【👑】𝐁𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐂𝐫𝐨𝐰𝐧
𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐑𝐚𝐯𝐞𝐧 vuelve a Francia y conoce toda la verdad sobre el asesinato que la llevo a Outter Banks. Las mentiras sufridas y cometidas ya no pueden ser contadas de la misma forma. Y ahora, alejada de ellos y des...
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-muerto. -la voz de Will es firme, convincente, o al menos eso intenta parecer. Acompañando las palabras una tétrica sonrisa de victoria surca sus labios. Con la pistola alta y las manos sin el más mínimo temblor su mirada viaja entre mis ojos buscando la primera lágrima con la que regocijarse, pero al no encontrarla su sonrisa se desvanece torciéndose en una mueca de ira comprimida.- ¿A caso no me has escuchado? ¡He dicho que está muerto! ¡Lo he matado! -me grita.
-te he oído. -respondo sin torcer el gesto.
-¿y a qué esperas? llora, laméntate... Parece que te importe una mierda. -escupe las palabras con ira pero a mesura que las va diciendo su semblante se tranquiliza.- ¿no te importa?
-no. -respondo tranquilamente. Y Will me mira algo confundido. El arma en su mano sigue firme apuntando mi cabeza.
-¿porque no? -pregunta mirándome, intentando adivinar, como tantas veces había hecho JJ anteS, si estaba mintiendo.
-De todos modos iba a tener que hacerlo yo más tarde. -Will me mira con los ojos abiertos como platos. Es algo que no se esperaba, ha bajado la guardia, aun así, no me muevo.- Pero tu eso ya lo sabias, ¿verdad? -Will niega con la cabeza.
-¿por qué ibas a matarle? Él es la única persona que amas. -dice repitiendo lo que una vez yo le había confesado.
-Porque no es así, Will. Solo es una misión. Un encargo. -le explico calmadamente y por fin veo el arma tintinear en sus dedos cada vez más temblorosos.- Lo hago por mi familia y mi familia solamente. Ellos son lo único que tengo y amo. Ella.
-Voy a irme. -dice de repente sin bajar el arma.- Tienes 48 horas para averiguarlo. No me busques mientras tanto, no envíes a ninguno de tus amigos y mucho menos a la policía. -dice serio sin bajar el arma nuevamente firme en sus manos.- averígualo o morirás sin saberlo.
Me quedo allí quieta sin hacer nada mientras lo miro marcharse y cerrar la puerta de la casa. Luego escucho sus pasos hasta que está tan lejos que dejo de escucharlo.
No sé cuánto tardo en desmoronarme. Me quedo allí bien quieta, sola, esperando ver como se abre la puerta y JJ entra y viene hacia mí. Pero sigo allí, quieta mientras mis manos se enfrían y las lágrimas empiezan a bajar por mi rostro pesadamente. De repente una ola de soledad me sorprende golpeándome el pecho y tirándome al suelo, deshecha. Empezando asumir que eso es todo, hasta aquí he llegado. Y deseo perseguir a Will, agarrar su arma y pegarla bien fuerte a mi frente para sentir el cañón contra mi piel antes de pedirle que me dispare. Y que cuando haya arrastrado mi cuerpo junto al suyo prometo guardar el secreto de nuestra tumba. Deseo morir para estar con él y ese sentimiento me consume como una gran burbuja de aire en el pecho que me impide hacer llegar la sangre al corazón y me mata lenta y dolorosamente.
No sé cuánto había tardado en desmoronarme, pero cuando lo hago, tirada en el suelo con las manos tirándome el pelo y las uñas queriendo rasgarme la piel para hacerme sentir dolor físico y dejar de sentir el dolor de un corazón roto. Nada duele más que un corazón roto. Entonces comprendo que durante un pequeño lapso de tiempo me había encontrado bien y había amado. Y eso me hace feliz a la vez que lloro por haberlo perdido. Comprendo que el amor, el de verdad, no el de las mariposas y los nervios; es el silencio del corazón. La paz.
