Estúpido nerd | Jaewoo & Dowoo

1

El golpe ensordecedor de un cuerpo cayendo al piso detuvo las actividades de aquellos que caminaban por el pasillo. Con curiosidad y luego de minutos sin pizca de sorpresa vieron el rostro de Jungwoo estampado en el piso, a un lado un Jaehyun doblado de risa y un adorable chico con cara de conejo corría a levantar como siempre a su amigo.

—Deberías ver por donde caminas nerd de pacotilla, aunque con ese cabello grasiento en tu cara, creo que te resultara imposible.

Hizo caso omiso, total así se defendiese o lo insultase, aquello no cambiaría su situación, la misma en la que llevaba atrapado casi tres meses. Doyoung ya tenía recopiladas las hojas en su regazo, le agradeció el gesto a su amigo y las retomó, tenía solo cinco minutos para entregar los deberes de sus compañeros de clases o de lo contrario no solo tendría el golpe en su nariz, sino que además los insultos de todo el salón.

—Jungwoo, deberías ir a la enfermería tu nariz está sangrando.

Se notaba la preocupación en el entrecejo arrugado del mayor, mientras lanzaba miradas de odio a Jaehyun quien no se había movido del lugar, al contrario, seguía disfrutando del espectáculo junto a Johnny y Taeyong.

—No te preocupes Doyoung, yo puedo con esto. Pero el mayor volvió a negar con la cabeza quitándole las hojas.

—Yo entregaré esto al profesor tu vete a la enfermería y no acepto un no.

—Cuando no el príncipe Doyoung al rescate, supongo que cogerte a ese feo ha de tener su beneficio.

Las orejas del pelinegro enrojecieron mientras Jungwoo solo apretaba los puños lleno de rabia, haciéndose daño al enterrarse sus uñas en las palmas. Tomó el camino hacia la enfermería mientras dejaba un camino de gotitas de sangre.

—Algún día te vas arrepentir por todo lo que le haces Jaehyun.

Pero el castaño solo negó divertido, tiró la lata de coca cola en el tacho cercano y pasó de largo, empujando en el camino el hombro de Doyoung.

Las horas de clase era un martirio para Jaehyun, prefería recostarse sobre su brazo y dormir, total luego podría pedir prestado los apuntes, solo bastaba una sonrisa a Yeri y ella encantada le haría el favor. Lo único que le llamaba la atención del instituto era molestar a Jungwoo y después entrenar basket por largas horas, de no ser por ese deporte, los campeonatos ganados y los trofeos gracias a su liderazgo (Sin mencionar que su padre era de los que más aportaban al instituto) hace rato hubiese sido expulsado.

Pero la principal razón por la quería que terminaba esa larga hora de literatura, es que luego de todo el trajinar de su vida como estudiante, podría ir a ese norebang y encontrarse con aquel bonito peligris... suspiró.

—Alguien está enamorado, mira que suspiro— Johnny le lanzo unos snacks en la cara, los mismos que fueron detenidos por Jaehyun sacudiendo su mano.

—No jodas Johnny y deja de comer esa basura, esta temporada será un poco difícil pues no tenemos a Ten por su operación en la rodilla, y en cambio en el instituto Daegu tienen a un nuevo chico que es demasiado bueno sobre todo porque viene de Canadá.

—Así venga desde Estados Unidos cuna del NBA tu eres mejor que ellos.

Sonrió orgulloso, la verdad no tendría que preocuparse, era cierto que el tailandés era uno de los principales, pero aún tenía al resto de su equipo que era igual de buenos que él. Llegaron a las canchas luego de cambiarse de uniforme. Comenzaron el respectivo calentamiento cuando sus ojos captaron a aquel ser que le causaba solo decir "Estúpido nerd". Realmente el chico era un chiste andante; alto y delgado, sin gracia al caminar, siempre apurado como un perrito de un lado a otro y siempre cayéndose, aun sin su intervención el chico terminaba en el piso.

A un lado, caminaba Doyoung siguiéndole el paso y tomando su brazo de vez en cuando para que no tropezara, para nadie era oculto de los sentimientos de este hacia el nerd, ¿Cómo alguien podía tener tan malos gustos? Dejó de tomarle importancia, después de todo solo se trataba de un simple y estúpido nerd.

