red moon 13

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Dedicada a LoeciVhope

Poder amarte es una bendición...


El espeso y dulce olor a sándalo dominó sobre la lavanda, tan adictivo, ocupando todo el espacio del vehículo de JungKook, quien lograba mantener un hilo de cordura para no ceder al llamado de su necesitado omega. Hoseok tenía las mejillas rojas mientras sus labios emitían gemidos y no había dejado de restregarse en el asiento, deseando como nunca a su alfa. Podía sentir su agujero tan mojado por el lubricante e incluso su ropa interior estaba húmedo, pero la ansiedad, el anhelo causaba un dolor tan palpitante en el vientre como en su entrada.
 
Los nudillos del azabache eran prácticamente blancas al apretar con fuerza el volante, respirando poco para no aspirar aquella fragancia que estaba por hacerlo enloquecer. Llegar a su departamento fue toda una faena y tuvo que golpear una de las columnas de la cochera para mantener su lado animal a raya. Su propio celo parecía haber coincidido con el de su omega, sin embargo, jamás había sido tan fuerte y difícil de controlar, pues hasta podía sentir el calor quemar su piel y el campamento de sus pantalones eran jodidamente incómodos. Tuvo que contar hasta veinte y tras ello caminó hasta la otra puerta para abrirlo, contemplando una sensual imagen de un Hoseok con pupilas dilatadas y labios entreabiertos, jadeando.
 
—N-no, mhmg... te atrevas a tocarme —trató de sonar amenazante el omega y es que si bien el celo permitía a su animal surgir casi por completo, éste jamás había ocasionado nada igual; siempre eran días tranquilos y gruñones cuando algún alfa buscaba insinuarse, en cambio hoy, su maldito lobo pese a ser un resentido, añoraba sentir las manos de su alfa paseándose por su cuerpo. Estaba cansado de tener que reprimir su deseo carnal por esperarlo y es que si no era él, no era nadie más y este sentimiento era tan mutuo por parte del lobo de JungKook.
 
—No haré nada que no quieras, Seokie —aseguró con un tono dulce y aunque el omega se resistió al inicio, permitió que el azabache lo tomara entre sus brazos para llevarlo al ascensor. JungKook mantenía sujeto con posesión la estrecha cintura de Hoseok y una vez estuvieron dentro del departamento, acomodó al omega sobre sus piernas e hizo que se apoyara en su hombro. —Confía en mí, Hobi, no haré nada hasta que tú me aceptes —le susurró, dejando caricias en su brazo tratando a la vez de retener a su maldito y excitado lobo que estaba siendo embriagado por las feromonas flotando en el ambiente.
 
Hoseok se mantuvo en silencio, rígido al principio, esperándose quizá de que el alfa aprovechase esa situación para tomarlo, en cambio, estaba recibiendo mimos y uno que otro beso en sus platinados cabellos. Debía de admitir que su lobo rebosaba de alegría y sobre todo, moría por sentir el nudo de JungKook forcejeando con su virgen entrada para luego llenarlo de su caliente semen. Apretó las piernas y se removió inquieto, con sus manos apretando la camisa ajena y, fue incapaz de reprimir el deseo de hundir el rostro en el cuello del alfa, aspirando su fragancia de fuerte menta y café. E, inevitablemente, atrapó una porción de piel para chupar hasta dejar una notoria marca rojiza que claramente gritaba "es mío" y el azabache apretó el muslo del omega tratando de apaciguar a su lobo.
 
Hobi...  detente —rogó y podía asegurar que pronto lloraría por el dolor en su entrepierna cual estaba siendo deliciosamente presionado por el trasero del menor. Pero, no era suficiente y él quería más, moría por desvestirlo, probar por primera vez el placer de hundirse en su agujero apretado que seguramente esperaba por él. Rezó a la luna, pidió por más autocontrol, aunque sus manos parecían no estar de acuerdo, ya que, como si tuvieran propia vida se deslizaron hasta cubrir los glúteos del menor con sus palmas y hundió sus dedos en la carne cubierta por el pantalón.
 
—Si te hubieras quedado —empezó a hablar a media voz Hoseok acomodándose para quedar con las piernas a cada lado de la cintura de JungKook. —estaríamos ahora desnudo, tocándonos, besándonos... contigo entre mis piernas y tu moviéndote en mi interior —susurró cerca a su oído, ascendiendo con diminutos pero húmedos besos y cuando estuvo cerca a su boca, se separó unos centímetros para encontrarse con los oscuros ojos con ligeros toques de bermellón. —y probablemente... tu marca —tomó la mano adversa para colocarla sobre su glándula olfativa y casi sobre su boca, rozándola, añadió: —estaría aquí.
 
Hoseok buscaba solo desesperarlo y pretendía bajar después de sentir como la mano en su cuello ejerció presión a la vez que un bulto se restregaba sin pudor en su trasero, sin embargo, JungKook sabía de antemano o imaginaba lo que haría el menor, por lo que sus brazos rodearon su anatomía para acercarlo completamente en su cuerpo. —Mi marca y solo la mía estará ahí, Hobi —y aun cuando sentía que su pene explotaría, sus labios se presionaron con ternura sobre los de su omega como el primer beso que tuvieron—, porque naciste para ser mío...



Gracias a las que me esperan y por favor, tengan paciencia
decidí que ésta historia como egoistic participaran en golden duo awards
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¿Qué les parece?

a thousand year love 🍂 junghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora