𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 [𝐄𝐧 𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧]

𝟒-𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚

- ¡No, Po!

- Pero, maestro...

- ¡No, tienes que quedarte aquí!

- Pero es una emergencia, es una cuestión de vida o muerte ¿No es así?

Xia asintió.

Ella estaba con Po y el Maestro Shifu en el salón del palacio. Shifu caminó arriba y abajo y le dio una mirada escéptica, no era del agrado de Shifu que fuera una pava.

- Tu lugar está aquí - lo intentó de nuevo.

- Pero los cinco furiosos están aquí, son lo suficientemente fuertes como para proteger el valle sin mí, como lo hicieron en el pasado.

Shifu se detuvo, cruzó las manos en la espalda y miró al panda con gravedad.

- Po, ven aquí.

El Guerrero Dragón suspiró, le dio a Xia una señal de disculpa y siguió a Shifu a una esquina del pasillo.

- ¿Qué te hace estar tan seguro de que puedes confiar en ella? - El Maestro Shifu siseó para que ella no pudiera escucharlos.

- No lo sé, lo sé de alguna manera.

- Eso no es una explicación.

- Pero soy el único que podría traerla a la nueva ciudad.

- ¿Y qué te asegura que Shen te dejó ir de nuevo?

- Pero Maestro Shifu, nos prometimos mutuamente que dejaríamos descansar las armas.

Shifu entrecerró los ojos - Es fácil para él romper una promesa, piénsalo, y todavía es un forajido.

- Maestro - Po le dio a su maestro una mirada suplicante - Por favor, déjame ir con ella. Seguiré y seguiré hasta que ella esté en su objetivo.

- ¿Sabes lo que quiere allí?

- No, ella no quiere decir.

- ¿Por qué quieres correr un riesgo?

- Porque confío en ellos, no puedo creer que ella tenga malas intenciones, y no creo que Shen me amenace, demostraré que puede confiar en mí.

El Maestro Shifu mantuvo sus ojos en el panda - Po, confiar puede convertirse rápidamente en ingenuidad, esto puede ser peligroso.

- Incluso si es así, déjame ir a averiguarlo.

Shifu suspiró y miró al suelo con pena - Ya veo, mi influencia no es lo suficientemente fuerte, pero ten cuidado, estarás solo completamente solo.

- Lo sé, no te preocupes, estuve a solas con él antes solo puede mejorar.

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- Po, asegúrate de comer lo suficiente.

El Sr. Ping sacó una mochila grande - Empaqué mucho.

- Papá, no deberías cargar cosas pesadas por tu pierna - dijo Po y tomó la mochila - Y por cierto, iremos a muchos albergues.

- Puedes tener hambre en todo momento en tu camino.

- Está bien, papá.

Con eso, Po se ató la mochila a los hombros.

Se paró frente a la casa del Sr. Ping y estaba listo para el viaje.

El Maestro Shifu todavía no estaba de acuerdo con su decisión - Aunque desapruebo sus planes de viaje, le deseo buena suerte y que regrese sano y salvo.