Fiorella
Una cena con mi ¿suegra? Es algo raro porque eh pasado por esa situación una vez y las cosas no terminaron muy bien a decir verdad.
Parada frente a mí espejo analizo mi apariencia: Un pantalón blanco algo suelto junto a una blusa color durazno, mis zapatos son de tacón color nude. Me veo bien.
—Fiorella. — veo a mi madre analizándome.
— ¿Me veo mal? — musito al ver que se quedó hipnotizada.
—No, no es eso, solamente que pensé que el momento de conocer a tu suegra llegaría.
—No es mi suegra todavía, la mamá de Ray quería conocerme y ya.
—Si lo que digas. — rodó los ojos antes su comentario.
Después de unos cuantos consejos de parte de mi madre y comentarios celosos de mi padre, emprendí mi camino a la casa de Ray.
Cuando estuve frente a la puerta, mis manos sudaban, toque dos veces la puerta.
Una señora de al menos 40 años abrió la puerta y jadeó sorprendida.
— ¡Oh por Dios Ray es igual a tu dibujo! Tu novia es muy bonita. — me sonroje y ella lo noto.
—Oh querida no era mi intención avergonzarte pero, eres idéntica al dibujo de mi bebé y ¡Dios! Ray me dijo que eras bonita pero eres más que eso.
Se hizo a un lado para que pudiera entrar, Ray estaba saliendo de un cuarto, cuando me vio una sonrisa apareció en su rostro.
—Fio que preciosa estas. — tomo mi rostro con ambas manos y dejo un beso en mis labios. Me sorprendió no pensé que frente a su madre me besaría. — Fio te presento a mi mamá Erika, mamá ella es Fiorella. —
—Es un gusto señora. — extendí mi mano y la tomo para jalarme y estrecharme en un abrazo.
—No me digas señora cariño, soy Eri, suegra o incluso mamá, como te sientas cómoda decirme, al fin y al cabo tú eres la que le robo el corazón a mi bebé.
—Mamá. — Ray bufó alargando la a.
—Bueno pasemos al comedor, los últimos invitados están por llegar.
Nos fuimos a sentar. Ray a mi lado, mi suegr... no, Eri se sentó en un extremo, frente a mi había dos asientos vacíos, supuse que era de los invitados.
Escuchamos golpes en la puerta.
—Creo que son ellos. Iré abrir.
Mi corazón empezó a latir muy fuerte, esta sensación solo la sentía en esas ocasiones, pero, por que ahora.
Mi respiración se cortó al ver a las personas que entraban al comedor.
—Fiorella te presento a Marco y Leonardo. — pude ver como Leonardo sonreía sínicamente.
—Mucho gusto. — me limite a decir.
—Fiorella, un nombre interesante, se me hace conocido tu nombre. ¿No será que ya nos conocemos?
—No lo creo, lo recordaría pero nunca lo he visto. — sonreí
—Bueno que tal si comenzamos nuestra cena.
Erika saco la cena del horno y empezó a repartir. Comencé a comer en silencio.
Sentía la mirada de Leonardo y de Marco. Me estaba comenzando a incomodar hasta que Ray puso su mano en mi rodilla y me miro sonriendo. Me calme un poco pero el toque de incomodidad seguía ahí.
—Y Fiorella ¿Qué estudias? — soltó Marco.
—Estudio Gastronomía señor.
— ¿Gastronomía? Y eso de que te servirá, de seguro terminaras vendiendo comida en la calle. — Mi pulso comenzó a acelerarse.
—Mmm creo que no, recientemente mi padre adquirió un restaurante aquí y está planeando abrir más, así que creo que trabajo tendré, porque además vengo de una familia de chefs y comensales.
— ¡Waoh! Estoy sorprendido.
Iba a contestar pero mi celular empezó a sonar. Cuando quise contestar colgaron, era mi papá, a los segundos me llego un mensaje avisándome que ya venía en camino.
—Erika estuvo deliciosa la cena y no quisiera irme pero mi papá ya viene por mí. —me levante de mi asiento.
—Qué bueno que te haya gustado, espero tenerte por aquí más seguido.
—Tenlo por seguro. Señor Marco, Leonardo, un placer conocerlos.
Tome a Ray de la mano para ir afuera.
— ¿Te pasa algo? — pregunto una vez afuera.
—No, ¿Por qué?
—Cuando vistes a Marco y Leo te pusiste tensa.
—Recordé cosas del pasado. Prometo contarte pero ahora no, ¿sí?
—Está bien, pero bueno ahora ven aquí. — Me toma de la cintura acercándome a él, nuestras narices se rozan, no me dejo reaccionar cuando capturo mis labios. Era un beso mágico, nuestras cabezas se movían permitiendo así tener más acceso a nuestros labios. Quise separarme por falta de aire pero cuando lo hice Ray tiro de mi labio inferior provocando un pequeño jadeo de mi parte. Justo cuando su mano empezó acariciar mi cintura debajo de la blusa, un claxon sonó.
—Bueno creo que aquí termina la velada. — Dijo con nuestras frentes pegadas.
—Tengo que irme. — dejo un pequeño beso y camino al auto de mi papá.
—Podrían darse afecto en otra parte y no en la vía pública sabes. — Rodee los ojos.
Mire a Ray y con la mano lo despedí.
—Papá. — lo llame, captando su atención.
—Dime princesa. —
—Ellos están aquí. — dije con los ojos cristalizados.
El me miro con preocupación y una lagrima cayo por mi mejilla. Aparco el auto y me abrazo.
—Lo resolveremos cariño, lo resolveremos. — dijo mientras acariciaba mi cabello.
Solo esperaba que esta vez lo podamos resolver.

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Retratos de amor
Ficção AdolescenteExiste la teoría de que si en tu vida no pudiste ser feliz con el amor de tu vida, puedes encontrarla en la siguiente. ¿Soñar con una chica? ¡Joder la única mujer en mi vida es mi madre, pero ¡Diablos! Ese sueño lleva ocurriendo semanas. Ray un est...