EXTRA ━ 002

2.4K 321 29
                                    

❝Viviste un infierno. Pero ese infierno ayudó a criarte correctamente.❞

─ ¡Papá! Ya llegamos ─La voz de Nera se escuchó en la sala de mi papá mientras yo cerraba la puerta con cuidado, debido al viento, que seguramente la cerraría con fuerza y a papá le molestaban los ruidos fuertes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─ ¡Papá! Ya llegamos ─La voz de Nera se escuchó en la sala de mi papá mientras yo cerraba la puerta con cuidado, debido al viento, que seguramente la cerraría con fuerza y a papá le molestaban los ruidos fuertes.

Me fije si Nera se había sacado los zapatos y cuando ví que si lo hizo procedí a hacer lo mismo, seguí sus pasos entrando por completo al departamento, todo se encontraba en silencio salvó el viento que entraba con fuerza por las ventanas abiertas.

“Seguro salió por algo de comida”, pensé en ese momento mientras recorría el pasillo donde estaban las habitaciones y el baño, cuando pase frente a este último pude oír con claridad como corría el agua del lavamanos.
“Se debe estar afeitando” también pensé, pero es raro que no nos haya salido a saludar.

─ ¿Papá? ─Golpeé suavemente la puerta para no asustarlo, ya varias veces había pasado que Nera lo asustaba mientras se afeitaba y se terminaba cortando, causando varios regaños de su parte.

Al no oír respuesta volví a golpear y escuché el movimiento del agua del otro lado, algo dudoso trate de abrir la puerta pero estaba cerrada.

─ ¡Nera! ─La llamé, oí sus pequeños pies bajar del sofá y venir por el pasillo.─ ¿Puedes traer la llave que papá deja sobre la mesita de la sala?

Soltó un suave “Sí” en respuesta y sus pasos se alejaron, para volver unos minutos después con las llaves en sus manos.

─ ¿Sucede algo, Nii-san?

─ No, ahora vuelve a la sala por favor. ─Pedí en un murmuro e introduje la llave en la cerradura, abriéndola.

Al hacerlo pude sentir como el agua comenzaba a mojar la punta de los dedos de mis pies, por lo que subí la vista y lo ví.

Su cabello desordenado con el color de las rosas más rojas del mundo, ahora combinaba perfectamente con la sangre que corría fuera de sus brazos y caía al agua de la bañera, manchando aquel líquido cristalino.

─ Pa..pá ¡PAPÁ! ¡NO! ¡TÚ NO! ─Recuerdo perfectamente ese momento, recuerdo perfectamente el espesor de su sangre manchando mis pequeñas manos cuando había tratado de cerrar las heridas.
Recuerdo perfectamente los pasos apresurados de Nera acercándose al baño y yo cerrando la puerta, encerrandome con el cuerpo ya inerte de mi papá dentro.

Sabía que en algún momento pasaría, la abuela se lo repetía seguidamente a mi madre y ella no le tomaba importancia, también recuerdo lo dicho por el juez.

“El padre no es apto para quedarse con la custodia de los niños, la madre deberá de quedarse con ellos mientras que el señor Nakamoto va a rehabilitación”

Todavía podía sentir los brazos de mi papá rodearme unos días antes luego de mi primer juego y decirme que estaba orgulloso de mí, que podía lograr todas mis metas si iba por el camino correcto y que él iba a ayudarme.

Irónico, se suicidó antes de siguiera verme ganar una medalla de bronce.

─ ¡NAO! ABRE, LLAMARE A MAMÁ SI NO LO HACES. ─Con eso años después me reiria, también lloraría porque mi madre nunca apareció y meses después me enteré que estaba haciendo cosas que no son de mi agrado mencionar.

Pero si apareció alguien, mi tio Enji... él hermano de papá.

Su expresión al verme junto al cadáver de papá es difícil de olvidar, su desesperación para separarme de aquel ser sin vida y la impotencia en sus ojos mientras lágrimas bajaban de estos...

─ Nao, necesito que le digas al oficial todo lo que sucedió. ─No recordaba el momento en el que llegó la policía o el trayecto a la estación, solo recuerdo el momento dónde ya estaba frente a ambos oficiales y mi tío a mi lado.

─ Obaa-san nos dejó en el departamento de papá ya que mamá no contestaba las llamadas y no quería dejarnos solos, cuando cerré la puerta de entrada Nera fue a la sala a buscar a papá pero como no respondió a sus llamados creímos que no estaba, por lo que me puse a recorrer el piso. Al pasar frente a la puerta del baño oí la llave de la canilla abierta por lo que pensé que se estaba afeitando así que quise entrar... pero la puerta estaba cerrada. ─Mi mente había quedado en blanco y no pude continuar, semanas después de ir a terapia me dijeron que eso era normal, que era un mecanismo de defensa de mi conciencia.

Meses después me encontraba en el mismo departamento, papá días antes de morir había hecho su testamento y había dejado su departamento a mi nombre, al parecer era para que yo pudiera independizarme a temprana edad, pero yo no quería ese departamento y hablé con la abuela Kiosan, mamá de papá.

─ Así que mi muchachito quiere empezar en los negocios ─Había sido su respuesta luego de decirle que quería vender el departamento y que abriera una cuenta bancaria a mi nombre para poder depositar el dinero ahí, aparte del dinero del seguro de mi padre que lo dividiría en partes iguales cuando Nera cumpliera la mayoría de edad.

Ese día era la venta del departamento y los compradores aún no habían llegado, cuando abuela se despistó decidí subir a la terraza y apreciar las vistas por última vez.

No vale la pena perseguir algo si con ello alargas una vida de sufrimiento. ¿No lo crees, papá? ─Hablé al aire y una corriente de viento movió mi cabello como ese día, lágrimas inundaron mis ojos y después de meses pude dejar salir esas lágrimas, lágrimas que a mis casi 9 años eran difíciles de aguantar.─

─ Nao, cariño. Necesitas aferrarte a algo. A lo que sea. Deberías esperar a que llegue. Te aseguro que sucederá. ─La mano cálida de mi abuela se había posado sobre mi hombro antes de que sus brazos me rodearan.─ En algún momento llegará ese algo o alguien que te haría darte cuenta que esa es la razón por la que estás vivo.

─ Abuela, ¿Y si la razón para estar vivo ya no está más conmigo?

AMERICAN BOY ━ HAIKYUU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora