𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 [𝐄𝐧 𝐄𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧]

𝟐-𝐑𝐨𝐛𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐧𝐢𝐞𝐯𝐞

- ¡Oh, Po!

Po se estrelló con la cabeza contra la viga de madera cuando iba a ponerse de pie - ¿Sí papá?

- ¿Cuántas veces tengo que decir que no necesitas ayudarme? Deberías proteger la aldea y China.

- Pero papá - protestó el panda y se puso de pie, guardó la toalla con la que había limpiado el piso y se pasó el paño por los pantalones - No puedes quedarte solo con esa pierna.

El panda señaló la pierna vendada del Sr. Ping.

- Pero Po, me resbalé en el hielo solamente, no es una pierna rota, es sólo un esguince.

- De todos modos, cuidaré de ti hasta que llegue la ayuda de la casa, que ordenaste.

- ¿En este clima? - El Sr. Ping agitó las manos - Hay más hielo afuera que pelo en la piel de oso. Nieva desde hace muchos días, no creo que alguien encuentre el camino a nuestro pueblo en los próximos días, o semanas, o hasta que termine el invierno.

Po se frotó la cabeza - Tal vez, pero no se puede trabajar con una pierna torcida.

- Pero Po, el vecino me está ayudando.

Po entrecerró los ojos con aire aburrido - Sí, y necesita más tiempo para encontrar el camino a una mesa con sus ojos malos.

- Sus lentes están rotos.

El señor Ping se inclinó y miró hacia un rincón - Oh.

- ¿Qué pasa, papá?

- El bosque está vacío, tengo que recoger algunos nuevos.

- ¡No, papá! - Po agarró al ganso y lo puso firmemente en una silla - ¡Yo voy!

- Pero Po ...

- De ninguna manera., te traeré la leña para el fuego.

Con eso, Po tomó una canasta y caminó con ella en la nieve.

El Sr. Ping lo observó mientras su hijo desaparecía - El es un buen chico.

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-

Oh, eso es enorme.

Po agarró una rama, pero se atascó.

- ¡Oh vamos!

Tiró y tiró y cayó hacia atrás.

- Oh, maldita nieve, ¡Oye, todavía necesito mis huesos!

Se levantó de un salto y miró airadamente a la rama.

- ¡Oye! ¿Quieres retener el calor del fuego para mi papá? ¡Oh, vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!

Formó una bola de nieve con las manos y la arrojó sobre la rama.

De repente tuvo una idea.

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- Está bien, perfecto.

Dio unos pasos hacia atrás e inspeccionó su obra de arte.

La figura de nieve, un poco más grande que él, y con piedras y ramas hechas cara, Po se colocó frente a la figura de nieve e hizo una mueca aburrida y perezosa. En su infancia, lo había jugado muy a menudo.

- Uhm, ¿dijiste algo? ¿Quieres algo de mí? ¿Quieres molestarme? ¿En serio? Fue un error grave, no tienes ninguna posibilidad contra los peligrosos puños de los dragones ... ¡Whaha! ¡Whahhahai!