La semana no tuvo mayor novedad para Jaehyun, excepto el viernes, luego del entrenamiento y buen baño en el instituto, se deshizo de sus amigos y se fue solo al norebang. Sus manos sudaban por lo nervios que sentía, ni los partidos de basket lograban eso en él, pero es que como no estarlo frente al chico más lindo que ha conocido en su vida.

Nunca ha logrado que lo atendiese, y cuanto añoraba verle de cerca y cruzar alguna palabra, pero el peligris siempre estaba atendiendo otras salas, y a pesar de sus intentos siempre resultaban fallidos y la ilusión rota de verle entrar por la puerta.

Este sería ya su... hasta había perdido la cuenta de sus intentos, pero no iba a rendirse, así como nunca se rindió hasta encestar sus primeros 3 puntos. Tocaron la puerta y susurro un "Pase adelante" el corazón le latió desbocado cuando notó unas hebras de color grises, era él.

—Unos nachos con queso y una sprite sin calorías para Jung Yoon Oh.

El trabajador solo le miró por breves segundos, y si no fuese porque era la primera vez que se veían, Jaehyun pensaría que ese joven le rehuía a mirada. Sus ojos chocolates, la nariz recta y perfilada, era toda una belleza.

—Muchas gra...cias... — el castaño trató de observar el letrero en la camisa del peligris pero éste no paraba de moverse y ocultó su nombre del membrete.

—Lucas... y de nada—adelantó el joven, hizo una venia y se retiró rápidamente, casi tropezando con la puerta.

Luego de ese pequeño golpe de suerte Jaehyun siguió intentándolo, pero fue en vano, y para su mala suerte el local no tenía una regla donde exclusivamente podía pedir quien le atendiese. Estresado por la situación, además de los regaños recibidos por el entrenador por su pobre desempeño, no pensó en nada más inteligente que tomar solo.

—oye tu despierta... despierta... Oyeeee—empezó a escuchar el castaño

—¿eh? — se limpió el rastro de baba antes de mirar alrededor para recordar donde se encontraba.

—Se quedó dormido y ya es hora de cerrar. Así que necesito que se retire pues ya soy el último que queda.

El castaño se sentía pesado, al igual que sus ojos, sonrió bobamente ante la situación pues el alcohol en su organismo hacia sus reflejos lentos.

—¿No me oyó? Necesito que se retire.

Jaehyun buscó al dueño de la voz, otra sonrisa tonta se formó en sus labios, realmente era muy bonito aquel chico, no dudó en acercarse a acariciar ese rostro, pero el peligris golpeó su mano alejándolo. Con la otra mano lo agarró no muy amable sino fuerte para arrastrarlo hasta la puerta.

—Tiene que irse.

—¿Por qué no te quedas conmigo? —trató de acercarlo haciendo uso de su fuerza por los músculos obtenidos por el deporte, pero perdió el equilibrio debido al alcohol, por lo cual el peligris aprove6cho el momento y terminó sacándolo del norebang.

—Mire, si no fuese porque su padre es quien es, hace rato lo suspendería, pero... voy a ser condescendiente, para mañana debe traerme un resumen de 20 hojas sobre una obra literaria, eso lo dejo a su conveniencia, pero ni más ni menos, 20 hojas de lado a lado.

Jaehyun bufó molesto e irritado, ahora tendría que hacer un trabajo y encima, la jaqueca por la borrachera de anoche no se le pasaba. Cruzó el pasillo con las manos en los bolsillos pensando en cómo escabullirse de esa tarea y le llegó como una revelación y salvación cierto nerd.

—Amigo Jungwoo que bueno que te veo—ensanchó la sonrisa y se apresuró a tomarlo del brazo, el pobre muchacho en vano intentó soltarse.

—Necesito que hagas algo por mí.

Jungwoo estaba harto, si... harto, y ese día todole estaba yendo mal desde su casa hasta en su materia favorita, que no vio algo más inteligente que descargar su enojo en la persona que más hacia miserable suvida, sin pensar en las consecuencias.