Nueva Perspectiva

Capitulo 6

Arturo, que ya había presentado sus informes al consejo debido al desafortunado viaje de caza, y ahora tenía el resto de la tarde libre para "Proteger" a Merlín mientras Hunith y Gaius pensaban cómo restaurarlo. Dejando a Merlín en una alcoba con instrucciones de permanecer callado, Arturo despidió a los guardias que Agravaine había colocado fuera de sus habitaciones y luego se apresuró a entrar con Merlín. El chico miró boquiabierto la enorme habitación.

- ¿Esto es tuyo? ¿Todo solo para ti? -

- Sí - Respondió Arturo, cerrando la puerta detrás de él.

- ¡Guau! - Merlín levantó los brazos y giró en círculo. - Esto es más grande que la casa de mamá. ¡Es como la habitación de un rey! -

- Lo es - Dijo Arturo, sonriendo. - Es la habitación de un rey, eso es lo que ves. -

Merlín palideció y dio un paso atrás, inclinando la cabeza para mirar a Arturo. Hunith tenía razón. Merlín, chico inteligente, descubrió rápidamente las pistas. - ¿Eres rey? -

Arturo asintió. Una vez más, en lugar de sentirse impresionado o ligeramente asombrado al darse cuenta de que estaba en presencia de la realeza como esperaba Arturo, Merlín se debilitó y volvió su atención a sus pies. - El rey mata a gente como yo. Pero tú eres amable conmigo. -

Arrodillándose para estar a la altura de los ojos del pequeño brujo, Arturo puso una mano sobre el hombro de Merlín. - Ese era mi padre, Merlín. No yo. Me has demostrado que la magia es buena, no mala. Quizás es hora de deshacerse de esas leyes en su contra. -

Para su mayor sorpresa, Merlín negó con la cabeza. - La magia no es buena. Y no es mala. Creo... creo que es como una tormenta. -

- ¿Una tormenta? -

Merlín asintió. - Una tormenta riega las plantas. Y las inunda. Puede ser ruidoso, brillante y bonito. Y puede derribar casas y graneros. No es malo cuando hace eso. Y no es bueno. Solo pensamos que es bueno y malo porque queremos que riegue las plantas y tener un mar bonito, y no queremos que derribe casas. No se puede hacer una ley contra las tormentas eléctricas. Eso es una tontería. Las leyes contra la magia son más tontas, porque la magia es mejor que una tormenta. -

Arturo asiente ante la sabiduría infantil. - ¿Entonces crees que debería levantar la prohibición de la magia? -

- Sí - Declaró Merlín. - Pero... - Dudó como si tratara de encontrar una manera de decir lo que quería. - Como cuando hice tropezar a Markal con mi magia porque él se estaba metiendo conmigo. Mamá me azotó con un palo. Al día siguiente, lo hice tropezar con el pie, sin magia en absoluto, y mamá me azotó de nuevo y me hizo pelar guisantes todo el día y no pude jugar con Will. -

Se quedó en silencio y miró a Arturo, con expresión esperanzada de que él hubiera entendido su punto. Por extraño que parezca, Arturo lo entendió, y probablemente fue uno de los argumentos más sólidos que había escuchado sobre la magia. - Estabas en problemas por hacer tropezar a alguien, no por cómo lo hiciste. -

- Pero tanta gente con magia ha hecho tantas cosas malas - murmuró Arturo, más para sí mismo que para Merlín.

Merlín soltó una risita y se alejó mientras su interés en la conversación se desvanecía ahora que le habían asegurado que no estaba en problemas. - Si mataras a todos los que hicieron cosas malas... - Dijo, agachándose para mirar debajo de la mesa - Entonces no quedaría nadie, mamá dice que a veces todos hacen cosas malas. -

Arturo se rio a carcajadas ante eso. La pila de armaduras en la esquina llamó la atención de Merlín, y Merlín se arrastró por debajo de la mesa hacia ella.