El OTP de Caos

Encuentro fortuito

Habían pasado cuatro semanas completas desde la junta de ambas franquicias de superhéroes para decidir si aceptarían las misiones de los relojes que habían recibido de la nada. Todos se encontraban un tanto sorprendidos cuando descubrieron que las misiones se les contaban individualmente, además de que sólo contaban aquellas misiones asignadas y no todos sus actos heróicos en situaciones inesperadas. De esta forma y debido a la falta de sucesos que necesitaran realmente que al.menos uno de los superhéroes entrara en acción, aún a cuatro semanas de su inicio de su alianza indirecta con Sweet Justice, ningún heroe tenía más de 14 misiones cumplidas marcadas en el sofisticado aparato. Aún así, este sistema de alerta y asignación había reducido el estrés de todos los chicos y les permitió enfocarse en su vida universitaria con un calificaciones promedio, incluso a Kenny que residía en una ciudad cercana a Denver le asignaban misiones según la zona y era él quien tenía el mayor número de misiones cumplidas dentro de Los Amigos de la Libertad.

De esta forma llegó octubre sin muchos inconvenientes y, luego de los segundos exámenes parciales, Tweek intentaba relajar el estrés acumulado junto con Thomas en la facultad de artes. Tweek estaba completamente agradecido con que ni las políticas de la escuela ni los compañeros de clase del rubio cenizo evitarán que él pudiese practicar de vez en cuando con el piano. Ese día en especial, Thomas le había propuesto hacer realidad su primer duero entre piano y violín frente a algunos de sus compañeros de clase que más le agradaban y aunque Tweek no estaba del todo convencido, finalmente decidió dejar de lado todo lo malo y presentarse tal como antes. Los amigos de Thomas quedaron maravillados ante la presentación exclusiva y, a pesar de ser la primera vez en sus vidas que conocían a Tweek, comenzaron a tratarlo como si fueran amigos de toda la vida e incluso, lo invitaron a una fiesta que estaban organizando.

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—¡Oye chico! Realmente creo que deberías venir a la fiesta del grupo. Es el próximo viernes ¿Qué dices eh?

—¿Y-yo? Pero ni siquiera soy de s-su grupo ¡Nhg! ¿E-están seguros?— contestó Tweek con nerviosismo pues una cosa era ya no tener pánico escénico en exceso, pero convivir con "extraños" aún le era difícil de procesar

—Seguro amigo, sería genial

—¡Mierda! Estoy de acuerdo ¡Sería fantástico que vinieras Tweek!— exclamó Thomas con entusiasmo con sólo pensar en lo emocionante que sería incluir a su amigo, aquél que le hizo más posible conseguir más amigos dentro de su carrera, en un evento interesante como el que organizaban sus compañeros —Yo iré vestido de Winter Thunderbolt ¡Carajo!

—¿¡Eh!? Espera ¿Qué?— Tweek lo miró confundido

—Oh cierto, casi olvidamos decirte, es una fiesta de disfraces hombre— aclaró uno de los chicos —desde que lo mencionamos, Thomas ha estado con la idea de ir del superhéroe— añadió con una risa apasible —Yo iré de diablillo, es más sencillo de conseguir

El rubio de cabello alborotado simpatizó casi de inmediato con los chicos de Artes y se despidió junto con Thomas acordando verlos el viernes 31 de octubre, durante noche de brujas. Por un momento, Tweek olvidó todas sus demás preocupaciones y se centró en la única preocupación de no saber qué disfraz usaría para entonces. Cuando por fin lo decidió, el pleno viernes antes de caer la noche sacó lo que usaría de su armario y comenzó aplicar el maquillaje negro sobre su piel, prestando atención a cada trazo.

—¿Seguro que -diablos- no tendrás frío?— le cuestionó Thomas antes de salir de la habitación

—Estoy acostumbrado. Usé algo similar varias veces en las montañas nevadas de mi pueblo, en la ciudad, no hace ni hará la mitad de frío— dijo antes de tomar un sorbo de café y salir de su habitación seguido por Thomas