SALVAJE -Katsudeku - Omegaverse-

Capítulo 15 - Rescate

Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenvenidos mis queridísimos/as amigos/as fujoshis, fudanshis, gente que le gusta el furro y el shota.

Un nuevo capítulo jeje. Como dije anteriormente, publicaré varios capítulos en todos mis fics por el tiempo que estuve ausente...

Enjoy.

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Salimos de casa y subimos a la camioneta que tenemos.

El camino a la agencia fue incómodo y silencioso. Ninguno de los dos dijimos nada.

Después de un rato llegamos al lugar. Bajamos del vehículo y nos adentramos a la agencia. En el momento en que llegamos, las miradas hacia nosotros se hicieron presentes; N°1: Por el operativo que se llevaría acabo y N°2: Por la incomodidad que había entre Kacchan y yo.

Llegamos a la sala de reuniones, y ahí se encontraba el escuadrón principal. Entramos y sus miradas automáticamente se dirigieron hacia nosotros, yo fui a sentarme al lado de Shoto.

—Midoriya... ¿Cómo te sientes? —susurró, ya que Kacchan comenzaría a explicar una vez más el operativo.

—Oh, estoy bien. —susurré de vuelta.

—Oye.

—¿Sí?

—¿Bakugo y tú pelearon? —me tensé cuando dijo eso.

—¿P-por qué lo dices? —reí nervioso.

—¿Por qué más? Bakugo parece de más mal humor que de costumbre.

—Oh... Sólo tuvimos una pequeña discusión... —desvié la mirada.

Kacchan explicó el operativo y como iríamos. De nuevo nos dividimos.

Mirio y yo en la misión principal de rescatar a Eri. Los demás estarían tras de nosotros y nos cubrirían la espalda en caso de cualquier inconveniente.

Después de la explicación fuimos a equiparnos debidamente. Chalecos antibalas, cascos, lentes, rodilleras, guantes etc. Suspiré, me sentía intranquilo y ansioso, el solo pensar en las horribles cosas que le han hecho a esa pequeña me hervía la sangre... Apreté con fuerza uno de los guantes.

—¿Deku? Oye... ¿Estás bien? —Kacchan se había acercado a mi.

—Ah, sí... Estoy bien, no te preocupes. —dije intentando tranquilizarlo, el estaba igual o más ansioso que yo.

—Izuku... —habló.

—¿Hmm? ¿Qué sucede Kacchan? —volteé hacia él.

—Perdón... Perdón por haberte gritado ayer, yo... no era mi intención, solamente estaba preocupado por ti y no supe qué hacer. —dijo con la mirada gacha. Sonreí y me acerqué a él.

—Está bien Kacchan. No te preocupes tanto, no estoy molesto contigo. —dije tomándolo del rostro. —Estoy bien cariño. —el me miró directamente a los ojos y sonreí de nuevo solo para él.

—Gracias... Gracias por seguir conmigo Izuku... —mi corazón revoloteó, me acerqué a él y besé sus labios.

—No tienes que agradecerme nada Kacchan... Yo debería darte las gracias a ti por seguir conmigo.

Repentinamente sentí cómo sus brazos me envolvían en un cálido abrazo, mi corazón latió fuertemente de felicidad. Correspondí su abrazo, no quería soltarlo, en sus brazos me sentía tan cálido y seguro.