Capítulo 5

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Durante varias semanas, Wanda y Katelyn se relacionaron como si fueran amigas de toda la vida. Y Wanda, aprovechaba para preguntarle sobre las brujas.

Un día en el que la nieve había cubrido todo el suelo, Katelyn hablaban sobre cosas que hacían en su tiempo libre y las cosas que les gustaban.

– ¿Y hay alguna escuela o algún colegio donde os enseñan los hechizos, o es tu madre quien te los ha enseñado?– le preguntó Wanda a Katelyn.

– Bueno....– dijo Katelyn con una sonrisa–. Es un tema bastante complejo. Y cuando me refiero con "complejo" es bastante complejo...– hubo una pequeña pausa para respirar–. Antes, en la nación de las brujas, se designaban a varias brujas para interpretar el papel de instructoras o profesoras, como quieras llamarlo. Pero, ahora mismo me enseña mi madre, supongo que no hay instructoras porque tenemos el problema de tener escasez de niños.

– Ya lo veo, sí– susurró Wanda.

– ¡Prrrf! ¡Qué frío hace!– exclamó Katelyn mientras cruzaba sus brazos intentando resguardarse del frío.

Katelyn acompañó a Wanda hasta la puerta del jardín de la casa Wanda. Ambas se despidieron, y Katelyn se dirigió a su casa con una sonrisa en la cara.
A medida que se acercaba a su casa, más se preocupaba sobre si descubrían lo que hizo en realidad.
A todas las brujas les extrañó que un día después de la reunión que tuvieron, después del conflicto que tuvieron, Katelyn y Wanda se relacionaban como si fueran viejas amigas.
Si descubrían lo que pasó en realidad, esta tendría una infinidad de problemas por traición y encubrimiento del conocimiento de la aldea de una humana. La tensión aumentó y su preocupación el doble.

Al abrir la puerta de su casa, esta entró exclamando «¡Ya he llegado mamá!», pero después de haber cerrado la puerta, se dió cuenta de que todo estaba muy oscuro. No había ninguna luz encendida, y estaba todo muy en calma, más de lo que Katelyn estaba acostumbrada a tener.

– ¿Mamá?– preguntó Katelyn mientras avanzaba sigilosamente por el pasillo de la casa.

Cuando Katelyn pasó por la puerta de la cocina, se encontró con Jessica sentada en una silla en frente de la mesa en la que solía comer. Jessica la miraba fijamente. Katelyn dió un salto del susto que le había dado.

– ¡Jessica! ¡Me has dado un susto de muerte!

– Katelyn, siéntate– ordenó la bruja.

– ¿D-dónde está mi madre?– preguntó Katelyn nerviosa mientras miraba lo que quedaba del pasillo sin recorrer.

– No ha llegado aún– respondió Jessica. – Vamos, siéntate– dijo con ímpetu.

Katelyn se sentó en frente de Jessica espectante.

– ¿A qué has venido?

– Me gustaría saber cómo has hecho que nuestra nueva vecina cambie de opinión sobre la incierta pregunta de tu madre– dijo con una sonrisa malintencionada.

– ¡¿De verdad que has venido por eso?!– dijo Katelyn mientras golpeaba con el puño a la mesa. Katelyn se levantó. – ¡¿Acaso mi madre te ha dejado entrar a nuestra casa?!

– ¡No necesito permiso para resolver mis dudas!– replicó Jessica.

– ¡Eres una sicópata! ¡¿Cómo puedes hacer esto, nos estás quitando nuestra privacidad?! ¡Esto se llama allanamiento de morada!– protestó Katelyn enfadada.

– ¡Sólo quiero saber qué hiciste para arreglar vuestra relación!– respondió Jessica.

– ¡¿Y a tí qué te impor....

– ¿Utilizaste algún hechizo?– interrumpió Jessica.

– ¿Qué? ¡No!

– ¿La sobornaste?

– ¡No!

– ¿Entonces qué? ¿Qué hiciste Katelyn?

– ¡Hablar con ella! ¡Tener conversación! ¡Hablar de algo que nos gusta! ¡No tengo ni idea!

– No me lo trago– dijo Jessica incrédula.

– Vete– dijo Katelyn mientras señalaba la dirección donde estaba la puerta principal. – Vete Jessica, no te quiero ver.

– ¡Sólo estoy protegiendo la nación!– dijo Jessica mientras se levantaba. – ¡No me creo que todo se haya arreglado con un perdón! Sé que hay algo extraño aquí, y yo, lo voy a averiguar.

Jessica se marchó de la casa indignada.
Mientras, Katelyn se sentó de nuevo y suspiró de alivio, se había asegurado de que la bruja más cabezota de la nación estaba sospechando, y que esto sólo traería problemas graves.

Katelyn Riverclow

Realmente, la aparición de Jessica casi me provoca un paro cardíaco o algo por el estilo, porque ha sido...... (No encuentro palabras para describirlo).

De verdad que tengo un problema. Jessica es famosa por ser, bueno, una gran guerrera, aunque su desconfianza también es notable. Ella siempre está dispuesta a atacar incluso si es alguien de la nación (como me ha pasado a mí) si estoy fichada por Jessica, voy a tener serios problemas, eso está más claro que el agua.

No me quiero ni imaginar lo que me pasaría si descubriesen que estaba incurriendo a la nación lo que Wanda sabía, ¡sería lo peor!  😨. No lo puedo permitir.

Y estoy segura que si descubres que Wanda sabe algo, la van a eliminar, vamos, no va a quedar ni sus cenizas en este mundo. Y ella realmente no sé lo merece.

The Scarlett WitcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora