Una parte tuya (Lit Killah)

CAPITULO 10

"Una noche de alcohol, de locura y traición"  Si te vas 

Narra Mau

Me besó con ansiedad, con pasión, con necesidad, como si nuestras vidas dependieran de ello.  Tarde un momento en darme en cuenta que se lo estoy devolviendo con la misma intensidad, pasó sus dedos por mi pelo blanco y me acerco mas a ella. Atrapé su labio inferior entre mis dientes, y tiré un poco de él. Luego de eso, seguí besándola. Sus labios eran tibios y suaves y junto a los míos se movían a un compas estupendo, como si se conociesen de toda la vida, eran la combinación perfecta, así que no dudé en seguir allí, cerca de ellos.

 Comenzó a jugar con mi lengua, y finalizó mordiendo la punta. Ella se detuvo, aunque con la respiración algo agitada, pero no nos alejamos. Sentía su respiración sobre mis labios, y esbocé inevitablemente una sonrisa. Ella no tenia idea cuanto necesitaba esto, cuanto la necesitaba, creo que ni yo lo sabia hasta ese momento. 

—¿Y eso que quiere decir?— Pregunto confundido, ella se aleja de mis labios lo suficiente como para poder mirarme a los ojos, los suyos están aun brillosos por las lagrimas pero ahora su cara tenia otra expresión, como pidiéndome perdón 

—Que vos mañana te tenés que subir a ese avión y yo seguir con mi vida, como ya sabíamos que pasaría — Bajó la mirada comenzando a alejarse de mi

—Pero... —No entendía nada, ¿desde cuando la distancia era un problema para nosotros?, si nos habíamos conocido a través de ella, si existían las redes sociales, los aviones, si nos amábamos 

—Pero nada Mau, esto es imposible y lo ultimo que quiero es que alguien salga lastimado. Es mejor que lo dejemos aquí— Me dijo para después volver apurada hacia la fiesta 

Me quede ahí inmóvil sin comprender nada de lo que había pasado, el beso había sido mágico pero de pronto todo eso se había esfumado. No entendía que era lo que la detenía, ¿acaso tenia miedo de salir lastimada? yo nunca la lastimaría, podre ser un boludo la mayoría del tiempo pero si de algo estaba seguro era de que lo que sentía por ella iba en serio. 

Estuve un rato ahí sentado, la verdad no tenia ganas de volver a entrar y verla, por un segundo irme mañana dejo de ponerme triste y me alivio un poco, no imaginaba lo que me dolería verla mas tiempo.

 Al levantar la cabeza seguía estando ahí la imagen de aquel cielo estrellado, era impresionante como hace tan solo unos minutos ese mismo cielo, con las mismas estrellas me parecía tan mágico a su lado, me daba tanta paz y ahora solo podía verlo con ojos de tristeza 

—¿Estas bien?— Escucho desde atrás lo que me hace darme vuelta

—Si si, tranqui— Le digo a Ali que me mira preocupada

—Tomá— Me extiende un vaso de fernet mientras se tambalea y puedo notar que ya esta medio borracha 

—Vení sentáte que te vas a caer— Le digo riéndome un poco . A pesar de no ser muy cercano a ella siempre me había caído bien, se nota lo que Delfi la quiere y puedo entender porque, Ali es super graciosa y bastante sociable, parece no importarle lo que la gente pueda pensar de ella y no tiene miedo de decir lo que piensa.

—Bueno por lo menos ya no estas con cara de perro abandonado— Se sienta torpemente en el pasto y hace que me ría, quien diría que lograría sacarme una sonrisa en aquel momento de mierda

—Bueno a vos la cara de borracha no se te va ni sentada— Contrarresto . Ella solo me muestra su dedo del medio y los dos nos reímos.

Lentamente las risas cesan y se convierte en un silencio bastante tenso, ella solo me mira expectante sin decir una palabra lo que provoca que yo también dirija mi mirada hacia ella. 

No estábamos tan lejos hacia que puedo analizar bien cada una de sus facciones. Ali tiene el pelo rubio super lacio y ojos color miel; en el día a día no suele llevar mucho maquillaje pero hoy tenia un delineado bastante pronunciado y los labios color rojo intenso, es muy hermosa para ser sincero, en realidad Ali era el estereotipo perfecto del tipo de chicas que siempre me habían gustado.

 "Pero no es Delfi" me decía una voz en mi cabeza a la que intente callar. 

Lentamente se empieza a acercar mas y posa su mirada en mi boca como pidiéndome permiso, yo solo la miro sin hacer movimiento alguno.

Por mi cabeza solo pasaron las ultimas 2 semanas, las cosas por las que pase y todo lo que sentí pero no eran con ella, no con Ali, era con Delfina, y a pesar de lo de hace un rato eso no había cambiado.

—Para Ali— Digo retrocediendo 

—Perdón...yo...— Me dice algo avergonzada agachando la cabeza

—No, no me pidas perdón— Hago que me mire — Sos hermosa, en serio, y en cualquier otro momento de mi vida probablemente no te hubiera parado pero vos estas borracha y yo...

—Y vos estas enamorado de mi amiga—Me interrumpe sonriendo a medias.

— ¿Tan obvio es? — Puedo sentir como en cuestión de segundos mis mejillas comienzan a quemar

—¿No ves como te pones cuando te la nombro?— Me contesta riéndose — Tenia dudas pero me las acabas de aclarar, mira solo te voy a decir una cosa y espero no tener que repetirla —Cambia el tono de voz poniéndose seria — Delfina es la mejor persona de este mundo y si vos le llegas a hacer algo voy y te busco en Buenos Aires o en la China y te hago cagar a vos y a tus amigos los raperitos también de paso —Juro que conociéndola hasta pude imaginarme la escena

—Tranquila que no le voy a hacer nada, si ya me tachó hoy—Contesto intentando parecer desinteresado

—¿Ella que?—Me mira confundida y pensativa— Ahhh no, ya entendí todo, vení —Me ordena agarrándome del brazo

—Para wacha a donde vamosss — Le digo mientras ella me tira del brazo camino hacia la fiesta

—A aclarar las cosas con Delfi— Responde acelerando aun mas el paso

Al llegar a la puerta frena en seco y da media vuelta mirándome asustada

—¿Qué pasa?—Pregunto confundido

—Emm me-me olvide el vaso, tenemos que volver—Habla rápido empujándome hacia la puerta de salida

—Pero si el vaso lo tengo yo boluda

—E-el otro vaso, yo tenia otro vaso —Me contesta intentando parecer segura

—Dale Alicia no me jodas, no había otro vaso, ¿Qué pa...— No termino de formular mi pregunta porque la veo, por encima del hombro de Ali. Delfi estaba con Santiago y para sorpresa de absolutamente nadie se estaban besando