Capítulo X

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"Te vi y me di cuenta que incluso si el mundo se acababa en ese momento, yo me entregaría sin quejas hacia la muerte, porque al encontrar a la razón que rebosaba de emociones a mi corazón, supe que podía tirarme al infierno y enfrentarme al mismo satanás si eso me llevaba a ti"

"Te vi y me di cuenta que incluso si el mundo se acababa en ese momento, yo me entregaría sin quejas hacia la muerte, porque al encontrar a la razón que rebosaba de emociones a mi corazón, supe que podía tirarme al infierno y enfrentarme al mismo ...

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La rojiza tela se arrastraba por el piso, manchando de a poco su claridad cada vez que se escuchaba el ruido seco de los zapatos golpeando la madera. JungKook al ver unas gigantescas alas,  lo siguió ante la necesidad de saber qué o quién era.

Pudo observar la esbelta espalda del sujeto cuando dejo parado ante la luz cegadora que traspasaba la ventana, Jeon notaba lo duro que podía luchar en un campo de batalla, así como lo fácil que debería ser para él cargar a alguien en la espalda.

Y con alguien se refería a él, por si no quedo claro.

Lo sorprendió la risa repentina por parte de los labios del hombre y como sus alas se movían en sintonía con ella. Su atuendo parecía de algún miembro de la nobleza coreana, debido no solo a la larga falda, sino al fino pedazo de tela con el que era creado. 

Su pelo rubio le caía por los hombros, moviéndose al mismo tiempo que el viento azotaba con fuerza su rostro. El omega supo que era una maravilla el solo presenciar parte de su cuerpo y tan absorto ante la imagen que le brindaba el ángel, siguió manteniendo sus ojos pegados a aquella vista, incluso sin percatarse la calidez y familiaridad que su cuerpo sentía con aquel lugar desconocido.

Volteo la cabeza de manera inesperada para el omega, quien no pudo mover su cuerpo para esconderse de la mirada azulada que ahora había conocido, la cual sabía que eran los ojos más fogosos que había visto en su corta vida.  

No es como si conociera a muchas personas o tuviera una gran cantidad de amigos, de hecho gran parte de lo que lleva de vida solo conocía a tres personas sin contar a YoonGi. No era un experto en belleza, pero al ver sus ojos, sus labios rosados y la mezcla que tenía todos esos atributos en su cara, pensaba que iba más allá de cualquiera obra de arte que haya presenciado.

Era tan etéreo que sonrojaba las mejillas de JungKook.

Sus ojos que parecen no notar su presencia, se dirigen hasta conectar con los suyos y sonreír, con aquellos dientes brillantes, para pasar su lengua por los delicados labios cuando termina de demostrar su felicidad.

—   Estas aquí — Sus brazos los rodean y la calidez lo hipnotiza. — Te he esperado tanto.

Las manos se posicionan en su cintura mientras su voz suena tan profunda cerca de su oído derecho.

—   Nuestros caminos fueron separados, pero sé que nos harán volvernos a encontrar. — Afirma con seguridad dando suaves caricias a una de las mejillas del omega. — Los cachorros nos necesitan, Mi alfa. Tenemos que regresarlos a donde pertenecen.

¿Cachorros?

¿A caso este hermoso ser quería bebes con él? A pesar de lo confuso de sus palabras, el omega Jeon no parecía reacio a tener los bebes del rubio ángel.

Lost in time |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora