𝚃𝚒𝚐𝚎𝚛 × 𝒉𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥

< C A T O R C E >

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Habían pasado los días desde el incidente del desayuno con Felix y ahora parecía estar ese tema en el olvido, ambos se encontraban en el césped recostados mientras miraban el cielo y los frondosos árboles sobre ellos, el cantar de las aves junto el viento levantando las hojas secas dejaban una situación un poco relajante. Hyunjin parecía demasiado cómodo en el pecho de Felix y el rubio apoyó su mentón en su coronilla.

ㅡ Podría dormirme ahora mismo estando entre tus brazos, Cabeza de Sol. ㅡ Hyunjin murmuró roncamente, relamiendo sus labios resecos.

ㅡ Tú donde sea te quedas dormido, Jinnie, eres un perezoso. ㅡ Hwang sonrió adormilado cuando la risita dulzona de Felix llenó sus oídos.

Su risa era el mejor cantar que el de las aves, saber que esa contagiosa melodía alteraba su corazón dejaba a Hyunjin en un estado crítico. Sin embargo, la relajante tarde pronto les haría correr hacia la cabaña, puesto que pequeñas gotas heladas de la prometedora lluvia comenzaron a empapar los rostros de los dos melosos jóvenes.

ㅡ ¡No puede ser! ㅡ Felix chilló levantándose junto a Hyunjin y correr en dirección a su hogar, prácticamente la madre naturaleza los estaba corriendo del aire fresco y eso al híbrido le enfadaba.

Hyunjin se lanzó en el sofá cómodamente cuando la lluvia se intensificó de poco en poco, volviéndose por fuera de color grisáceo debido a las fuertes gotas caer a montones y el aire frío congelando sus huesos. Felix había ido por una manta, tal vez si pasaba el resto de la tarde junto a Hyunjin en el sofá se sentiría similar la tranquilidad, su corazón latía felizmente ¿por qué? Felix sabía que la razón era el gruñón tigre en el sofá, su preciosa y blanquecina sonrisa le hacía perderse tan fuertemente en sus pensamientos, pero ¿por qué de todos los chicos existentes en el mundo, Hwang Hyunjin tuvo que ser el que se haga dueño de sus sentimientos? Aquél gatote salvaje llegó tan peligrosamente al corazón de Felix para gobernar en él y parecía que no iba a irse nunca de él. Lee de solo recordar sus besos, sus caricias, su mirada, le hacían perder los estribos, queriendo gritar a los cuatro vientos que su dueño era nada más y nada menos que Hwang Hyunjin.

ㅡ ¿Jinnie? ㅡ Preguntó una vez estuvo de vuelta, la cabellera castaña clara de Hwang se asomó a su campo de visión y seguidamente sus ojos penetrantes y oscuros se fijaron en su pequeño ser.

ㅡ ¿Mh?~ ㅡ Hyunjin bajó sigilosamente su mirada por el cuerpo de Felix, como todo un felino al acecho y sonrió lentamente al ver la manta en sus manitos. ㅡ Ven aquí, bebé.

Felix prácticamente corrió a sus brazos, recostándose en su pecho y cubrirse con la enorme manta, besos se esparcieron por sus preciosas y regordetas mejillas, junto a caricias en su espalda y ronroneos satisfechos por parte del híbrido.

ㅡ ¿Estás cómodo, Cabeza de Sol? ㅡ Preguntó Hyunjin en un dulce susurro, haciendo sentir a Lee protegido.

ㅡ Uhúmm.~ ㅡ Felix cerró sus ojitos dispuesto a quedarse dormido en aquélla tarde con una relajante lluvia estremeciendo sus oídos y un chico hermoso dándole besos en su coronilla. Simplemente delicioso.

Hyunjin simplemente observó a su niño dormir, tan precioso como delicado, pero a su vez fuerte y valiente, Felix parecía estar sediento de amor y cariño, Hwang al principio pensaba que nunca podría ablandar su corazón con él, sin embargo Felix inconscientemente lo logró. Logró adueñarse de sus sentimientos y sus suspiros, su natural ternura, endulzó al híbrido, haciéndole saber que su verdadero amor era él, el chico de las mejillas regordetas y con ese auténtico sol en su cabeza, Felix era su alma gemela, lo sentía... Hyunjin lo sabía.