< Q U I N C E >

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La lluvia fuerte no fue una excusa, ni mucho menos el horrendo barro manchando sus grandes patas, haciéndole resbalar y caer hasta ensuciarse. Hyunjin jadeaba mientras corría en busca de su hermano, sus ojos tan profundos y furiosos del color azul intenso que adopta el mar al atardecer o en días nublados, con el notorio y triste brillo de preocupación delatando al tigre. Atrás de él, corría la silenciosa pantera, tratando de detenerle, porque Hwang podía estar tan cegado de la furia y el miedo que no notaría el campamento de los cazadores cerca.

¡Hyunjin, jodida sea tu madre, detente de una puta buena vez! Changbin dijo jadeante a través de su mente.

Mi hermano me necesita. Hwang respondió rápidamente, su corazón desprotegido latía tan fuerte, temeroso por lo que los ojos azules del tigre pudieran apreciar al llegar a la jodida celda donde se encontraba su hermano menor Jeongin.

Debía salvarlo, pedirle perdón por haberle perdido de su campo visual, y joder, adorar al segundo y último ejemplar de los tigres híbridos con la potencia de su corazón.

El oído agudo del híbrido captó sonidos que no eran las pisadas de ellos sobre el barro y ramas, parando furiosamente sobre sus cuatro y fuertes patas, la pantera, un poco más pequeña y delgada, con su pelaje fino y brillante, se detuvo a su lado, ambos mirando con atención al maldito campamento sin actividad.

¿Dónde está mi hermano? Hyunjin se apresuró a preguntar, sacando sus garras silenciosamente listo para desgarrar piel humana si encontraba a su pequeño hermano herido o peor aún... sin vida.

Changbin ladeó su cabeza, yéndose entre los árboles tan sigilosamente, era impresionante la habilidad de aquel felino majestuoso por tener unas almohadillas tan silenciosas como la soledad misma, pero Hwang no se fijaría en cuán magnífico era la pantera cuando su hermano estaba entre la vida y la muerte en ese mismo momento, pensar en lo último lastimaba su corazón sollozante de dolor y sufrimiento.

"Él te necesita". La vocecita dulce de Felix apareció como relámpago en sus pensamientos, haciendo que el gatote se sintiera débil, había salido disparado de su hogar apenas Lee le ordenó irse por salvar a su hermano.

"Yo no soy más importante que él." Nuevamente aquella melodía hizo eco en su mente, haciendo gruñir al felino ¡¿Cómo se atrevió a decir aquello?! ¡ambos eran igual de importantes en su apestosa vida! Jeongin era su hermano menor, su mimado y malcriado cachorro, su compañero de aventuras y travesuras, y Felix... él era su pequeño bebé, su preciosa cabecita de sol, su molestoso preguntón de labios dulces como la misma miel y mejillas regordetas como bombones, era su pequeño pero gran amor. Porque eso significaba Felix para Hyunjin; amor puro.

Hwang sin darse cuenta, estaba derramando lágrimas, camuflajeándose entre la lluvia que caía sobre su naranjo cuerpo rayado, se sentiría tan vacío si alguno de sus dos personas importantes llegaba a pasarles algo, el híbrido tenía, miedo... mucho miedo.

¡Ahí, ahí está!

Enderezó sus deprimidas orejas cuando alzó la cabeza en dirección trasera de los frondosos arbustos, viendo así, una maldita celda.

En medio de la lluvia.

Hyunjin gruñó de rabia, perdiendo el razonamiento cuando se veía saltando ágilmente la fila de arbustos y correr como sus largas patas se lo permitiesen, era veloz, demasiado ante la verdosa vista de Changbin, quién gimió asustado al ver a su amigo exponerse de esa forma. Pero era demasiado tarde, Hwang ya se encontraba llegando a la celda de Jeongin.

¡Jeongin! ¡Jeongin! Hwang llamó asustado, rodeando con desesperación la celda tras ver a su hermano recostado entre el barro, al parecer sin reaccionar a la fría y cruel lluvia que caía sobre él.

𝚃𝚒𝚐𝚎𝚛 × 𝒉𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora