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TaeHyung había preparado la clase para el chico pelinegro. Se suponía que debería estar ahí en unos minutos más, solo esperaba que fuera puntual.
Agradeció infinitamente cuando vio el mensaje que recién le acababa de llegar. El pelinegro ya estaba fuera del edificio, salió de su pequeño departamento y bajo hasta la planta baja dónde JungKook estaba ahí parado.
- Pensé que no llegarías -confeso
- Realmente necesito aprender ese tema.
- Bien. Vamos, podemos subir por el elevador estoy seguro que no quieres subir un montón de escaleras - comento
- Yo te sigo.
Ambos entraron al elevador y TaeHyung se pudo percatar del fuerte olor que desprendía el pelinegro.
- Tú colonia es muy fuerte... - comento
- Oh, lo siento... Creo que me eché mucha, realmente lo siento mucho - se sintió como un tonto. Sabía que echarse mucha colonia era mala idea
- No te preocupes, huele bastante bien. Es un olor agradable.
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TaeHyung estaba resolviendo algunos ejercicios tratando de ignorar al pelinegro, el cual no había dejado de observarlo desde que lo puso a resolver unos ejercicios.
- No me mires. - ordenó - Deja de mirarme y ponte hacer tus ejercicios
- Perdón, es que eres realmente muy bonito para ser inteligente - habló y se arrepiente de lo dicho cuando vio la cara del menor
- O sea, que solo por ser bonito ¿no puedo ser inteligente? ¿Tengo que ser feo para ser inteligente? - cuestionó agresivo
- No, no quise decir eso. Me refiero a que muy pocas personas tienen inteligencia y belleza ¿Sí? Y tú tienes ambas. Yo solo tengo belleza - dijo nervioso
- Ya me di cuenta.
- Esté... ¿Tus papás viven lejos? - cuestionó tratando de cambiar de tema
- Sí. Ellos están en Daegu, yo estoy aquí por la escuela. De hecho todos los meses me mandan dinero suficiente para pagar el alquiler y comprar comida - habló
- Yo también vivo solo.
- ¿Solo? ¿Tus papás también viven lejos?
- Eh no. Solo quise ser independiente, aunque ellos igual pagan mi alquiler y mis cosas - rió avergonzado
- Mejor hay que estudiar y deja de mirarme tanto
- Lo intentaré
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- Se ve tan genial hasta corriendo - comento una de pelo rojo
- ¡Dios! ¡Nos miro! - grito una de ellas al ver como JungKook volteaba hacia su dirección
Y si, JungKook había volteado pero no para verlas sino para ver al tierno castaño que estaba sentado mientras leía un libro. Desde que cambiaron a TaeHyung a su salón no paraba de mirarlo o intentar estar cerca de él.
