KINKTOBER [EN EDICIÓN]

✓ Día 7: Breathe.

Dacrifilia: Filia donde la persona se excita con las lágrimas o el llanto de su pareja.

Era de tarde cuando el vocalista había ingresado a la sala en sus pijamas. Día libre y fin de semana sin nada interesante qué hacer.

Pudo observar a la maknae line jugueteando entre ellos, o algo así, pues JungKook tenía uno de los almohadones sobre la cara de Kim, prácticamente ahogándolo.

—¿A qué juegan? —Preguntó con tranquilidad al ya estar acostumbrado a esa clase de comportamientos en ambos después de tantos años.

—Estamos intentando ver cuánto aguantamos sin respirar —Jeon comentó, y pocos segundos después, TaeHyung comenzó a dar manotazos y removerse para recuperar el oxígeno, que se le fue concedido una vez le quitó el almohadón.

—C-Casi muero, no quiero volver a hacer eso.

—¿Tú, Jimin hyung? ¿Quieres probar?

—Ni loco, me daría pánico —negó de inmediato—, pero puedo retener la respiración.

—No es lo mismo, algo o alguien más debe quitártela, de alguna forma activa tu sentido de supervivencia, no lo sé, lo vimos en un TikTok —el pelinegro negó con una sonrisa divertida.

—¿Cuánto tiempo aguantaron ustedes?

—JungKook un minuto y yo cuarenta segundos.

—Vaya...quiero intentarlo también —murmuró, un poco dudoso al ver que el castaño volvía a alzar la almohada—. Así no, me desesperaría en los primeros diez segundos.

—Entonces busca otras opciones que no sean ahogarte en una piscina —Jimin negó en un suspiro, dispuesto a encontrar su propia solución a la incógnita.

Ingresó por accidente a una habitación que no era la suya, aunque tampoco arrepintiéndose de lo que lo recibía. Era YoonGi, terminando de calzar una de sus remeras con su cabello rubio mojado, encantado de poder apreciar los músculos que de a poco comenzaban a formarse en su cuerpo.

El rapero no tardó mucho en percatarse de su presencia.

—Yo- lo siento, me confundí de habitación, hyung.

—No te preocupes, pasa, bonito —le recibió una de sus sonrisas más hermosas. Cada día se sentía más enamorado de ese chico y se sentía tan afortunado de poder llamarlo su pareja. Su novio de hace años y con quien todos esperaban que se comprometiera en algún momento—. ¿Todo bien?

—Sí de hecho, sólo trato de pensar una forma en la que pueda dejar de respirar.

—¿Qué? —Aquella palabra tan simple, fría y cortante, volteando hacia el menor de manera casi inmediata, viéndolo como si una segunda cabeza le hubiera crecido.

—¿Qué? Oh, no, no, no es lo que quise decir —Park inmediatamente negó agitando sus brazos, lamentando la malinterpretación—, lo siento, sonó muy mal. Es que JungKook y TaeHyung están compitiendo para ver quién logra aguantar más la respiración, pero me dijeron que no tengo que hacerlo yo mismo porque no vale.