𝟐𝟓-𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐚 𝐭𝐫𝐢𝐯𝐢𝐚𝐥 𝐲 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨

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-Aquí está.

-¿Dónde?

Po miró a su alrededor, pero todo lo que pudo ver fue nieve y nieve.

Pero Tu, que todavía estaba sentado sobre su cabeza, señaló hacia adelante - Aquí, en algún lugar.

-Solo veo nieve.

La cigarra saltó y aterrizó en una piedra.

-El túnel nunca se usó en todos estos años, está cubierto de nieve, tenemos que buscarlo.

-¿Buscarlo?

Po dejó colgar los hombros. Se pararon en una zona pedregosa, pero sin entrada a un túnel.

Finalmente, suspiró con fuerza - Está bien ... en este caso ...

No terminó su oración cuando Sheng pasó a su lado y rebuscó en la siguiente colina nevada.

-¿Que estas esperando? - preguntó el joven pavo real.

-Bien bien - Po se puso a trabajar en la siguiente colina nevada.

Mientras tanto, Shen los observó y dejó vagar su mirada.

-Oye - le gritó Po - Sería bueno si participaras en la búsqueda.

Pero Shen mantuvo su silencio y caminó por una pendiente nevada. Con pasos lentos atravesó la nieve que le llegaba hasta las rodillas y observó el paisaje con precisión.

Finalmente, se detuvo y miró al suelo.

-Tal vez lo encontré - murmuró Po bajo una gran colina nevada, pero en el segundo siguiente, tuvo que corregir - Uh, no, solo un agujero de ratón."+

Sheng se enderezó y se pasó la túnica nevada.

Sus ojos escépticos se clavaron en el pavo real blanco con su abrigo rojo-blanco.

El más joven resopló y se acercó a él - ¿Madre es lo mismo para ti?

Su voz sonaba enojada, pero el señor no movió un músculo de la cara y acarició con las puntas de las plumas de los dedos una pared de nieve ligera. De repente saltó y azotó con movimientos cortantes con alas y pies por encima.

La pared de nieve se derrumbó, se derrumbó y dio paso libre a un pequeño agujero en las rocas con piedras escondidas.

Poco después, el pavo real blanco volvió a juntar las alas y se quedó quieto y en silencio.

Po, todavía con nieve en la cabeza, corrió hacia ellos y lo miró.

-Wow, ¿has sido explorador?

-Experiencia de vida - respondió Shen simple y llanamente.

El panda lo miró y luego levantó el pulgar - El respeto.

Ahora se dio cuenta de la atmósfera tensa entre los dos pavos reales y trató de relajar la situación - Bueno, bueno, bueno, bueno ... está bien, a dónde tenemos que ir ... de esta manera ...

Señaló hacia la oscura grieta de la roca enrejada.

-En la pared cuelga una vieja linterna, tan bien como yo sé - agregó Tu.

Con esfuerzo, el panda se abrió camino a través de la entrada, donde las paredes de roca fría y húmeda lo recibieron.

-Oh, Dios, necesita un trabajo de reparación - Encontró la linterna y Tu la encendió.

-Está bien - gritó Po y se asomó al exterior - Podemos ir.

Se calló cuando vio a Shen y Sheng todavía parados frente a la cueva y se miraron como puñales.

𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 [𝐄𝐧 𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora