Narrador time.
Nuestra estrella estaba maravillada al entrar a aquella habitación con paredes blancas, decorada con muebles rosas y muchas cosas de colores. Conocía algunas cosas pero no la gran mayoría de los objetos que llenaban la habitación. Camino hacia el balcón, corrió la cortina unos centímetros nada más y su boca calló al piso prácticamente.
La luna brillaba intensamente hacía ella. Estaba tan cerca y tan lejos. La suave voz de Selene a lo lejos la dejó en un mundo de nubes donde flotaba. Estaba pérdida e hipnotizada.Había pasado poco más de una semana que la rubia de ojos chocolate había entrado en su vida dandole un giro de 180°. Se había acostumbrando a ella de sobre manera. El escuchar esas frías palabras salir de su boca le rompieron el corazón. Él la amaba, no sabía como y cuando, ni de que manera pero lo hacía. Sentía la necesidad de cocinarle cada mañana, escuchar su risa, ver su rostro, explicarle las cosas que para todos eran muy obvias y sobre todo... La extrañaría a ella. Su ternura, amabilidad, amor, tranquilidad, su temor, su brillo al emocionarse, paciencia, curiosidad, todo lo que la caracterizaba, lo que la hacía especial para él.
La noche fue una larga agonía para Jin. No solo no podía dormir sino que también se torturaba pensando en Claimed, ¿por qué se había ido? ¿qué había pasado? ¿no la volvería a ver? La última era la que más le preocupaba, no importaba el porque, él sólo quería saber que ella estaba bien. Iba de su habitación a la de sus hermanas cada cinco minutos solo para comprobar que su estrella no había regresado con decepción.
Tomó un par de almohadas y las colocó en la puerta del balcón. Se recosto como un bebé, en posición fetal. Sentía un enorme vacío en su pecho. No le dolía pero la sensación le deprimia. Ciertamente tenía el sentimiento de llorar pero a la vez no tenía las ganas suficientes. Se contradecia a si mismo.
Al final terminó durmiendo en la habitación de sus hermanas con la ventana y la persiana abierta.
Mientras tanto... Claimed caminaba como si de un robot se tratase por el pasto dezclasa. Sólo caminaba hacia la luna. Sólo miraba la luna. Sus ojos estaban vacíos. Llegó hasta la parte alta de una cascada.
Como si hubiera salido de un transe sus ojos se oscurecieron volviendo a su habitual color chocolate. La cabeza le dolía y los pies le pican. Su rostro se torno preocupado al no ver nada conocido. Estaba en medio de algun tipo de bosque. Escuchaba claramente los ruidos de las hojas chocar entre si, los árboles moverse por el viento y el agua caer.
Una ráfaga de viento le despeino el largo cabello blanco dejándola sin visibilidad. En ese instante escuchó varios aullidos cercanos. Eran lobos claramente. Ella sabía perfectamente que era un lobo y les tenía cierto temor después de ver una película donde una jauría de lobos devoraba a un grupo de excursionistas.
Mientras regresaba su cabello a su lugar un búho paso cerca de ella uluando. Perdió momentáneamente el equilibrio por el Búho pero algo detuvo su caída.
- Deberías tener más cuidado linda - conocía esa voz. Esa suave y dulce voz que a la vez era sensual y demandante le helo el alma.
Se dio la vuelta rápido, tambaleandose hacía atrás, evitando hasta el más mínimo contacto.
Ante ella estaba la diosa a la que se refería como madre. Largo cabello oscuro caía sobre sus hombros y espalda descubiertos. Un vestido de cierto tono negro y azul con pequeños puntos brillantes le cubrían del pecho hasta los pies. Unos enormes y preciosos ojos verdes la contemplaban. Si alguna vez pensaron que la piel de nuestra estrella era la más pálida se equivocaron, la de la diosa era tan, pero tan blanca que brillaba fantasmagoricamente. Similar a Claimed cuando brillaba pero era normal y no momentáneo.
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No limit go and touch the sky. | IKON
De TodoCreer y ver son dos cosas muy diferentes, puedes creer en fantasmas y no verlos. Creer... todos creemos en las estrellas incluso las vemos por las noches, pero esto es diferente. - ¿Qui-quién eres y cómo llegaste aquí? - Necesito de tu ayuda, eres e...