Estúpido nerd | Jaewoo & Dowoo

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Taeyong estaba exhausto.

Al llegar al aeropuerto de Busan los dos jóvenes tomaron un taxi que los llevara al puerto donde estaban las empresas de alquileres de yates. El lugar no era lejos, así que estuvieron pronto en el sitio. Solo tuvo que presentar cierta tarjeta y el empleado ya sabía lo que tenía que hacer y a donde debía llevarlos.

Fueron llevados hasta el muelle, Doyoung no dejaba de mirar alrededor asombrado con los cambios, pues llevaba casi tres años desde que había estado en aquel sitio.

La familia de Taeyong se dedicaba a los bienes raíces, y como les empezó a ir muy bien fundaron aquella empresa donde era los dueños y poco a poco incrementaron su flota. Razón por la cual hacían renovaciones e innovaciones al sitio logrando postularse como la mejor empresa de venta y alquiler de yates, siendo muy contratados por personas de buena posición económica,  incluso compañeros de colegio habían contratado los servicios de la familia Lee.

Tomaron un bote de fibra. Doyoung había olvidado lo temeroso que se volvía al ya no estar en tierra firme  sobre todo al cortar las olas al paso del bote hasta llegar al yate que se encontraba anclado unas millas más adentro.

Taeyong estaba ansioso pues era la primera vez en que viajaban y compartirían ese lugar totalmente solos. Y no iban en plan de amigos, le había pedido una cita muy valientemente; pero ahora se estaba arrepintiendo y la valentía le había desaparecido, no tenía porqué era su amigo después de todo, había confianza; pero la situación por la que estaba ahí no era la misma.

Por otra parte Doyoung estaba tranquilo y de vez en cuando miraba de reojo a su amigo pelirosa. Era un poco cruel de su parte pero le causaba gracias notar los nervios en su amigo, después de todo fue SU idea. De todos modos si las  cosas no salían como el beta quería siempre había el segundo plan, que era disfrutar sin importar los planes iniciales, todo con tal de ver feliz a Taeyong.

El primero en poner un pie fue el empleado, seguido de Doyoung para poder tomar la mano y ayudar Taeyong a subir, seguía un poco débil así que una de las condiciones era siempre dejarse ayudar y cuidar. Aquel yate era un poco más pequeño que los que solían ir con ma familia Lee, sin embargo para el alfa era perfecto. Estaba todo equipado para su estancia de 3 días, comida, bebida, suficiente agua y gasolina así como el botiquín de primeros auxilios y demás cosas que podrían usar en caso de emergencia.

Al pelinegro le sorprendió que fuese esa la idea de cita romántica de Taeyong, aunque en realidad ni siquiera es que él podría saber cómo es una cita con alguien que gustas. Con Jungwoo siempre salieron en plan de amigos y cuando se ayudaban a pasar el celo juntos pues todo era demasiado mecánico,  simplemente iban directo a la cama.

—¿Cuál habitación prefieres?—preguntó el beta.

—La que tu desees dejarme está bien para mi.

El beta asintió y le indicó que acomodará sus cosas personales en la habitación que daba cerca del baño. El peli negro no tardó en llevar su maleta, aprovecharía a cambiarse las prendas por unas más cómodas pues el sol brillaba en todo su esplendor afuera.

Al ser mediodía y  con el sol demasiado directo y los rayos ultravioleta en valores altos, decidieron solo almorzar y conversar. Doyoung ayudaba con lo que podía ya que nunca fue buen cocinero a diferencia de Taeyong, tenía un exquisito don de saber cómo mezclar los ingredientes, nada se le quemaba y lo mejor, después de mucho tiempo cocinaria con todo su amor.

El aroma ya inundaba la estancia, no tardó en rugir sus estómagos provocando que rieran los dos lobos adolescentes. Sirvió generosamente el estofado de carne de res, además de kimchi y otras verduras salteadas, el peli negro saco dos porciones de arroz y estaba entusiasmado pues sabía que el beta llevaba tiempo sin tener un apetito correcto y la mesa con los platillos se veían muy bien.