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-Esto se ve tan...deprimente.- dijo Hoseok a la vez que tomaba un sorbo de Soju directamente de la botella.

La casa donde estaban tenía una pequeña terrazaba que dejaba ver hacia el exterior y para completar habían unas botellas de Soju. No sabían si estaban vencidas, pero les dio igual.

-Lo sé.- Yoongi suspiró bebiendo de su botella también. Un mordedor estaba caminando con lentitud por la calle como si estuviera pendiente de cualquier sonido o movimiento para atacar.

-¿Crees que salgamos de esto?

-Tenemos que, Hoseok.

-Sí sí, pero...podemos levantarnos al día siguiente y un mordedor nos puede atacar. Hasta ahí llegaría nuestra vida.

-Si piensas de esa manera realmente creeré que en algún momento morirás.

Hoseok soltó una risita baja. El alcohol ya estaba empezando a hacer estragos en su mente. Las cosas empezaban a moverse por sí sola. Las palabras ya no eran palabras sino balbuceos bajos, casi inaudibles. Y se sintieron bien, se sintieron bien al tener un pequeño escape de la vida real, de lo que estaba pasando a su alrededor. ¿Hace cuanto no se tomaban una botella de Soju? Que a pesar de que no estaba fría sabía delicioso ¿hace cuanto no reían despreocupados o sentían sus cuerpos ligeros? Tal vez desde que comenzó todo, solo habían pasado meses, pero se sentían como años.

Cada vez el frío se sentía más en cada parte de Corea y eso les indicaba que estaban a punto de entrar en invierno. Lo que significaba que la nieve estaba a punto de caer y los lagos, si es que todavía existían, comenzarían a congelarse. En esa época los niños salían con sus patines para andar sobre el hielo, como si fuera una tradición, ahora esos mismos niños estaban huyendo de los mordedores o la opción más triste: muertos.

Tanto Hoseok como Yoongi se terminaron las botellas al mismo tiempo y las dejaron a su lado, conteniendo sus ganas de lanzarlas a la calle.

-Esto de cierta manera es pacífico.- murmuró Yoongi. Hoseok volteó para mirarlo encontrándose con su perfil.

Yoongi sintió el peso de la mirada, por lo que no tardó mucho en voltear la cabeza y encontrarse con los ojos del policía.

-¿Qué pasa?- preguntó frunciendo el ceño.

-¿Está prohibido observarte?- dijo el hermano de Jisoo con cierta burla.

-No, pero si lo haces de esa manera das miedo.

-¿Te da más miedo mi mirada que los mordedores, Hyung?

-Mejor cállate.

Y Hoseok se hubiera callado de no ser porque sus ojos se dirigieron a una parte más interesante de la cara de su mayor: sus labios. Se relamio los propios, estos brillando a causa de la saliva, cosa que Yoongi claramente no pasó desapercibida.

Aquella atmósfera caliente y eléctrica formándose alrededor de ambos. Y Hoseok no lo pensó dos veces cuando se lanzó sobre Yoongi atrapando sus labios.

El beso no fue suave, por supuesto que no. La necesidad que ambos sentían no fue para nada suave y eso se lo demostraron a través del beso. Hoseok soltó un jadeo sobre los labios contrarios cuando Min mordió su labio inferior con ganas.

Cuando Hoseok empezó a bajar sus manos con la intención de desabrochar el pantalón de Yoongi este lo detuvo.

-Detente...- susurró, separandolo de su cuerpo como si quemara-. No puedo...yo...no...puedo.

Hoseok soltó una risa seca.

-¿No puedes o no quieres?

-No quiero.- dijo fuerte y claro-. Estoy con Jimin.

SURVIVANTS | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora