Día 1 "If all of the kings had their queen on the throne"

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Militares y estrategas, ambición, premio de guerra, fuego/resplandor

[Si todos los reyes tuviesen a la reina en su trono]

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Todo cambió de repente.

Cuando el misterioso muchacho ascendió como rey demoníaco, nadie se quedó con la boca cerrada, todo el mundo contemplaba al nuevo soberano con ojos llenos de ilusión y miedo, corazones completamente inmersos en la imponente figura que se alzaba entre los soldados y sostenía la cabeza del rey caído en su espada.

Cada amante y sirvienta del antiguo soberano se convirtió en fiel seguidora del nuevo líder, así como los soldados juraron lealtad a su antiguo compañero y ahora rey, todos en el palacio y sus alrededores bajaron la cabeza de inmediato ante Luo Binghe.

Todos, menos la esposa del rey.

Poco se sabía de la esposa original que el Rey mantenía escondida, solo rumores rondaban alrededor del nombre mudo de la esposa principal del soberano muerto, apenas unas teorías en cuanto a su falta de presencia en el público.

Los más viejos del castillo le recordaban, no con mucho cariño en realidad, pero siempre dirían las mismas palabras:

"El consorte del rey era muy reservado, frío y despiadado, pero era el único que mantenía las cosas en orden dentro de los muros."

Cabe destacar que, al menos según el demonio se enteró, esta 'esposa' era un consorte masculino, un hombre entregado al Rey como ofrenda de paz en un conflicto de hacía ya varios años. La curiosidad ganó a los sentidos de Luo Binghe y, luego de que los primeros días de festejo se dieron por acabados, el demonio soberano subió a aquella zona de reclusión en la que se decía vivía la antigua reina.

Un jardín gloriosamente fértil fue la primera visión que el espacio aislado regalaba, apenas algún sirviente sería visto por los alrededores, sin sonido alguno a su alrededor.

En tonos verde pálido y una silueta apenas visible a la luz del radiante sol, Luo Binghe finalmente vio el rumor encarnado.

La reina aislada por elección propia, aquel a quien los sirvientes recordaban con anhelo y maldecían a la vez, ese ser entregado cual sacrificio a un dios mudo, solo para acabar como una concubina abandonada a pesar de su título.

Luo Binghe sonrió sin siquiera darse cuenta de su propia emoción por ver parte del rostro a la luz del sol, un par de ojos tan brillantes como la hierba misma centrándose en él, llenándole de una dicha difícilmente capaz de describirse.

Por otro lado, este consorte no parecía tan 'emocionado' por las visitas del nuevo Lord, pues había varios guardias en su recinto y un par de nuevos sirvientes a los que no había entrenado él mismo; una fila de mujeres se podía ver en la distancia, ligeras risas que resonaban molestas a los oídos del segundo soberano anterior.

Muchos se veían particularmente nerviosos ante el encuentro, principalmente aquellos pocos que se mantenían a espaldas del consorte, con la mirada baja y las manos tras la espalda; es claro que alguien que estaba casado con un rey muerto no era nadie frente al soberano siguiente, pero este hombre parecía totalmente imperturbable, ajeno a cada preocupación y rencor.

El demonio conquistador dio el primer paso a la interacción, cuidando dónde ponía los pies en la delicada hierba, incluso los escalones de piedra en los que podía asentarse ya estaban casi por completo cubiertos del precioso verde.

El consorte no miró demasiado al monarca acercándose, cerró los ojos y la diestra se levantó, una señal silenciosa a que sus sirvientes se retiraran, un movimiento tan fluido que haría a la brisa parecer un golpe en la cara; cuando ambos se vieron sobre el mismo suelo, el consorte retrocedió a la sombra, el demonio siguiéndole en extraña obediencia, intrigado por lo que sea que esa esposa podía revelarle a él.

BingJiu Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora