Estaba muerta lo sabía, corrí a la sala y me escondí detrás de un mueble. Pude escuchar como Changjo baja las escaleras a toda prisa y con mucha ira dijo – DONDE ESTAS – en mi mente solo pedía “que no me encuentre por favor que no me encuentre”
Pasaba el tiempo y era escasa la vez que escuchaba la voz o las pisadas de Changjo. Me encontraba paralizada no sabía qué hacer, si me movía me chocaría con él y si no lo hacía tarde o temprano me encontraría. Tenía que a ver una manera de poder ser razonable o por favor solo es un hombre que quiere saciar sus deseo, vamos deja lo estúpida la única manera de saciarlos es dándole lo que quiere y yo no quiero eso, que puedo hacer necesito un plan y rápido.
– ha… con que aquí estabas – me exalte al escuchar su voz detrás de mí, lo más rápido que pude me levante del suelo y corrí a la cocina, no pude llegar más lejos del comedor ya que Changjo se abalanzo sobre mi colocándose encima de mis caderas, dejando inmóviles mis piernas, tanto de inmovilizar mis brazos pero no podía, no se lo permitiría, mientras agitaba mis brazos hasta que las coloco sobre mi cabeza sujetándola con una mano.
Al tener el espacio libre, se dirigió directamente a mis labios besándolos con brusquedad y anhelo, quitándome fuerza me dejo sin aliento, era tan embriagadora su boca, tienes que buscar una escapatoria grito mi mente. Procedió a romper mi camisa con una sola mano, hasta dejar al descubierto mi sostén su lengua paso encima del valle de mis senos haciéndome forcejeara aun mas, su mano bajo a por mí estomago para luego enterrarla dentro del pantalón hasta tocar mi intimidad, la acaricio haciéndome estremecer, mi cabeza girara por la sensación de su dedos, estaba tocando una parte tan sensible que me podría hacer gritar.
– No, por favor – le dije en un hilo de voz temblorosa
– No te resistas – dijo antes de volver a dirigirse a mi cuello.
Beso mi cuello con pasión dejándome sentir como sus dientes raspaban la piel para luego lamerla, cada vez me estremecía más por la forma en que mi cuerpo lo sentía, no yo no podría querer esto, no quería tenía que hacer algo. No tardo en volverme a besarme los labios era algo que exigía como si dependiera de ello, con una idea en la cabeza, le di lo que necesitaba le correspondí este beso haciendo que se estremeciera también, se apartó de mis labio para verme detenidamente, yo estaba jugando con él lo estaba seduciendo, aquella mirada de lujuria era inexplicable pero producida por mí, con esa mirada cualquier mujer caería y se entregaría a él. Se estaba acercando de nuevo a mi rostro, decidida tome su cuello y lo dirigí a mi boca mordiéndolo con todas mis fuerzas. Changjo grito como alma que lleva el diablo, se levantó enseguida tropezando con una mesa dejando caer un porrón sobre mí.
Me encontraba en el baño de la habitación de Changjo, sentada en la barra del lavamanos esperando por él. Changjo entro con la caja de primeros auxilios es sus manos, y procedió a limpiar mi herida. Cuando el porrón cayo de la mesa se quebró sobre mi brazo izquierdo haciendo una herida vertical no muy profunda pero si larga, con mucho cuidado Changjo retiro el vidrio incrustado, hice un gesto de dolor pero no me queje.
- como terminamos así? – le pregunte
- es tu culpa – se limitó a responder, yo lo mire incrédula por sus palabras
- mi culpa que te sucede, tú me querías tener a la fuerza – saco las vendas y el alcohol del maletín
- no sería a la fuerza, si te dejaras llevar por tu cuerpo – derramo un poco de alcohol sobre la herida haciendo que ardiera
- ashhhh, ten cuidado duele – hice puchero, él no me miro pero sonrió
- disculpa- procedió a ponerme las vendas para que no se infectara – ya está – cuando trato de alejarse lo tome del brazo y lo atraje de nuevo a mi
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TU ERES MIA!
Romance¿Que es ser independiente? ¿Por qué hay personas que no le gusta la independencia? Son las preguntas que me formule al conocer a este hombre. Cuando las decisiones de mi vida cayeron a manos de otro sin yo darme cuenta. Recuerdo el aire que había...