||sweet scent|l (Rehaciendo)

-21

–Harry despierta, llegaremos en unos minutos, no querrás estar despeinado y babeado.

Draco despejaba la frente de Harry, deshaciendo el ceño fruncido en su rostro, no parecía tener uno de los mejores sueños.
–Lo entendí dragón, solo déjame adaptarme a la luz. –Su mano se levantó tapando sus ojos, deseaba quedarse todo el día en el regazo del rubio, era cómodo y no se movía haciendo que fuera relajante.

–Podrás dormir en casa todo lo que te plazca, nadie te interrumpirá, tenlo por seguro. Incluso madre preparo jugo y tarta de calabaza para recibirnos.

–puedo obtener 2 rebanadas– su tono cambio de somnoliento a alegre, que mencionaran su postre favorito lo animo, y solo le quedaban ansias de probarlo.

Draco soltó una pequeña risa –Puedes tener las rebanadas que quieras, madre estará contenta de que aprecies su comida.

Harry y Draco tomaron sus cosas, salieron del vago para encontrarse con sus amigos,  sorpresa era ver a Hermione completamente despeinada y sobándose los ojos.

–Buenos días Herms. Parece que te quedaste un poco dormida.

–Tienes suerte de que Draco te despertara a tiempo estarías igual o peor que yo, en cambio ninguno de ellos pudo hacerme el favor de decirme que ya habíamos llegado.

–¡Hey!, si no fueras por mi seguirías en el vagón dormida.

–Muchas gracias Zabini, tienes unos grandes modales, deberías enseñarle un poco a él pellirrojo ese.

–Soy tu amigo Herms recuérdalo, y aparte tengo muy buenos modales.

–¡Papa!– Harry corrió a los brazos de sus padres en cuanto los vio, nunca se cansaría de hacerlo. –Pa.

Remus acariciaba la cabeza de su cachorro, era casi de su estatura, y a pesar de aun poder cargarlo, sabía que no podría en estos momentos.

–¿Cómo has estado cachorro?, alguna novedad nueva. Hola a ti también Draco.

–Buenas tardes Remus, Siruis. Me complace el honor de poder recibirlos nuevamente en casa, Harry esta muy feliz y eso me hace feliz a mi.

– Las próximas vacaciones serán en la nuestra, Harry podrá mostrarte algunos lugares increíbles de nuestro hogar.

–Eso me encantaría, agradezco la invitación. – El Malfoy menor vio a su padre acercarse a lo lejos, dio un asentimiento hacia los Black en razón a darse la vuelta para saludar a su padre. – Padre ¿Dónde esta mama?.

–Tu madre prefirió quedarse en casa para recibirnos.

§

Harry y Draco regresaron a la Mansión Malfoy, acompañados por su padres.

La majestuosa propiedad, siempre impecablemente cuidada por Narcissa Malfoy, los recibía con su imponente fachada y jardines perfectos. En el vestíbulo, Narcissa los esperaba con una sonrisa cálida y genuina, un contraste marcado con el frío estereotipo de los Malfoy.

—Harry, Draco, bienvenidos —dijo Narcissa, abriendo los brazos para recibirlos, de igual manera le dio un beso de bienvenida a su esposo. – primo, Remus, siéntanse como en casa.

Los más jóvenes marcharon hacia sus respectivas habitaciones para guardar sus pertenencias y de igual manera cambiarse a algo más cómodo.

Al cabo de unas hora fueron llamados para cenar. Al entrar al comedor, Harry no pudo evitar maravillarse. La mesa estaba llena de sus platos favoritos: pastel de calabaza, empanadas de carne y, por supuesto, pudín de melaza. Sirius y Remus, ya estaban sentados junto con Severus y Tom, mantenían una conversación grata.

Mientras se sentaban a la mesa, el bullicio de conversación y risas llenó la sala. Hermione, Ron, Pansy y Blaise llegaron poco después de la comida, Harry sorprendido los recibió con una sonrisa. Todos se trasladaron al salón, donde los elfos domésticos sirvieron té y pastel. Draco estaba visiblemente nervioso, lo cual no pasó inadvertido para Harry. Finalmente, Draco se levantó, llamando la atención de todos los presentes.

–Hay algo que quiero decir– Comenzó Draco, tomando una profunda respiración. –Harry, hemos pasado mucho juntos. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Se arrodilló, sacando una pequeña caja de terciopelo. Al abrirla, mostró un par de anillos de plata que Harry había admirado en una tienda en Hogsmeade.

–Harry James Potter, ¿quieres casarte conmigo? Me darías el honor de ser tu esposo.

Harry, con los ojos llenos de lágrimas, apenas pudo responder– S..si si quiero casarme contigo.

La sala estalló en aplausos. Narcissa lloraba de alegría, mientras Lucius sonreía orgulloso. Sirius y Remus se abrazaron emocionados, y Severus y Tom intercambiaron una mirada cómplice. Ron y Hermione felicitaron efusivamente a Harry, mientras Pansy y Blaise daban palmadas en la espalda de Draco.

Ese verano en la Mansión Malfoy no solo marcó el inicio de una nueva etapa para Harry y Draco, sino también la consolidación de una familia unida por el amor y la aceptación.

1 año después.

Narcissa no había parado de organizar junto con Harry y Severus algunos planos para la boda desde lo más básico como los manteles hasta el lugar donde la harían, ambos no querían algo tan lujoso, Narcissa pensó en poner la mansión como un buen lugar, tenían un inmenso jardín y ella misma se encargaría de cada arreglo que se pondría. En cambio Draco junto con el esposo de su padrino y su padre se dedicaban a probar platillos que podrían gustarle a ambos novios.

la compra de trajes no fue nada del otro mundo. no erigieron algo tan extravagante, sin embargo si era algo costos para Harry, pero su suegro se ofreció a pagar por ambos como uno de los tantos regalos de boda.

Esperaban con ansias el tan allegado día inclusive sus amigos que en ningún momento se apartaron de su lado y los acompañaron hasta el final.

§kim§