< O N C E >

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Habían pasado los días desde que Felix se había enterado de la existencia de un hermano Hwang, después no mencionaron más del tema el resto de los días. Y es que el joven de cabellos amarillos estaba un poco incómodo, Hyunjin no le dirigía palabra a menos que Felix tomase la iniciativa, y claro, Felix con tal de no molestar a su gatote no hablaba casi nada.

—Ahm... ¿Jinnie?... — Preguntó Lee con el rostro fijo en su plato.

Hyunjin solo murmuró un débil "mh", dándole señal a Felix para que continuase hablando.

—Yo... vendré hasta en la madrugada, doblaré turno — Felix dijo bajo, enterrando el tenedor con nerviosismo sobre el trozo de carne que había cortado segundos antes.

¿por qué de pronto Lee se sentía temeroso? Hwang ha estado muy distante desde que le contó sobre su hermano extraviado, y tenía miedo de decir algo inadecuado para hacerle enojar y perderle para siempre.

—De acuerdo, cuídate mucho. — Dijo Hyunjin evitando su mirada.

Felix sintió su corazón doler ante la voz plana de Hwang, y solo atinó a mirar sus manos en su regazo.

—¿Estás bien, gatote? — Felix preguntó nuevamente.

El híbrido negó mientras terminaba su almuerzo en silencio, después llevó sus platos sucios al lavabo y se recostó en el sofá sin decir más. Felix podía entender que Hyunjin estuviese así por su hermano, pero ¡evitándole no conseguía nada! Se sentía tan débil de ser ignorado por el chico que le robaba más que solo mimos y palabras bonitas.

Terminando de almorzar, lavó sus platos sucios y subió a su habitación para comenzar a vestirse, tal vez en el trabajo podría distraerse de lo que sucedía con su gatote salvaje, solo deseaba poder estar como antes con él, porque Hyunjin ahora parecía un pedazo de hielo, sumergido en su propio mundo y evadiéndole. Hora y media habían pasado y Felix estaba acomodando su corbata roja, cuando escuchó una conocida voz alarmada.

—¡Pastelito de miel! ¡¿p-por qué demonios tienes un tigre en casa?! ¡no te acerques, bestia horrenda, tengo un spray pimienta y no dudaré en usarlo! — Jihyo amenazó aterrada.

Felix bajó las escaleras corriendo solo para ver a Hyunjin con las orejas abajo en modo agresivo con Jihyo en un rincón de la casa abrazando el spray como si de eso su vida dependiese. La preciosa cola del tigre se movía con elegancia y peligro, mientras un pequeño gruñido abandonaba su boca, listo para rugír.

—¡Jinnie! ¡Déja a Jihyo en paz!

El tigre, oyendo la dulce voz del rubio, soltó un cansino gruñido y se alejó perezosamente hasta su sofá de siempre, recostándose lentamente y perderse en sus pensamientos.

Felix le observó soltando un suspiro para cuando regresó su vista a Jihyo, ésta estaba asustada, abrazando su spray pimienta con toda la fuerza del mundo.

—Jihyo noona tranquila, es inofen-...

—¡Esa porquería iba a matarme! — La chica chilló aterrada.

Y Hyunjin rugió con tanta fuerza ante la ofensa de la chica que ésta junto a Felix pegaron un pequeño salto en su lugar.

—Es un poco gruñón, noona, le gusta asustar, pero no es agresivo. — Explicó el rubio acariciando los cabellos de la chica para relajarle.

—Cuando me contabas de que tenías un gatito gigante no pensaba que lo dijeras literalmente ¡eres un loco desquiciado! — Dijo Jihyo acomodando su bolso sin moverse de su lugar. — ¡Puede arrancarte un brazo!

𝚃𝚒𝚐𝚎𝚛 × 𝒉𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora