[Tony]
Cuando mis ojos se abrieron paulatinamente y observé en donde me encontraba sentí la tranquilidad reinar por todo mi cuerpo hasta los huesos y mis músculos se destensaron, me sentía distante de todo el mundo excepto de él. Peter yacía en mis brazos así como en el pasado, lo tenía en mis brazos, tocando con mis dedos su tersa y angelical piel, él descansaba su rostro en mi pecho en donde mi corazón emocionado latía por él a una velocidad severamente normal. Él reinaba mi pecho y todo mi cuerpo.
Estábamos desnudos bajo las sábanas y podía tocarlo como si fuera mío, aunque después de esa noche creí que era tan mío como yo era tan suyo. Era un intercambio de sentimientos completo, asimismo como él me había dado su corazón y yo el mío sin pensarlo dos veces.
Me sentía un poco aturdido por la infinidad de pensamientos cursis de los cuales mi mente estaban atascados, pero no tenía otra alternativa, Peter activaba ese modo en mí, él hacía que todo se volviera maravillosamente amarillo, el color más suave y vivo del mundo.Peter era el amarillo más lindo del mundo, y quizá yo también, aunque no la tonalidad que era él.
Emitió un pequeño sonido en mi pecho como diciendo con ello que ya estaba despierto al igual que yo, entonces llevé mis labios hasta sus alborotados cabellos.
Él llevó su mano hasta mi pecho y su pierna se enredó aún más con la mía. Sabíamos que nuestros cuerpos creaban el suficiente calor para sobrevivir un frío invierno y solo quería quedarme allí por todo el día. Solo él y yo echados en la cama totalmente desnudos, quizá haríamos el amor un par de veces más pero jamás íbamos a levantarnos de esa cama.Sentí y observé como su pie, por debajo de las sábanas calientes, comenzó una travesía hasta llegar mi misma extremidad.
Recordé entonces el momento extraño que habíamos tenido antes, de esos momentos que tan solo pensarlos dolían, aunque tampoco sabía el porqué dolían; entonces solamente dejé que siguiera con lo que sea que estuviera haciendo. Y tal como había imaginado desde el principio, los dedos de sus pies comenzaron a jugar con los míos, así como si fuéramos un par de tontos desconocidos que acaban de conocerse y acaban de darse cuenta de que ambos quieren lo mismo, como un par de hombres que quieren amarse hasta que sus células dejasen de existir o trascendieran. Hasta que, por si había una vida más allá de lo terrenal, sus almas desaparecieran de cualquiera plano astral.Sentí, por más tonto que sonara en mi cabeza, las enigmáticas mariposas en mi estómago.
Su cuerpo yacía contra el mío así como las nubes yacen en el azulado cielo, y sus fervientes manos, al igual que las mías, descansaban en el cuerpo contrario y en ocasiones tocaban más allá de lo normal, era simplemente la mejor manera de despertar por las mañanas. Era como la prueba gratis de un cielo.
Pensé por un momento que todas mis mañanas serian así en el futuro y no pude no emocionarme, fue imposible, quería que siempre al despertar él estuviera a mi lado así como estaba ahora, tocándome y jugando con mi pie como en ese bendito instante. Era nuestro sello, nuestra historia. Solo nuestra, de nadie más.Escuché como rió bajito y con ello endulzó mi oído como una cucharada de miel en un caliente té, entonces levantó su bello rostro para mirarme con ese ápice de sonrisa en sus labios. No me cansaba de verlo a los ojos, era simplemente una criatura hermosa y me sentía afortunado de que él sintiera lo mismo que yo. ¿Cuántas personas obtienen eso?
—Buenos días —dijo él con voz ronca, la cual había adquirido por el sueño previo.
¿Qué había sentido con Peter?
Una conectividad inverosímil e impoluta que no podría explicar con facilidad, y por alguna maravillosa razón me sentía agradecido de no poder entenderla siquiera, eso lo hacía más especial para mí. En realidad no quería saber porqué lo amaba tanto, tan solo quería seguir amándolo de ese mismo modo hasta que todo acabase.