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3 años después

Después de largos años de espera, los estudiantes de el colegio Hogwarts estaban más que listos para graduarse, siendo hoy su ultimo día. Mientras Draco y Harry, no tardaron en terminar su cortejo, tan solo un mes después, esto con la promesa de casarse en un futuro.

En la sala común de Slytherin se encontraba al moreno desesperado por irse, extraño era que Malfoy no se hubiera levantado, y a él mencionado ya le estaba colmando la paciencia.

–Draco, si no te le levantas ahora mismo, nos iremos sin ti, no te gustará pasar otro año con Dumbledore y sus caramelos de limón.

–Dejame dormir, tal vez y le agarre gusto a esos estúpidos caramelos.– El rubio, aun metido entre las sábanas, estiraba de estas para ponerla sobre su cabeza, cubriéndolo completamente.

–Harry esta afuera, tampoco estara contento de que no salgas. Me voy, ¡me rindo!, Ron también me esta esperando.

–Iré en un minuto.

–Por lo menos lávate los dientes. Sería asqueroso besarte así.

Draco se levantó de la cama, tomó dirección hacia el baño, sus cosas desechables aun seguían ahí, lo demás estaba en su baul perfectamente acomodado.

Tomo una toalla se seco la cara y salió, sorpresa era que Blaise aun seguía ahí, sus cosas a un lado de el.

–No es como si tu fueras a besarme. Se que no tienes esos gustos. Hasta ayer te gustaban los pelirrojos.

Quito su camisa sucia la dejo en la cama y tomó la que ya estaba preparada, abotono los botones delicadamente, miro a su amigo. Su mirada le decía que su pelo estaba desordenado, mentira no era, la acomodo un poco con su mano.

–Perdona soy Ronsexual no huronsexual. Definitivamente no me gustaría introducir mi lengua en tu boca.

Soltó una risa burlona. Abrocha sus zapatos y se acercó a él.

–Claro que no lo eres, solo hay una persona con esos gustos y esta allá afuera .

Lanzó un reduccto hacia su baúl lo tomó y guardo en su bolsillo.

–Vamos llegaremos tarde.


–Harry.

El mencionado volteo al instante, encontrándose con los ojos plata del más grande.

–Dray, dormiste bien. Parece serlo, son las 8 de la mañana.

El rubio se acercó al ojos esmeralda, un beso fue proporcionado en el, su mano se mantenía en la parte baja de su espalda, sin llegar más abajo.

–Buenos días para ti también.

–Amancesite más burlón de lo normal, debo preocuparme.

Frunció el ceño, puso su mano en el pecho de este manteniendo una breve distancia, suficiente para dejarlo respirar.

–No lo creo.

–Oigan– El moreno hablo– Escuhe un pequeño rumor de que Pansy anda quedando con alguien, y no es cualquiera.

–Ya era hora, tenemos la información de quién.

–No hace falta adivinarlo, es lo más obvio del mundo.

–¡Por merlín!, Granger, las veía muy juntas pero no pensé que llegarían a ese punto.

–Es un rumor pero es obvio que es cierto.

A lo lejos la castaña se acerca a su grupo de amigos, de igual manera con su baúl reducido en su chaqueta.

–Herms.

El pelinegro llegó a un lado de la castaña, ganando un pequeño brinco al igual de un salto– Harry ¿sucedió algo?, te ves muy emocionado– Mirándose de frente, con los ojos de Hermione algo confundidos, no dudo en acabar con sus dudas.

–Alguien me contó que sales con alguien.

La castaña solto una risa de alivio– Ya te enteraste, tan pronto.

–Buenos días Granger– Dos personas, se unieron a la conversación.

–Ah Malfoy, Zabini, ya entiendo por que te enteraste.

–Entonces es verdad, y que quede claro, yo no estaba enterado de nada de esto.

–Si, es verdadestamos, estamos intentando, solo llevamos una semana.

–¡Wow!, y yo que veía a pansy con cara de solterona.

–Ahora te dedicas a hablar a la espalda de los demás Draco.

–Creí que lo hacía siempre, ya es costumbre.

–Realmente que no puedo contigo.

Tomando la mano de Draco y alejándose de las burlas de sus compañeros decidieron dar su último paseo, agradeciendo a cada uno de los maestros que les enseñaron lo que sabían, cada uno de lo momentos divertidos que pasaron su camino terminó en la entrada, viendo las vías de tren ser ocupadas con un gran tren rojo aparcado.

–¿Vamos?–El pelirubio volteo a su pareja esperando una respuesta –Vamos– Asintió. 

Con sus manos aún unidas subieron al tren buscando un vago vacío para descansar un rato.
Sus amigos simplemente pasaron delante de ellos dieron un saludo y les dejaron en su privacidad.
Harry no tardo en soltar el primer bostezo era muy temprano en la mañana y esperaba tener energías para cuando estuviera en la casa de los señores Malfoy's, cuando recibió la invitación de Narcissa mediante una carta bien redacta no esperando menos como era costumbre, pensó junto a Draco algunos planes que podrían hacer en ese tiempo.

Draco miraba a su chico pensante hacia la ventana su cuerpo se junto más al de él, dejando que descanzara en su hombro.

–Deberías dormir un poco, te despertare cuando estemos por llegar– despejo la frente del azabache mirando sus ojos somnolientos.

Libero su respuesta en un suspiro acomando mejor su cuerpo en el asiento, se sumió en los brazos de morfeo dejando a sus sueños llenar su mente.

–Draco, ¿esta dormido?– Pansy entro al vagón donde el hurón y el león se encontraban, esperando encontrar a Harry dormido.

La mirada de Draco dio a entender con su mirada que si, la chica tomó asiento enfrente de el –Lo harás hoy ¿verdad?, quiero estar ahí para verlo, y los demás también lo querrán.

–Si es asi, debería hablar con mi madre antes, se sentirá muy apenada por no tener comida para todos sus invitados, los padres de Harry también estarán ahí, mi padrino llegará mañana, debo aprovechar esos 2 meses, después solamente será algunos fines de semana.

–No te preocupes, ya le he avisado a tu madre– levantó su cuerpo del asiento, al estarlo su mano se dirijio al caballo de Harry que estaba cubriendo su frente, lo aparto y quito su mano de inmediato –Cuídalo dragón, es un gran chico, realmente merece una gran vida.

–Gracias, estoy seguro que Harry apreciará que fueras nuestra madrina.

–Sería un honor, nos vemos esta noche.

–Por supuesto.

La pelinegra salió del vagón y tomó rumbo a donde estaban los demás. Draco se dedico a admirar a él león un poco más.

||sweet scent|l (Rehaciendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora