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Finalmente habíamos llegado a la pequeña cabaña de Aaron y Zoe.

Bueno, la verdad la palabra "pequeña" no era suficiente para describir esa diminuta y humilde cabaña..

-finalmente llegamos - celebró Aaron.

-¿ustedes viven aquí? - pregunté al ver el estado de esa horrible cabaña.

-si pero no.

-explicate - pedí.

-solo nos quedaremos aquí un tiempo..

-¿por qué? - decidí preguntar.

-ya te dije que todas tus dudas y preguntas serán respondidas cuando ya entres a esa cabaña.

-¿y como se que no intentarán secuestrarme?

-chica tonta - dijo Aaron negando levemente - si te "secuetararamos" con tan solo un golpe a esta cabaña y se cae al suelo.

-¿bueno, pero sabes que? Ya me da igual, ayudemos a Mathias y me largo de aquí.

Aaron no dijo nada, solo entró a la pequeña cabaña con Mathias en sus brazos, lo acostamos en el pequeño sillón que había y Aaron empezó a observarlo para ver que necesita para curarse.

-Zoe, tráigame las gotas de marfio - pidió Aaron.

¿Marfio? ¿Eso existía?

-¿las blancas o las de color morado? - pregunta Zoe mientras que rebuscaba en una caja donde había muchos frasquitos con diferentes líquidos.

-tu sabes que el morado no funciona en el.

-bien.. Entonces el blanco será - Zoe cogio el frasquito que tenía un líquido blanco adentro y se lo alcanzo a Mathias.

-¿como es que te llamas? - le pregunta Aaron.

-Mathias.. - respondí yo para que Mathias no tuviera que hacerlo, por que se veía tan débil que quizás hablar lo fuera afectar más.

-bueno.. Mathias, esto te ardera como los demonios, es muy probable que tu apariencia cambie por unos segundos y tu cuerpo empiece a convulcionar pero es normal, es un efecto que hará que te cures de inmediato, así que no te muevas o puedes morir - Mathias no dijo nada, solo quedó ahí acostado en el sillón apenas respirando.

-¿que? - pregunté.

¿cómo qué podía morir?

-guarda silencio - me pidió Zoe.

Okey, Zoe como que ya no me agradaba mucho..

Mathias tenía sus ojos cerrados y con sus labios totalmente pálidos y secos, su piel estaba super pálida y su respiración se estaba agotando, inhalaba aire cada diez segundos..

-hazlo ya - pedí, tenía miedo de que Mathias empeorara.

-espere.. - pidió Aaron.

Aaron sacó una aguja de su feo y horrible pantalón y metió el liquido blanco en el la aguja y sin esperar más, clavo la aguja en el cuello de Mathias sin piedad.

Mathias al sentir el líquido transcurrir su cuerpo abrió sus ojos demasiado grandes y su piel se empezó a tornar negra.

Aún no podía creer lo que estaba por ver..

Mathias empezó a gritar del dolor como si lo estuvieran acuchillando, su piel empezó a tornarse de un color muy oscuro, como negro, desde sus brazos hasta su cuello, en esa capa negra empezó a salir escamas de color azul y moradas y el líquido pasó por sus venas por que se notaron totalmente negras, el gritaba demasiado fuerte, su cuerpo se cayó al suelo y empezó a convulcionar.

Una noche oscura y sangrienta (Oscuridad #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora