Splash Star Precure; Caos en el árbol del gran verde.

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- Saki... - Al lado de la nombrada la chica de cabello rojos le menciono, detallándola en su expresión cohibida protegiendo la carta en sus manos como si fuera lo más importante del mundo.

- Saki. - Ahora la que hablo fue la cure de las aves, sabiendo de forma perfecta todo lo que pasada por la mente de su amiga.

- Saki; Peleamos contra un demonio de destrucción que prácticamente extinguió toda la humanidad por una media hora antes de que lo derrotáramos, a manos desnudas y ganamos. No entiendo porque la carta a un chico te está poniendo en tantos aprietos. - Mai estada con una gota de sudor en la frente ante la seriedad en la que su amiga dijo eso. Que si, tenía razón pero no era la forma de decirlo tan directa tampoco.

- ¡Es que no lo entiendes Kauro! ¡Cuando se enamoren de un chico me entenderán! - Se puso a la defensiva, y es que, aunque pelearan contra seres del infierno, seguían siendo chicas, y el corazón de la cure de las flores doradas desde el comienzo hasta el final de su viaje como Guerrera leyendaria Precure, se descoloco por el hermano de su amiga.

- Kazuya es buen chico. No tengas miedo al entregársela, mi hermano aunque te rechace no te lastimaría. - Mai intento ayudarla, era un poco incomodo tenerla sufriendo de esa forma. Ya casi se le rompe el corazón por aquel mal entendido, el día de san Valentín estada cerca y luego el día blanco, no quería sufrir así.

- Igual no entiendo que puede tener un hombre para que le llores de esa forma.

- Kauro... - Ella era sincera, hasta fría, pero no por eso apática o insensible, pero en ese momento tanto su hermana como Mai tenían miedo de cómo puede estar repercutiendo sus palabras en Saki.

- Vamos no te desanimes, si hasta Flappy se le logro declarar a Choppy ¿Por qué tu no a Kazuya? - Le tendió la mano en el hombro la chica pelirroja. Michiro de las 2 hermanas era más sociable. - ¿Por qué no vamos al árbol a pensar un poco antes de que vayas?

- Claro. Estuve toda la noche pensando en esta carta, y el cómo poder plasmar lo que siento en ella. Quiero poder entregársela.

- Vamos entonces.

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- Ummm... ~ Lapi.

- ¿Qué pasa ~ Mupu?

- Estas raro ~ Pupu.

Los 2 espíritus de menor edad se le quedaron viendo al Flappy, en su vista hacia donde el camino que los llevada a la tierra del verde se situada. Llamando la atención de sus compañeros, tanto en el bando de las Precure, como de los otros espíritus habitantes de los manantiales.

- ¿Sientes algo verdad ~ Chopi?

- Es como si los espíritus en la tierra se estén alterando ~ Lapi. Desde hace unos días me resulta raro.

- ¿Enserio? Kauro y Michiro debieron darse cuenta también ~ Mupu.

- Vamos con ellas, se siente débil, pero si algo pasa al menos porreemos avisarles ~ Lapi.

- ¿Sera que Goyan volvió? - Ambos niños dijeron, asustados por la idea de que eso pueda pasar, siendo totalmente difícil la pelea que tuvieron ya con el ogro ese.

- Pero, de ser así, ¿Porque a reina filia no dijo nada ~ Chopi?

-Vamos a ver ~ Lapi. Busquemos a las chicas. - Los 3 espíritus a su lado asintieron, despidiendo a sus compañeros y tomando la forma de luces para ir a la tierra.

Era casi una desgracia este hecho. No importa que hagan o que tanto peleen siempre vendrían este tipo de problemas, más gente desamada, loca, o incluso gente con buenas intenciones, pero sin oportunidad de expresar su punto de vista sobre el porqué de sus acciones, tal vez no las acciones correctas pero si las razones.

Pero ese era el trabajo que ellas aceptaron, de una u otra forma, para bien o para mal, como Precure.

Goyan fue un enemigo sumamente poderoso y formidable, cuya magia era bastante fuerte permitiéndole creer tanto súbditos como una cuartada, sin impórtale de verdad lo que pasara, paciente ante todo esperando su momento para sacar provecho. Como ahora, su magia no había desaparecido por completo, la magia que uso para traer a sus creaciones de vuelta seguía libre pero muy debilitada, rastros que dejo.

Aunque era bien casi un accidente, no esperaban, nadie, que esa magia haya sido tan fuerte y paciente como su dueño como para esperar y traerlo de vuelta, o bueno, no directamente a él pero si algo bastante similar; Listo para atacar.

- ¿Ummm?

- ¿Kauro?

- Siento algo... Está en el árbol. - Hizo saber, parándose del lugar y mirando de forma fija este, apretando los puños en modo de defensa, siendo esta acción imitada por sus amigas y hermana.

- Es verdad... Se siento como Goyan... Pero muy diferente.

- ¿¡Heeey!? No otra vez. - Dijo Saki, poniéndose alerta ante cualquier cosa. Y sin darse a esperar, la forma del árbol se empezó a contorsionar, sacando ramas de forma salvaje donde las 3 fueron absorbidas dentro del árbol atrapadas en el espacio entre este y la tierra de los manantiales.