Capítulo 4- Ellos

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Bieeeeeeeeeeeeeenvenidos mis queridísimos amigos fujoshis, fudanshis, gente que le gusta el furro y el shota.

Pues lo mismo de siempre, aquí el capítulo 4, espero que lo disfruten uwu

Enjoy.

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Era demasiado tarde, la inseguridad se propagaba como una enfermedad por las calles. No me sentía seguro estando fuera de casa.

Siempre que salgo a trabajar me siento bastante ansioso por tener que dejar a mi omega solo en casa. Es bastante molesto que solo por ser reconocidos, mi esposo y yo somos el blanco de esos bastardos mal vivientes que solo buscan dañarnos. Odio eso.

Esa es una de las razones por las que tenemos nuestra propia agencia, para proteger a los demás y que se sientan seguros.

Salí de trabajar a las 11:40 pm, era bastante tarde, además ya había oscurecido. Suspiré pesado, me dirigía a casa.

Estaba conduciendo mi auto a una velocidad moderada, las calles estaban completamente solas, como si no hubiera rastro de ningún ser vivo.

Conduje por una calle bastante oscura, las luces de mi auto eran lo único que iluminaban la calle. Esa calle era un atajo para llegar más rápido a casa.

En dónde me espera mi amado esposo.

Continué manejando en aquella calle desierta, algo en mi alerta a mis instintos, presintiendo algo malo. Desaceleré un poco, observando cuidadosamente la calle, que se volvía más oscura.

En esta jodida sociedad, donde hay demasiada inseguridad para los alphas, betas y sobretodo para los omegas, ya que varios jodidos alphas que no tienen educación, moral ni valores, esos bastardos enfermos y degenerados que solo abusan de los omegas para complacer sus asquerosas necesidades y que solamente los tratan como un objeto con un fin reproductivo, es desagradable.

Miré el retrovisor del auto y me percaté de que había alguien atrás de mi vehículo siguiéndome, suspiré hastiado ya que no era la primera vez que me sucedía.

Frené el vehículo y empuñé mi arma. Bajé de él sin alejarme.

─¿Quién eres y qué quieres? ─dije molesto.─ ¿Acaso eres otro bastardo estúpido que quiere hacerme daño? ─dije mientras miraba a la persona que se encontraba parada a cierta distancia. No podía ver bien debido a la oscuridad de la calle, así que no logré distinguir si era un hombre o una mujer.

El sujeto se había quedado parado, como si fuera una estatua.

─Mira imbécil. ─fruncí el ceño.─ En este momento no estoy de humor para estupideces como esta, así que dime que es lo que quieres si tienes el valor suficiente. ─pregunté pero no recibí respuesta alguna.

El tipo simplemente se dio media vuelta y se marchó, acaso... ¿Me estaba vigilando? Da igual.

Suspiré de nuevo para meterme de nuevo al auto y continuar mi camino a casa. Después de un rato llegué a casa, se habían vuelto las 12:00 am.

Estacioné el carro y me aseguré de que estuviera bien cerrado. Dí media vuelta, me acerqué a la puerta y busqué las llaves de la casa en mis bolsillos. Las encontré y abrí la puerta de la casa, me dispuse a entrar para descansar después de un largo y arduo día de trabajo. Con la mirada comencé a buscar a Deku, pero no lo vi por ninguna parte. La casa estaba inundada de sus feromonas, su dulce aroma que tanto amo y me tranquiliza

SALVAJE -Katsudeku - Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora