Maldita Maquina.

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Era sábado por la mañana, los fines de semana no había nadie que pudiera despertar temprano a Gavin pues reponía las horas de sueño que perdía entre semana.

Al contrario Nines se levantaba temprano todos los días sin excepción para tener días más productivos. Mientras limpiaba la cocina escuchó que alguien tocó a la puerta, dejo de lado lo que estaba haciendo y fue a ver quien era. Al abrir la puerta la persona que había tocado ya se había marchado, el androide asomó su cabeza por el pasillo pero no había nadie, bajo la mirada al suelo encontrándose con una caja de cartón mediana. De inmediato se alarmó y utilizó su detector de bombas para verificar que no fuera una, pues era muy común este tipo de atentados contra los policías que investigaba casos peligrosos. En efecto no se trataba de ningún explosivo así que tomó la caja y la metió al departamento, respetando la privacidad del humano la colocó sobre la encimera y  no indagó más.

Después de unas cuantas horas, cuando Gavin por fin se levantó y vió la caja al entrar a la cocina, le entró curiosidad por su contenido.

-¿Qué hay en la caja? -cuestionó Reed mientras vaciaba el contenido de la cafetera en su taza favorita.

-Solo se que no se trata de una bomba -contestó mirando como Gavin ponía una cantidad exagerada de azúcar en su café.

-Pensé que eran mas de tus cosas de Cyberlife.

Gavin tomó un cuchillo para abrir la misteriosa caja que no tenía ningún dato que dijera que era su contenido.

-¿Qué es?  -preguntó curioso el androide al ver que la cara de su compañero se tornaba rojiza cuando vio el contenido de la caja 

-Nada importante -mintió, cerró de nuevo la caja para llevársela a su habitación. - ah, y gracias por recibir el paquete, ¿no habrás visto que era con algún tipo de rayos-x?  -cuestionó antes de retirarse.

-Para nada, yo respeto su privacidad señor -le respondió 

-¿Señor?¿Cuantos años crees que tengo? -entre cerro los ojos.

-¿Le molesta?, pensé que era cansado decirle "Detective" todo el tiempo y "Señor" es una manera formal de referirse a tus mayores -se encogió de hombros

-Aún soy muy joven como para que me llames así -amenazó antes de irse definitivamente con el paquete entre las manos.

Sobre la encimera había quedado la garantía del objeto, Nines la tomó para entregársela al detective pero al leer que trataba de un objeto para adultos  prefirió no meter sus narices, dejó el papel sobre la mesa y se dedicó a hacer el almuerzo. Al parecer poco a poco iba aprendiendo cosas nuevas sobre Gavin. El androide se había dedicado a buscar por sus propios medio información sobre él puesto que cuando trataba de preguntarle la mayoría de tiempo lo ignoraba o evadía sus preguntas. Sabía que tenía antecedentes registrados entre los años 2022 y 2023 ninguno grave, la mayoría eran por peleas y disturbios, cosas comunes en los jóvenes, sabía que se había graduado como el mejor de la clase en la academia de policías y sobre su familia sabia que su madre había muerto hace algunos años por enfermedad; su padre aún vivía y se había retirado de su trabajo apenas hace 6 años, de su hermano kamski sabía de sobra y algo sobre su hermana pequeña que aún vivía con su padre.

Por la tarde Gavin salió sin decirle nada, su actitud parecía extraña, se le notaba nervioso e incluso asustado. Nines ni siquiera se inmutó en preguntarle a donde se dirigía, pensó que era mejor idea seguirlo y asegurarse de que todo estuviera bien.

Era muy extraño que no se hubiera ido en auto a pesar de que afuera comenzaba a llover, eso quería decir que no iría muy lejos.

Después de unos minutos siguiéndole con sigilo, Gavin se adentró en un callejón, Nines hizo lo mismo pero parecía que su compañero había desparecido, avanzó por el lugar tratando de encontrar rastros de su compañero cuando alguien lo golpeó por la espalda aturdiendolo por un instante.

-¿Me estas siguiendo idiota? -le gritó Gavin quien había notado la presencia de alguien detrás suyo desde que salió del edificio.

Nines se reincorporó del golpe.

-¡No necesitas seguirme a todos lados!, tu te quedas en la casa y haces tus cosas de androide, sea lo que sea que hagas. -Gavin parecía realmente enojado

-Su forma de actuar antes de salir me puso en alerta, no era mi intención molestarlo solo quería asegurarme que todo estuviera en orden, después de todo ese es mi trabajo con usted. -trató de calmar a su enfadado compañero 

-Yo no soy el trabajo de nadie ¡¿me oíste?!, ahora lárgate de aquí -le gritó furioso

-No puedo hacer eso, le prometí a Kamski que no lo dejaría caer en drogas de nuevo.

-¿¡Qué estas insinuando maldita cosa?!.

Esa había sido la gota que derramo el vaso, el rostro de Gavin ardía en cólera y se mostraba indignado ante el androide. Sin pensarlo dos veces le lanzó un golpe directo al rostro el cual Nines esquivó con facilidad tomándole de la muñeca, Gavin dio otro golpe con la mano libre justo al costado y esta vez el androide no lo detuvo recibiendo el impacto. Reed continuó tratando de golpearlo, Nines no tuvo mas opción que neutralizarlo acorralándolo contra la pared quedando extremadamente cerca de su cuerpo.

-Ya es suficiente detective -ordenó

-Eres un hijo de perra -lo apartó bruscamente -mi hermano no debe meterse en mis asuntos, y tu que solo eres una maldita máquina tienes menos derecho aún , así que no vuelvas a seguirme jamás o esta vez te dejare el rostro tan desfigurado que ni cyberlife te podrá reparar  -amenazó con el entrecejo fruncido.

Nines quedó en silencio y dejo ir a Gavin, estaba confundido pues se suponía que los humanos tendían a dar las gracias a quienes se preocupaban por ellos, pero con Gavin era todo tan distinto y complicado.

Por alguna razón que desconocida le había enojado que le dijera que solo era una maldita maquina, no la parte de "maldita" si no la de "maquina".

Rk900 no se equivocaba al deducir que Gavin iba a comprar drogas. A pesar de que se suponía que las había dejado hace años, las había vuelto a consumir después de que su madre muriera. Simplemente ya no podía vivir sin consumir sustancias que lo ayudaran a lidiar con sus problemas día tras día. Al principio había probado solo con alcohol pero el problema era que el efecto solo duraba poco y al día siguiente tenía que luchar contra la resaca, entonces probo los cigarrillos los cuales hasta ahora le resultaban efectivos pero optó por otras soluciones antes de que le diera algún tipo de enfermedad respiratoria a causa de estos. Fue entonces que comenzó a comprar medicamentos contra la ansiedad de forma ilegal, pensando que se podía controlar y  tomar solo lo necesario, pero cada vez necesitaba más.

Haciéndote divergente// Reed900Donde viven las historias. Descúbrelo ahora