Pecado [Katsudeku] [Omegaverse]

No estoy listo.

Solo había pasado una semana desde que había dejado su hogar... pero el peli verde sentía que era toda una eternidad. La mayor parte del día se encontraba solo dentro de aquel apartamento, después de hacer los quehaceres del hogar a modo de agradecimiento, no encontraba que más hacer... y salir no era una opción para él. 

Al escuchar la puerta ser abierta, no pudo evitar recordar la última noche en la que estuvo con el cenizo, dando un pequeño brinco sobre su asiento... debido al embarazo sus sentidos estaban más alerta que nunca. 

—¿Porqué sigues despierto.? Mañana debes estar a primera hora en el hospital.— Con lentitud, el heterocromático se acerco al Omega de pecas y tomo asiento a su lado para averiguar que es lo que pasaba. 

—Lo se, pero no puedo dormir. Mis instintos están vueltos locos y me mantienen alerta, creí que ver un poco la televisión me ayudaría a cansarme rápido... pero llevo aquí más de una hora.— Subió ambas piernas al gran sillón y con ayuda de sus manos las abrazo para darse un poco de calor y seguridad. Intentando esconder su rostro para que el más alto no viera su vergüenza, ya que pudo escucharlo reírse un poco cuando termino de hablar.

—Así que se trata de eso, esta bien. Me quedaré aquí hasta que te sientas listo para ir a dormir.— El más alto se retiro el suéter tejido que llevaba puesto, y después de doblarlo, lo coloco sobre el sillón que se encontraba cerca. 

—No tienes que hacer eso, debes estar cansado por el trabajo... deberías ir a dormir.— El ojí esmeralda sacudió un poco sus manos para llamar la atención del más alto y que así este hiciera caso a sus palabras. No quería causarle más problemas de los que ya le daba por culpa de sus síntomas. 

—Tienes razón, fue un día difícil. Así que me iré a la cama, no duermas muy tarde.— Tal como si le hubieran dado la orden, se puso de pie sin renegar más y camino con dirección a su habitación, cerrando la puerta una vez que estuvo dentro. 

El peli verde solo movió la cabeza para negar, pensaba irse de nuevo a la cama en poco tiempo, no sin antes apagar la televisión. Con pasos lentos, camino hasta la habitación de invitamos, la cual el heterocromático había preparado especialmente para él y que así se sintiera más cómodo. 

Al entrar, cerro la puerta y apago la luz que momentos antes iluminaba el interior... con cuidado se subió a la gran cama y busco acomodarse entre las sabanas. Observando en completo silencio el alto techo, pensando en todas las cosas que había hecho durante toda su vida... ¿Realmente merecía algo así después de haber sido tan buena persona con todos.?, no lo sabía. 

Suspiro pesado, cerro los ojos y recordó aquel momento en que supo por primera vez que estaba en cinta... la alegría y emoción que sintió cuando se lo conto a su prometido, y sobre todo el día que por fin pudo tener al cenizo entre sus brazos. 

Pequeñas lagrimas escaparon de sus esmeraldas, mojando así la almohada bajo su cabeza. 

No era momento para pensar en el pasado, debía ser fuerte si quería ver a su hijo feliz. 

Así que seco sus lagrimas y busco que el sueño lo envolviera, en unas horas todo llegaría a su fin y podría seguir con su vida normal. 

A la mañana siguiente, el primero en despertar fue el heterocromático, quien después de tomar un baño y darse cuenta que el pecoso aun dormía, inicio con los preparativos del desayuno. Era su día libre después de varios días, así que podría tomarse el tiempo para acompañar al Omega en todo momento, era un día difícil.