8

987 152 35
                                    

A Jimin jamás le había dolido tanto algo. Ni siquiera le dolió el rechazo de su padre cuando se enteró de su sexualidad.

En esta ocasión sentía que le habían clavado una estaca en el corazón sin anestesia.

Se tiró en el piso de rodillas, al frente de él estaba la la piscina en total calma. Las lágrimas corrían por sus mejillas quemandole la piel. Dolía como una jodida mierda que te hayan matado a tu hermana, a la única persona con la cual compartías un lazo sanguíneo.

Se levantó del piso limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano.

Sí, se quería morir.

Se metió en la piscina poco a poco. El agua llegandole hasta la barbilla por su baja estatura y finalmente se hundió aguantando la respiración. Aguantadola hasta que esta fallara y él dejara de pelear en busca de un poco de aire.

Jimin pudo escuchar la voz de Yoongi llamandolo en contraste con el agua. Deseaba que no se diera cuenta de que estaba allí, pero supo que su mala suerte era pésima cuando sintió como el agua se estremeció y unos brazos se enrollaron en su cintura.

Yoongi lo sacó a la superficie y tosió cuando el oxígeno llegó a sus pulmones nuevamente. El mayor lo arrastró hasta la orilla y lo dejó entre sus piernas abrazandolo con fuerza. Yoongi se rompió con el chico entre sus brazos, los sollozos de ambos se escuchaban en todo el lugar haciendo eco. Yoongi sabía lo que se sentía perder a una persona importante, el perdió a dos y el dolor fue el mismo por ambas partes. Sin embargo, se esforzó por no caer en aquel lugar oscuro que te consumía, y tampoco iba a permitir que la persona a la cual amaba se hundiera en ella.

-No lo hagas...- pidió en voz baja. Y lo que diría a continuación no era bueno, porque estarías obligado a una persona a esforzarse por ti y no por ella misma-. No me hagas esto, no me dejes. Por favor.

Jimin se estremeció en los brazos del peli negro. No tenía ganas de hablar y tampoco de reclamar. Así que se dejó hacer cuando Yoongi lo cargó en brazos llevándolo hasta su habitación. También dejó que lo secara con una toalla y lo cambiara de ropa para luego dejarlo arropado sobre la cama.

Yoongi se quedó con él todo el tiempo posible hasta que tocaron la puerta. A regaña dientes se levantó y abrió encontrándose con Namjoon y Moonbyul.

-¿Qué sucede?- preguntó extrañado.

-Necesitamos hablar.- dijo Moonbyul-. Sobre lo que pasó en Seoul.

Con eso que dijo la peli gris supo a que se refería. Le dio una última mirada a Jimin.

-Le diré a Seokjin que venga a quedarse con él, no te preocupes.- Namjoon le regaló una sonrisa de labios cerrados y Yoongi se lo agradeció.

Moonbyul lo llevó con ella hasta la oficina invitándolo a sentarse frente a ella en la mesa.

-Namjoon me contó lo que sucedió y...y esto realmente es impresionante.- dijo en un susurro-. No pensaba...no pensaba que esto fuera posible.

-Yo tampoco.

-Quiero hacerle una prueba a tu sangre.- su voz y mirada eran cautelosas, como si tuviera miedo de decir algo erróneo-. ¿Puedo?

-Por supuesto.

Yoongi le extendió el brazo y Moonbyul fue por lo implementos. Mojó con alcohol un algodón y limpió la zona para luego colocar la aguja con la sonda. Llevó la muestra de sangre hasta el microscopio y ajustó el diafragma y fuentes de iluminación. Grande fue su sorpresa cuando colocó su ojo en el ocular y movió el tornillo macrométrico.

Ella conocía las características del virus, tanto físicas como científicas.

El virus de los mordedores se encontraba, literalmente, batallando con el sistema inmunologico de Yoongi, no dejando que el parásito llegara al hipocampo.

SURVIVANTS | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora