SALVAJE -Katsudeku - Omegaverse-

Capítulo 9- Sufrimiento

Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeenvenidos mis queridísimos fujoshis, fudanshis, gente que le gusta el furro y el shota.

Les traigo el capítulo 9. Y aquí empieza lo más triste o eso creo.

Enjoy.

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Deku se aferró a mi mientras lloraba.

Lloró y lloró, así hasta que se quedó dormido en mis brazos. Lo recosté en la camilla, y vi su rostro; sus mejillas y nariz enrojecidas y sus ojos hinchados de tanto llorar. Iba a irme pero se aferró a mi brazo, no quería estar solo y yo tampoco.

Me quedé sentado en la camilla, acariciando sus rizos mientras dormía. Ojalá y todo fuese un mal sueño, sería bueno despertar y ver a mi lindo omega con su barriga aún más grande con una gran y hermosa sonrisa dibujando su rostro, con unos ojos brillando más que el cielo mismo, pero no... La vida es cruel y es más cruel con las personas buenas.

Todo estaba en silencio. Un silencio fúnebre, el cual fue interrumpido por un doctor.

─¿Señor Izuku Bakugo? ─preguntó.

─No, soy su esposo, Katsuki Bakugo.

─Oh, bueno, vengo solamente para avisarle sobre el feto.

─¿Qué sucede con él?

─Lo mantenemos en la morgue, pero quería saber qué es lo que haría con el feto. Me refiero a que muchas veces los padres donan los cuerpos para fines médicos. No quiero sonar irrespetuoso o insensible.

─Yo... Nosotros queremos tener nuestro bebé.

Eso realmente me tomó por sorpresa, no supe como reaccionar. Tener el pequeño cuerpo sin vida de mi cachorro, era una tortura el tan solo imaginarlo.

─Claro... No podría dejarlo...

Mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas amargas que no pude contener y salieron.

─Lo lamento mucho señor Bakugo.

El doctor dio media vuelta y salió de la habitación. Sentí como mi pecho se contraía fuertemente y de una manera dolorosa. Tenía que decírselo a Deku cuando despertara, tengo miedo de su reacción.

Al fin de cuentas era su madre.

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Desperté, no sé en qué momento me había quedado dormido, voltee y lo vi.

Estaba parado frente a la ventana, miraba perdida y melancólicamente hacia el horizonte, el viento revolvía sus rizos suavemente mientras él suspiraba.

Mi corazón se estrujó.

Ahora era el momento de decirle lo del cuerpo del cachorro.

Me paré y me acerqué a él, lo abracé y besé suavemente para consolarlo y vi sus ojos llenarse de lágrimas de nuevo.

Lo apegué a mi cuerpo apretando el abrazo un poco más, y fui correspondido, tenía que decírselo.

─Deku. ─le hablé suavemente.

─ ¿Qué sucede Kacchan? ─dijo desganado.

─suspiré─ Sobre el cachorro... ─sentí como apretaba su agarre.─ Tenemos que recoger su cuerpo. ─comenzó a temblar, sus manos se aferraban fuertemente a la bata, y hundió su cabeza en mi pecho.