MM:Entonces Jihyo te gusta Jin pero llevas internado por más de mes y medio para que te haga caso pero no yo digo que te quedes con Daniel
JH:Yo se que pudo conquistar a Jin tengo un plan
SN:A VER CUENTA
JH:Pues estoy pensado que si enviarle señale...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JH: —Hola, Jin— lo saludé con un coqueteo leve y una gran sonrisa.
JN: —Hola, Jihyo.
JH: —¿Cómo estás?— se veía serio. Aún tienes tiempo de abandonar el barco... No, soy PARK JIHYO Y LO PUEDO HACER pensé.
JN: —Bien, ¿y tú?
JH: —Bien. ¿Y qué crees que vayamos a hacer hoy?— Mientras él se sentaba en la mesa, yo lo miraba con una sonrisa y me arreglaba el cabello.
JN: —Pues... no sé.
—Intenté sacar más plática. AHHH... antes me hablaba mucho y nunca se callaba, y ahora que quiero que me hable no lo hace. Hora de usar la vieja confiable pensé.
JH: —Jin, ¿me ayudas?
JN: —Sí, mi hermosísima Jihyo. Oye, no me había dado cuenta de que eras tan hermosa. Sabes, te he estado ocultando algo: me gustas.
[Desperté de mi fantasía]
JN: —¿Sí? ¿A qué?
JH: —A dibujar el agua. <Deja le echo agua porque está muy seco. Ahhh, así de seco está el desierto del Sahara. Sí, soy hermosa, carismática, gran vocalista. ¿Por qué tengo que rebajarme a hacer este tipo de cosas? Y para acabar, nada más tenemos una hora para estar solos y en la clase de Expresión Oral y Escrita, pero en esa está Sana. Ahhhh!>
JN: —Bueno.
—Después de esa hora incómoda, ya no sabía si seguir o detenerme, porque él no respondía a mis señales. Estaba un poco triste, pero no sabía si eso era una señal de no seguir adelante. ¿Qué hago? Terminé mi trabajo, lo entregué y salí del salón para después reunirme con mis amigas.
KD: —¡JIHYO!— me asusté cuando vi a Kang Daniel correr hacia mí.
JH: —¿Sí? Dime, ¿qué pasa, Daniel?
KD: —Quería saber si...— Lo miré intrigada— si el sábado no tienes planes y si quieres salir conmigo.
JH: —A... pues sí tengo pla— me quedé pensando en lo que acaba de pasar. [Quizás Jin...] pensé. —Te digo el viernes, ¿te parece?
KD: —¡SÍ!
—Después de esa hora incómoda, salí corriendo porque hoy íbamos a salir a comer algo rico, que iba a pagar Momo. Me dirás: ¿por qué no te compras tu propia comida? Para que, si tengo seis amigas ricas, eso sería pecado no aprovechar. Salí y las vi a las siete; todavía faltaba Dahyun, pero dijo que la esperáramos en la salida, así que aquí estamos, como payasas, esperando, hasta que llegó corriendo.
JH: —¿Pero Dahyun, qué pasó?
DH: —Nada— nos dijo jadeando.
MM: —¿Qué tal si vamos a comer? Con la panza llena se piensa mejor.