| VIII |

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(hay dos capítulos más detrás de este por si los enviaron directamente aquí)






















Ambos estaban bajo la sombra de un enorme sauce llorón, estaban en pleno domingo a la tarde a punto de anochecer cuando decidieron descansar en un parque cerca de la casa de Dazai.

El mayor agradecía que todo siguiera igual que antes y el menor le correspondiera en cada uno de sus toques o besos, pero hoy no era el caso porque cuando hoy a la mañana le quiso besar el cuello, Chūya se corrió para atrás ignorandolo y hablando de alguna cosa que no tenía mucha relevancia realmente.

O podría ser cuando a la tarde trato de abrazarlo pero este fue corriendo a comprar algo que no necesitaba y así múltiples ejemplos del día podían mostrarse, para el castaño era claro una sola cosa y era que lo estaban ignorando.

Es por eso que se comenzaba a sentir decaído y rechazado, talvez había ido muy rápido, o esas dudas aparecían en su cabeza, sentía que comenzaba a ahogarse en inseguridades que no podía controlar, no sin Chūya.

Los pasos que comenzaron a oirse delataban que los niños volvían a sus casas ya que estaba anocheciendo y seguramente alguien los esperaba en sus hogares con un plato caliente de comida.

En cambio estos dos seguían recostados casi durmiendose por la relajante brisa y aroma a frescura cuando Chūya llamo al más alto.

─ Hey...

─Mhjm? ─respondió aún con los ojos cerrados.

─ T-te... ¿te tengo cariño? ─ Murmuró dudoso y avergonzado haciendo que un confundido Dazai lo mirara, resulta que en su descanso el pelirrojo se había recostado al lado de el.

─ Ah? podrías hablar más fuerte y claro querido no tengo bolas mágicas, al menos, no útiles para adivinar que dijiste.

─T-te?...mo?

─ Que? ─el castaño se encontraba realmente confundido.

Y finalmente soltó un quejido alto cuando se abalanzó encima del confundido y descolocado joven.

Lo beso brusco y torpemente pero que a dazai le hacía tocar el cielo con anhelo, tomo control del inexperto beso siento este el primero que no era tan cariñoso, aún más en el momento en que entraron a escena sus lenguas dando besos humedos y mordidas maltratando los rojizos labios del menor que no sabía que hacer con tantos estímulos nuevos, pararon sólo cuando estaban satisfechos de su hambre y se dedicaban besos tiernos.

Dazai lo abrazaba como si fuese un tesoro que nunca quisiera perder porque, a pesar de ser llamado amor adolescente podía sentir como añoraba estar junto a el incluso cuando ya no exista en este mundo.

─ Dazai, creo que te amo... un poco.

─ Y yo te amo mucho Chūya...



































AVER, este último fue muy corto pero xq realmente tengo sueño, hizo una triple actualización por haberme demorado espero que esto lo compense <3

poemas en el aire | soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora