas para quinceañeras. Vomitibas, realmente. Cerró el libro y se enfocó en el paisaje que tenía de frente. Encendió otro cigarro y dejó que el humo reposara adentro de el por unos segundos. A veces el cigarro todavía lo mareaba un poco. O tal vez se mareaba porque dejaba de respirar y entonces el oxigeno no le llegaba al cerebro.
Estaba tan mareado, que juró que estaba viendo a Niall en una bicicleta. Casi quizo reírse...
Hasta que enfocó la vista y entonces estaba seguro. Niall acababa de pasar frente a él.
No lo pensó dos veces, cuando se levantó de golpe, tirando el libro, el café y la cajetilla al piso, y gritó. Tal vez debió de haberlo pensado un poco más, tal vez solamente tenía que haber corrido hasta alcanzarlo, pero habían pasado 7 meses sin saber nada de él, y de verdad no quería perder esta oportunidad.
"¡Niall!" gritó con todas sus fuerzas. Y miró en cámara lenta como Niall giró la cabeza y perdió el control de la bicicleta. Cayó de lado, y Zayn solamente pudo correr repitiendo una y otra vez "mierdamierdamierda"
Zayn estiró los brazos para ayudar a Niall a levantarse en cuanto llegó al lugar donde se había caído, pero Niall solamente lo miró fijamente a los ojos, volviéndose a perder en ellos y suspiró. Niall no sabía si las lágrimas que sentía venir eran por la dolorosa caída o por ver a Zayn ahí, dispuesto a levantarlo despues de haberlo visto caer...
Niall se levantó a si mismo quejandose y agarrándose las corstillas. Miró a Zayn durante un par de segundos más y tomó su bicicleta, la cual tenía la llanta doblada. Genial. Se dispuso a caminar pero Zayn habló.
"Niall, espera." La voz de Zayn era ronca e indecisa, nerviosa. Niall se volteó lentamente, intentando no hacer muecas por el dolor que sentía en su costado. "¿Estás bien? ¡Oh por dios, estas sangrando!" Zayn se acercó por instinto y colocó su mano sobre la de Niall, que estaba sobre sus costillas. Niall se hizo para atrás.