30. Amenaza

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Hidden

Apago el motor y observo con atención lo largo del callejón estrecho desde la entrada en la que me he estacionado.

—Esto no es nada espeluznante —susurro, sarcástico.

—¿Tu hermano vive aquí? —pregunta Parker desde el copiloto.

—Sí —responde Ted antes de bajar de la parte trasera seguido de Bianca y Gina.

—¿Soy yo o esto parece la clase de lugar que los ingenuos chicos visitan en las películas de terror antes de ser brutalmente asesinados? —pregunto.

Parker me devuelve una mirada asustada y se quita el cinturón de seguridad.

—No bromees con algo así, Hidden.

Sonrío y bajo del auto a la misma vez que ella lo hace. Espero que llegue a mi lado y seguimos el estrecho recorrido en silencio hasta alcanzar a los demás.

Ted golpea la oxidada puerta de metal un par de veces y la expectativa revolotea en el aire casi tan abrumadora como el viento frío que solo empeora con el pasar de los segundos.

—¿Quizás no está? —pregunta Gina al ver que no hay una respuesta a los golpes en la puerta.

—Lo dudo —responde Ted.

Un chillido metálico nos pone alerta, la puerta se abre y con ella una cortina de humo sale a nuestro encuentro, así como un chico bastante desaliñado que parece que se acaba de levantar de una siesta. Da una calada al cigarrillo humeante entre sus dedos y nos mira con atención hasta que llega a Bianca y Ted, arqueando una ceja a estos dos.

Expulsa el humo prácticamente en la cara de Ted y dice—: ¿Dos veces en menos de una semana? Comenzaré a creer que me extrañan más de lo que les gustaría admitir, hermanitos.

¿Acaso oí bien?

—Espera, ¿qué? —Parker da un paso al frente y señala al desconocido.

Noto que Ted da una profunda respiración y Bianca rueda los ojos.

—Ups —suelta una rasposa risa burlona y le extiende el cigarrillo a Bianca—, lo siento, creo que el gato está fuera de la bolsa.

—¿Son hermanos? —Gina señala a Bianca y Ted.

Bianca no dice nada solo da una calada al cigarrillo y empuja al chico por los hombros para adentrarse al lugar. Ted amarga el rostro y voltea para vernos.

—¿Recuerdan lo que siempre les digo cuando comienzan a indagar en mi vida personal?

—¿Qué si tú no te metes en nuestros asuntos familiares entonces debemos mantenernos lejos de los tuyos? —responde Parker. Aunque más bien sonó como una pregunta.

Ted asiente.

—Exacto —dice y voltea en mi dirección. Me mantengo callado, cosa que parece agradecer así que pongo una mano en el hombro de Parker para atraerla a mi lado y no indague más en esta extraña situación—. Él es mi hermano mayor, su nombre es Chad —lo señala y este sonríe de lado—. Fue quien nos consiguió los planos de la mansión Russo y es el único que nos podrá ayudar a rastrear la matrícula de aquel auto alquilado.

—No es que lo quiera poner en duda, pero... ¿Cómo? —pregunta Gina.

—Con solo un par de clics, nena —responde Chad y se gira para entrar a la bodega.

—Es un hacker —explica Ted antes de seguirlo.

Nosotros tres nos damos una última mirada y nos adentramos al lugar.

Cruel Desconocido: ¿Quién asesinó a Kylie Russo? [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora