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Elise Campos

Deje mis cosas en la cama que mi papá me había dicho que era para mi, miré de un lado a otro, era una pieza normal.

Puse a cargar todas las cosas electrónicas.

—Elise, baja a comer—la voz de Daniela hizo que bufara, deje las cosas donde estaban y empecé a bajar las escaleras.

Escuché un suspiró pesado y luego un "Elise, nos va a ver" acompañados de risas.

Hice más ruido a medida que bajaba y escuché como se separaron, llegué a la cocina encontrándome a Daniela con la respiración acelerada y con una sonrisa.
Mi papá estaba entre sus piernas negando, los voltearon en mi dirección.

Les di una mirada de asco, tome mi comida ante su mirada atenta y empecé a subir en dirección a mi pieza.

Me da cosa comer en el lugar donde pudieron haber pasado muchas cosas.

—¡Elise!—escuché a Daniela, volteé.

—No podes comer en tu pieza—dijo mi papá separándose de su novia.

Tuve que bajar y poner el plató en el comedor.

Ellos se sentaron, hablaban de cosas suyas sin ningún inciso de querer unirme a ella, tampoco me quejaba, pero como había sucedido desde que Daniela llegó, era tan incomodó.

Comi en silencio tratando de comer como una persona normal lo haría.

Deje la gran parte de la comida y le tire una mirada a mi papá para que supiera que ya terminé.

Él miró el plató y luego me miró.

Me miró con decepción por lo que baje la vista.

—Lo guardó—dijo el quitando el plato de mi lugar, asentí, me levanté y subí luego de decir que iba a dormir.

Todo el día lo pasamos donde los amigos de mi papá, pero habíamos venido a su departamento para que yo me acomodara, Daniela se había metido en el plan y al parecer mi papá no puede decirle que no.

𝐋𝐚 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚| 𝐂.𝐑.𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora