The Scarlett Witcher

Capítulo 1

Wanda apareció en su nuevo hogar. Después de su expulsión en Westview, Wanda, debía buscar un nuevo hogar, y ya lo había encontrado. Encontró una casa abandonada en un pueblo alejado de las grandes ciudades. La casa era acogedora, pero al estar abandonada, necesitaba algún que otro arreglo, con lo cual, entró en la casa a investigar. Llegó a la puerta, y al girar el pomo, la puerta no se abría, ¡se había quedado atascada! Wanda empujó la puerta con fuerza pero no se abrió, y después de varios intentos igual que el primero, por fin pudo abrir la puerta.
En el interior, como era normal, todo estaba sucio, lleno de polvo y de agua debido a las lluvias. Miles de hojas estaban esparcidas por el suelo de madera.
Wanda se dirigió a las escaleras que subían a la segunda planta, que estaban al fondo de la casa. Los escalones estaban ya podridos, y cuando Wanda fue a pisar el primero, se hundió su pié y casi se tropieza contra los demás escalones.
Cuando subió las escaleras, la habitación más alta estaba igual que el resto de la casa, sólo que, había un gran ventanal en el que las cortinas ondeaban debido a la brisa otoñal, un ventanal igual al que tenía en su casa en Westview, cuando estaba aún con Visión.

Sus remordimientos crecieron en su corazón destrozado. Ella había perdido a todos, y seguía en su cabeza aquel terrible dolor.
Para cuando volvió de entre sus más oscuros y dolorosos recuerdos, decidió limpiar, pintar, arreglar, con sus poderes, para dejar la casa como nueva, incluyendo algún que otro detalle que haría que la casa quedase perfecta, (para ella).
Cuando terminó, se sentó en el sofá del salón donde comenzó a leer el libro de Agatha Harkness, que de él no se había olvidado. Por si tenía que enfrentarse a otra bruja, decidió aprender todos los hechizos que utilizó Agatha en su gran batalla contra Wanda para no tener problemas si un día se encuentra con otra bruja, sabiendo que todas las brujas querrán destruirla.

Mientras lo leía, alguien llamó a la puerta, algo que le sorprendió a Wanda.
La bruja Escarlata se levantó y cuando abrió la puerta, se encontró con una adolescente de por lo menos 16 años, de cabello rubio y rizado, con los ojos azules, que le ofrecía una cesta llena de pastelitos y chucherías.

– ¡Hola nueva vecina!– exclamó la adolescente con una sonrisa.

Wanda se sentía totalmente desconcertada, ¿cómo sabía que estaba allí?

– Esta cesta es para tí– dijo la chica mientras le entregaba la cesta.

– Vaya.... Gracias– dijo Wanda con una sonrisa mientras miraba el interior de la cesta.

– Me llamo Katelyn Riverclow– se presentó.

– Muchas gracias– dijo Wanda.

Hubo un gran silencio entre las dos durante varios segundos. Katelyn esperaba a que Wanda dijera su nombre, mientras que Wanda pensaba que al ser una vengadora, la joven ya sabría quién era, pero no.

– Y su nombre es.....

– ¡Ah, oh! Perdona– dijo con una risita. (En su interior no entendía nada)–. Me llamo Wanda Maximoff.

– Un placer, Wanda– hizo la joven una reverencia.

Wanda no entendió por qué la joven no la reconocía, era una vengadora, cosa que eso ya llevaba fama por encima, y además de los destrozos que hizo alguna que otra vez se hicieron virales, no entendió por qué ni siquiera llegaba a sonarle la cara.
La joven se fue, y Wanda se la quedó mirando fijamente mientras pensaba qué había ocurrido.

Katelyn Riverclow

Llevo en este pueblo demasiado tiempo como para creer que un nuevo habitante ha llegado al pueblo.
Era una señora de por lo menos 35 años, bueno... He de confesar, que no soy especialista en lo de las edades, sinceramente, se me da realmente mal, pero bueno.... La había visto dirigiéndose con paso rápido a una calle donde estaba la famosa casa abandonada. Esta casa estaba habitada hace menos de cuatro meses, pero, el dueño de la casa desapareció por un motivo que desconozco y no se le ha vuelto a ver más.
Yo estaba algo distante en ese momento, y no tenía ganas de hablar con aquella señora para curiosear, pero al atardecer, me armé de valor para conocerla, tenía curiosidad por saber cómo era ella. Lo más raro de nuestra conversación, fue su gesto de incertidumbre cuando esperé a que dijera su nombre, fue muy extraño, era como si pensara que ya la conocía, pero no es cierto.

La verdad, es que no estoy nada conectada al mundo exterior, y hay una razón que lo explica. Este pueblo está muy alejado de las grandes ciudades, y casi nadie lo visita. Eso es bueno para las habitantes que viven en el pueblo.

Las brujas se agrupan en un pequeño montón al que llaman "nación" y el nombre del lugar donde están refugiadas. Por ejemplo, "La nación de Eastview" el nombre del pequeño pueblo es Eastview. Y sí, Eastview es un pueblo sólo de brujas.

Los brujos o magos, (como queráis llamarlos) siempre han sido uno de los enemigos mortales de las brujas, y casi siempre se encuentran en medio de la ciudad en el sitio que mejor pasa desapercibido, por eso las brujas decidieron abandonar las ciudades para vivir nuevamente en un pueblecito lejos de las zonas urbanas.

Llevo aquí mucho tiempo, y no puedo decir el número exacto, sólo porque llevaría decimales. Yo, nací fuera de este lugar, las brujas jóvenes, pueden ir a la ciudad durante un periodo de tiempo, y si encuentran al amor de su vida se casan y si no, no. Mi madre se casó con un hombre, pero, desgraciadamente, no ocultó sus poderes en secreto correctamente, mi padre los descubrió días después de mi nacimiento. Y según las normas de las brujas:

"Si un humano descubre la existencia de nuestra hermandad, deberá ser destruido".

Y así fue, lo mataron. Mi madre dejó la gran ciudad y me llevó a este pequeño pueblo. Desde aquel día, me han instruido para convertirme en una bruja de bien, que respete las normas y lidere a las brujas que necesitan a alguien que les guíe.

He de decir, que las brujas, al no tener especial interés en las ciudades, las brujas han dejado de saber lo que sucede en esos centros urbanos, y por tanto, no tenemos ni idea de lo que pasa en el mundo, (a lo mejor es por eso por lo que la mujer se extrañó).