𝚃𝚒𝚐𝚎𝚛 × 𝒉𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥

< D O S >

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La carretera gris parecía ser eterna durante el viaje de Lee Felix rumbo a Busan, los finos ojos del rubio fijos al frente y la mente viajando en sus pensamientos, definitivamente él nunca espero vivir aquello.

Mierda, Felix ¿y si solo estás imaginando cosas? Se preguntó el joven mientras chasqueaba la lengua desesperado y revolvía sus dorados cabellos bastante estresado ¿Híbrido? ¿es en serio? Definitivamente el trabajo te tiene loco. Volvió a pensar, tratando de relajarse y concentrarse en el largo día de trabajo que al pobre le esperaba. Pero esos ojos.. esos ojos brillantes como la dulce miel, tan profundos como un agujero negro y tan hermosamente peligrosos como su lado de tigre. Felix suspiró, en su vida había visto unos luceros tan preciosos como los del gatote salvaje que se convertía en humano como un transformer en auto. Felix rió ante la comparación.

Hay comparaciones estúpidas y después viene la tuya, Lee Felix. Atacó el subconsciente del rubio.

Pensamientos estúpidos, ojos bonitos y gatotes salvajes pasaron en la mente distraída de Felix hasta que por fin ¡por fin había llegado a maldito Busan! Y a pesar de que llegaría ocho minutos tarde, el rubio bajó a una cafetería, necesitaba cafeína en su organismo ya que la junta que se aproxima no parece tener fin. Y no es como que a Felix le gusten tanto las reuniones siendo el asistente de su asqueroso y gordo jefe.

—¿Alguna idea para alguna prenda en primavera, Lee?— Pregunta el jefe de Felix, Park JinYoung.

Felix pestañeó repetidas veces para esfumar el sueño y aclaró su garganta, su mano estiró el pequeño nudo de su corbata negra y suspiró.

—¿Nuevos modelos en bañadores?— Sugirió inseguro, realmente no sabía porqué mierda estaba con la duda en su voz si ya hasta bocetos nuevos tenía para los nuevos modelos en su empresa de moda.

—Buena idea, Busan tiene playas preciosas ideales para lucír un lindo traje de baño.— Park, quien estaba sentado a un lado de Lee y a la cabeza de la mesa de juntas, asintió bajando su mano para rozar el muslo del rubio, actuando como si nada malo estuviera pasando.

Y es que Lee lo notó e incómodamente se cruzó de piernas para alejar la mano de su jefe fuera de su cuerpo. Tranquilo. Se repetía Felix nerviosamente.

No era la primera vez que el pervertido de su jefe trataba de robarle un beso o tocarle en partes sumamente prohibidas que solo una pareja suya podría tener el privilegio de tocar. Como su trasero, o las caras interiores de sus muslos.. o su entrepierna.

Felix siempre trataba de alejar las asquerosas manos de JinYoung sobre su cuerpo. Dios mío ¡el hombre tenía sesenta y cinco años, estaba casado y tenía tres hijos mayores que Felix! , ¿de dónde mierda el rubio podría pensar que podría ser una noche para el viejito con ganas de un polvo? ¡ni para el arranque tendría fuerza! Además.. ¡no era su tipo en caso de que le gustara asaltar bastones!

Pero claro, Felix tuvo que soportar alejar las manos del anciano durante dos horas y media.

—¿Lo notaste, verdad? ¡ya me tiene harto!— Exclamó Felix con sus carpetas en sus manos apegadas a su pecho.

—¡Por supuesto que lo noté, cariñito! Park realmente es asqueroso contigo.— Le acompañó una castaña con su delgado brazo entrelazado con el de Felix.

-Jihyo noona ¿podrías matarme y acabar con mi sufrimiento?— Felix preguntó sentándose cansadamente sobre su silla de oficina a la vez que lanzaba sus papeles en su escritorio.

Park Jihyo, una preciosa mujer de veintinueve años y modelo de la empresa de moda B&S. Era la chica más dulce con Felix y una gran amiga, aunque claro, la mujer podía ser como una madre furiosa cuando alguien quería pasarse de listo con su "cariñito" o su "bomboncito de miel". Una noona que tenía el cariño y la confianza de Lee desde que él llegó a esa empresa, sin embargo, ella no podía hacer nada contra el asqueroso jefe de Felix ¿por qué? Simple..