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Ni en sus más locos sueños, Jungwoo pensó que viviría este momento.

Tiempo atrás solo era el saco de boxeo de aquel grupo de lobeznos hermosos y populares, donde las palabras hirientes no faltaban, y su lobo tan necio emocionándose cuando el alfa castaño aparecía frente a él, con esa sonrisa de suficiencia solo para burlarse de su físico, para hacerle caer de rodillas esparciendo por el piso los libros o el almuerzo en la cafetería frente a todos los demás estudiantes.

Pero ahora lo tenía frente a él y de rodillas, justo como hacía con él pero la diferencia era que había sido por voluntad propia y no solo eso, le estaba quitando el pantalón y la ropa interior; las piernas le temblaron de excitación y su entrada comenzó a lubricar, inundando la estancia con su agradable y enloquecedor aroma.

Jaehyun gruñó de emoción cuando al tantear la entrada notó que ya estaba húmeda  y apenas empezaba. Se quitó la camiseta y llevó las manos del omega hacia su pecho, Jungwoo obedeció y acarició los bien formados pectorales y luego fue a los hombros, mirarlo desde arriba le hacía sentir un aire de superioridad, y por una vez en la vida quiso jugar a ser quien mandaba.

Agarró los cabellos del rubio, un poco brusco por lo necesitado que estaba y lo colocó justo frente a su miembro.

—Cómetelo!—le ordenó.

Jaehyun nunca había sido mandado, era un alfa, pero siempre había la excepción y tal como su omega le ordenó, apoyó sus manos detrás justo en los glúteos para acercarlo más y sin dudarlo introdujo el pene ajeno en su boca, saboreando el líquido preseminal. Jungwoo buscando calmar su calor, marcó el ritmo follando la boca del mayor sin soltarle el cabello, fue otro nivel de excitación lo que estaban sintiendo y Jaehyun pensó que podría correrse aún sin haber entrado en su omega, esa nueva faceta de dominancia lo encendió a niveles insospechados.

Una vez se corrió, el omega cayó sobre el mueble cercano, respiraba profundamente para calmar sus latidos pero nuevamente se excitó al ver a su alfa completamente desnudo, porque Jaehyun ya se había retirado toda la ropa mientras acariciaba su propio miembro, dedicándole una mirada lujuriosa.

—Vamos arriba omega, tengo que calmar tu calor.

Con la fuerza que poseía, tomó al menor para cargarlo, Jungwoo enrolló sus largas y niveas piernas a la cintura del alfa y se fueron a la habitación, sin dejar de besarse. Estaba por quitarse nuevamente los lentes porque la respiración de Jaehyun los empañaba pero éste fue más rápido y no le dejó.

—Ni siquiera lo pienses nerd— escuchar esa palabra sin acento despectivo dejó asombrado a Jungwoo, más por el modo juguetón y hasta podría decir que tierno.

La mirada de Jaehyun lo colocaba muy inquieto, era la misma de cuando miraba a "Taemin" solo que ahora no estaba en este personaje, era Jungwoo el nerd de su clase.

—Te lo dije omega, esta vez te haré mío de esta forma, así que no te quites nada excepto la ropa.

Jungwoo obedeció aunque en serio moría por quitarse aunque sea la peluca, pues le picaba mucho por el cuello. Soltó un sonoro suspiro cuando la respiración del alfa rozó sus sensibles pezones, aún no lo tocaba del todo y sentía que se derretía. Lengua húmeda por su pecho y tetillas los gruñidos que el alfa emitía de sus labios por lo ansioso que se encontraba, y sus olores comenzaron a mezclarse en el ambiente que cualquiera que pasará por esa casa iba a notar lo que sucedería en esas cuatro paredes y aún no era siquiera de noche, porque en cuanto la luna llena esté en su cenit, los jóvenes lobos se iba a desconocer.

                             ∆


Sus piernas y parte baja estaban resentidas; el alfa había sido bastante brusco, aunque debió suponerlo al momento en que las pupilas de ambos cambiaron a rojo. Fijó su mirada en la espalda desnuda de Jaehyun, él tampoco había sido muy amable así que estaban a mano.

Camino al baño se encontró con los condones usados, los envolvió en servilleta para botarlos en el tacho, maldijo al alfa por ser tan desordenado. Se miró en el espejo y volvió a maldecir al notar las diferentes marcas, salvo la más importante, la del cuello.

Luchó mucho contra el alfa porque en cada descuido intentaba morderlo y reclamarlo como suyo, y eso no lo iba a permitir, era muy pronto y ni siquiera estaba seguro que él fuese el amor de su vida. Le gustaba y atraía sexualmente, pero había algo que no le permitía sentirse pleno y dispuesto a dejarse marcar por él.

Estaba lavándose el rostro cuando su agudo sentido le alertó de unos pasos, pero era muy obvio que se trataba de Jaehyun, un poco adormilado pero muy satisfecho por la apasionada noche, se acercó a él y a pesar de tener el rostro mojado le esparció besitos por doquier.

—Buenos días Jungwoo.

—Buenos días Jaehyun.

No siguió contestando pues el alfa ya lo tenía acorralado contra el lavabo. Al parecer al rubio no le era suficiente que seguía hambriento del cuerpo del pelinegro. Aún sensible gimió bajito cuando sintió la lengua del mayor por sus hombros para pasar al cuello donde le mordía la manzana de adan.

—Eres tan delicioso omega, me encantas, me vuelves loco.

Jadeó ante la voz marcada de deseo del otro. No sabía si podría resistir otra ronda, sin embargo por cómo reaccionaba su cuerpo estaba seguro que sí. Y se dejó llevar, está vez no hubo juego previo ni tampoco cuidado por parte del alfa.

—Jaehyun el condón.

—No omega, está vez no voy a parar hasta preñarte.

—No, así no... Ahh—gimió al sentir que apretaban su pene.

Jungwoo no sabía que hacer, por un lado le excitaba sobre manera hacerlo sin condón, pero era muy joven y si tenía sexo sin protección bajo esas circunstancias de su calor, el porcentaje de embarazo era muy elevado. Así que reunió fuerzas y lo empujó.

—Pero qué...

—Te he dicho que así no—le cerró la puerta del baño en la cara. Rápidamente fue por sus prendas que estaban todas esparcidas por la habitación. Tendría que salir pronto o su deseo omega de tener cachorros se haría más latente y no se sentía preparado para tan grande responsabilidad, ni siquiera terminaba la secundaria y peor aún, su carrera de actor podría quedar truncada .

—Estúpido alfa—se quejó mientras terminaba de colocarse el pantalón pero Jaehyun ya estaba a su lado y temió lo peor.

—Lo siento , sí? Me deje llevar por mi lobo, sé que somos demasiado jóvenes— el rubio ya lo tenía atrapado en sus fuertes brazos, no lo soltaría hasta que aceptara su disculpa y de paso aprovechar a olerlo un poco más, besó sus mejillas tiernamente, la punta de su bonita nariz, el alfa quería llenar de besos por todos lados. Jungwoo de estremecía a cada contacto y su omega le pedía restregarse en el pecho de Jaehyun y perdonarlo.

El mayor estaba por llegar a sus labios, pero se vio interrumpido por el sonido del vidrio roto de la ventana de la sala. Los dos lobos salieron de su burbuja para ver qué ocurría pero apenas dieron un paso, una lata que vaciaba humo entró por el mismo agujero.

—No importa qué, solo no respiren ese humo y salgan por la puerta de atras— otro lobo estaba en la sala, los jóvenes no tenían idea desde cuándo estaba ahí porque no lo sintieron entrar, pero ahí estaba el desconocido tratando de cerrar el agujero antes que en vez de humo a los maleantes se les ocurriera lanzar algo más peligroso.

Jungwoo no podía ver bien al sujeto debido al humo, pero recordó la carta del padre de Jaehyun así que pensó  que se trataba del cuidador que había mencionado en ella. Jaehyun alcanzó a verlo antes de salir por la puerta trasera y se sorprendió, pues esos ojos los reconocería en cualquier lado.

Estúpido nerd | Jaewoo & DowooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora