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Delfina
—Maaaa— Escuché el grito del pequeño rubio escaleras arriba seguida de la voz de Mauro
—Voyyyy —Deje lo que estaba haciendo para caminar hacia su habitación—¿Qué esta pasando aquí? —Pregunte intentando parecer lo mas seria posible aunque la verdad una sonrisa amenazaba por aparecer en mi cara.
—Alguien no se quiere bañar— Explicó el peliblanco
—Quiero seguir jugando con los aviones— Se excusó Adri
—Pero enseguida hay que salir y que van a decir los tíos si estas todo oloroso— Apoyé a Mauro, si no nos poníamos de acuerdo la crianza se nos iba de las manos. No me malinterpreten, Adri era un niño maravilloso, super amoroso y atento pero también su encanto tenia su contra y es que con tan solo una mirada tanto Mauro como yo caíamos a sus pies.
—¿Isa también va?— Preguntó emocionado el pequeño
—Si Isa también —Contestó el peliblanco
—Bueno pa ,me voy a bañar —Habló sonriente el rubito antes de correr hacia el baño
—Si te escuchara el Paulo— Rio Lit antes de guiñarme el ojo y acompañar al pequeño para evitar que inunde la casa
Me dispuse a terminar de planchar la camisa de Mauro y empecé a prepararme yo también .Me puse un vestido celeste bastante sencillo pero que resaltaba mis curvas que había comprado especialmente para la ocasión y unos tacos no tan altos que combinaban, recogí mi pelo en una media cola dejando caer unos mechones bordeando mi cara y puse a calentar la buclera mientras comenzaba a maquillarme.
El timbre de la casa sonó y camine rapido hacia la puerta
—¿Y tus llaves gil?— Cuestioné al pelinegro con un ojo a medio pintar
—Me las olvide en lo de la rubia —Me contestó Tiago mientras me saludaba con un beso en la mejilla
—Pasen pasen— Me corrí de la puerta para que la parejita entrara
—Estas hermosa amiga —Me sonrió la rubia antes de abrazarme
—Vos también mi reina
—TIA ALIIIII— Apareció mi pequeño corriendo escaleras abajo
—Aquí esta el nene mas hermoso del mundo— Lo alzó mi amiga para llenarle de besos la cara
—Te queda bien el papel de madre —Me burlé antes de comenzar a caminar hacia la mesa donde tenia desparramado el maquille para poder terminarlo ahora que el diablillo estaba en buenas manos
—No mufes wacha, siempre tía nunca madre —Gritó la rubia haciendo reír al Gottia
—Hola reyes —Apareció Lit bajando las escaleras, ya se había cambiado. Tenia puesto un traje negro como en el video de California pero con los primeros botones desabrochado obligándome a ahuyentar los comentarios no aptos para nuestro hijo presente.
