Existen días en los que el cielo parece estar triste, en que las estrellas no brillan a toda su capacidad, donde la luna parece estar deprimida y rodeada de nubes tan negras como el vació mismo, las que le dan un toque depresivo al cielo nocturno.
Hoy es uno de esos días, el cielo es gris y las nubes que no dejan a las estrellas brillar, la luna por su parte tiene un siniestro color anaranjado.
Tin, tin, tan, tin, tin... Mi teléfono sonaba.
- Hey, ¿que tal? Si, todo bien, iré a verlos pronto, si lo prometo, tengo que irme les llamó luego.
Era mi madre, no es que no quiera hablar con ella pero, hay momentos en mi vida en los que sólo quiero estar solo en mi habitación escuchando música en la oscuridad.
Por hoy es algo así, pero prefiero estar aquí fuera en el balcón admirando el cielo nocturno y disfrutando de la fresca brisa.
- Disculpa, disculpa...
Una dulce y aterciopelada voz me llama. Abro los ojos un poco y parpadeo repetidamente.
Me quedé dormido afuera, genial, ahora hace frío. Me dispongo a entrar en mi habitación, me estiro al estar de pie y con pereza camino a mi cama.
- ¡Oye! - de nuevo esa voz.
Permanezco estático, es una voz femenina. Giró sobre mis talones para encontrarme con una chica muy extraña ¡en mi balcón!
- Em... ¿quién eres y qué haces en mi casa? - estoy sorprendido por supuesto y asustado aunque no debo demostrarlo.
- ¿Qui-quién eres y cómo llegaste aquí? - repetí de nuevo.
Sus grandes ojos marrón no corresponden con su piel y cabello.
- Necesito de tu ayuda, eres el único que puede ayudarme.
Trae puesto un vestido blanco, que al parecer esta demasiado sucio, que le cubre los pies y las mangas solo dejan ver un poco de sus dedos, es completamente liso lo que le da un toque más escalofriante a este momento.
Intento dejar de pensar en ella y concentrarme en que debo hacer en este momento pero no hallo nada en mi cerebro que me ayude a actuar o a decir algo.
La chica extraña se desmayó.
Lo que me faltaba, además de que no encuentro como reaccionar ahora se desmaya. Suspiro cansado mientras ruedo los ojos.
Me acerco a la extraña chica, la observo más detenidamente, es linda aunque extraña, su nariz es pequeña comparada con sus ojos, pero todo, sus largas pestañas, pequeños, delgados y rosados labios, pómulos ligeramente visibles, mejillas regordetas y cejas ligeramente cafés y poco visibles le dan un aspecto nuevo y diferente aunque reconozco que es atractiva, y no suelo decir eso muy seguido.
La tomo con cuidado sujetan dolada por la espalda, apoyo su cabeza en mi hombro y sus manos al rededor de mi cuello, la levanto un poco y camino dificultoso por el balcón con ella. La dejo en la habitación contraria a la mía.
¿Y ahora qué? ¿y si se despierta en la noche y me mata?, no, no, no... no seas exagerado Jin Hwan...
La cubrí con la sabana. Busque algo de ropa limpia en mi habitación, cosas que "iba" a tirar a la basura porque ya me quedan chicas o nunca se me ajustaron. Deje lo que pude encontrar sobre la mesita de noche y garabatee una nota y se la pegue en la frente.
Es gracioso hacerle bromas a una extraña que dejare dormir en mi casa.
En lo personal... las ideas para esta historia se me hacen muy lindas, espero no olvidarlas y poder seguirla con amor. Denle amor y yo les daré capítulos e,e (mentira, aunque no le den amor seguire escribiendo ¡ja!)
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No limit go and touch the sky. | IKON
DiversosCreer y ver son dos cosas muy diferentes, puedes creer en fantasmas y no verlos. Creer... todos creemos en las estrellas incluso las vemos por las noches, pero esto es diferente. - ¿Qui-quién eres y cómo llegaste aquí? - Necesito de tu ayuda, eres e...